sábado, 30 de abril de 2011

OPINIÓN DEL BARÓN DE SÓRVIGO

REFLEXIÓN

Por el Barón de Sórvigo
Heraldista


Mi muy querido amigo:

Una de las muchísimas rimas que se alternan con el estribillo de la canción “Se va el caimán” es aquella que dice: “Una niña patinando / patinando se cayó / y en el suelo se le vio / …que no sabia patinar”. Busque cada cual el doble sentido que su agudeza prefiera, pero lo que a mí me sugiere es la actitud del que mete la pata por desconocimiento.
Algo así le ha pasado a D. Fernando del Arco en su última intervención. Se ha caído patinando, y en el suelo hemos visto, que no sabía patinar. Ha embestido contra un anónimo, y en el suelo descubre que no sabía de quién se trataba. Si alguna disculpa tiene es que seguro que no ha leído la nota aclaratoria sobre el código de colores del blog, pecado muy español, pues yo no conozco todavía a ningún compatriota y hombre, que lea las instrucciones antes de instalar un aparato: “¿Leer el folleto ese? ¡Tú déjame a mí, que esto lo hago funcionar en un momento!“ le digo yo a mi mujer cada vez que entra en casa un nuevo electrodoméstico (por cierto, que ahora me acuerdo que tengo que llevar al punto limpio la picadora que estropeé la última vez).

Don Fernando, por favor, no sea usted tan visceral. Todo podemos opinar sobre todo sin faltar a los buenos modos. No hace falta descalificar al contrario por muy anónimo que le parezca, ni mucho menos amenazar a nadie con escribir más Epístolas. Piense, aunque no sea el caso, que tras un anónimo o un seudónimo puede esconderse alguien que no merezca su atención, o alguien con quien no quisiera usted medirse. ¿Se figura, es un suponer, que alguien hubiera puesto a caldo a un tal Jaime de Andrade por una obra sin pretensiones que escribió en sus ratos libres titulada Raza? Las intemperancias no son buenas, Don Fernando: no hace mucho tuve que terciar en una polémica que usted tuvo con otro interviniente que no tenía intención de decir lo que usted pensó que había dicho.
Respecto de sus argumentos, permítame que le diga lo siguiente: soy de los que creen que debería haber alguna instancia, se llame como se llame y dependa de quien dependa, que sirva de registro heráldico. El experimento de la Junta de Castilla y León rescatando antiguas denominaciones para el experto en heráldica municipal ha sido un fracaso, pues quien hoy ocupa ese puesto cree haber sido nombrado Rey de Armas urbi et orbi a la antigua usanza, cosa que una Comunidad Autónoma no puede hacer… porque no tiene esa competencia transferida. Volver a la antigua estructura del servicio de palacio hoy en día, es cierto, sería una tontería.
Tampoco los Reyes de Armas de otras épocas eran un modelo de probidad.
Ahora bien, decir que la palabra Rey debe quedar reservada sólo para el Monarca… me parece un argumento muy poco lúcido. ¿Habremos de cambiar, pues, el nombre al rey del ajedrez, al de la baraja, a los Reyes Magos, al famoso “rey ni roque”, a todos los animales que llevan el apellido rey en su denominación científica, e incluso a los ciudadanos españoles apellidados “Rey” con toda honorabilidad? Por favor, Don Fernando, que los Reyes de España no han tenido ningún reparo en designar Reyes de Armas durante siglos, no sea usted más papista que el papa ni más monárquico que el Rey.

Un cordial saludo:
El Barón de Sórvigo

SÁBADO: IMÁGENES

ESCUDO EPISCOPAL

Por don Jon Koldo Fernández García de Iturrospe
Heraldista
Redactor del Blog sobre Heráldica de Santurce

Estimado José Juan,

durante mis recientes vacaciones por el sur de Francia, en el Languedoc, en la ciudad de Cahors, al visitar la catedral de Saint-Étienne, no pude dejar de recordar la "falta de pudor heráldico" del obispo titular: su sede episcopal se adorna de un hermoso blasón con un no menos hermoso lema, que lamentablemente no se puede apreciar en la foto, Aimer, Evangéliser, Servir.
Un cordial saludo!!
Jon

viernes, 29 de abril de 2011

EL MARQUÉS DE LA FLORESTA ENTRA EN LA POLÉMICA


LA ORDEN DE SAN LÁZARO Y RUSIA

Por don Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila
Vizconde de Ayala
Marqués de la Floresta
Cronista de Armas de Castilla y León
Mi distinguido amigo y compañero: veo con cierta alarma la polémica que en el Blog de Heráldica se está desarrollando entre el Sr. Sampedro Escolar y el Vizconde de Portadei, al que desde estas líneas manifiesto mi apoyo.

Entrando en el debate propiamente intelectual, me ha gustado la postura prudente del Vizconde de Portadei que, como buen historiador, no ha osado afirmar nada, sino sencillamente plantear la cuestión del retrato del Conde Levashev que, precisamente yo, le identifiqué hace algunas semanas.
Hoy añadiré varias cosas más en relación con la Orden de San Lázaro y los Zares, fruto de mis últimas pesquisas:

1) En la colección de la Gran Duquesa María Wladimirovna, Jefa de la Casa Imperial, se conservan las insignias lazaristas de sus padres, el Gran Duque Wladimiro y la Gran Duquesa Leónida.

2) En la colección de cruces extranjeras del Zar Pablo I que se guarda en el Kremlin, existen dos insignias de la gran cruz de la Orden de San Lázaro.

3) Los diplomas y documentos atinentes se conservan en San Petersburgo.

4) De esos documentos me dicen mis amigos rusos que se acredita que el Rey Luis XVIII, desde su exilio en Mittau (actual Jelgava, en Letonia), envió al Zar Pablo I esas insignias y nombramiento de gran cruz, a más de una veintena de diplomas en blanco para que los distribuyese entre sus generales y cortesanos.

En la segunda quincena de mayo formaré parte de una delegación oficial que visitará Rusia y Ucrania, y espero tener la ocasión de examinar esa documentación: si lo logro, prometo publicar aquí las conclusiones pertinentes.

Aclararé además, que yo no pertenezco ni he pertenecido nunca a la Orden de San Lázaro de Jerusalén, por la que siento un gran respeto debido a que conozco su rico pasado histórico y sus encomiables actividades hodiernas. Un respeto que ciertamente comparten la Santa Sede, numerosos Cardenales y hasta el Rey de España y su Gobierno.

Sufficit. 

Un cordial saludo de su dedicado DR. VIZCONDE DE AYALA, Delegado en España y Portugal de la Agencia Nacional de Ucrania para las Ciencias y la Innovación Tecnológica.

PUBLICACIÓN SOBRE EL SOLAR DE TEJADA

Con motivo de haberse celebrado recientemente el quinientos cincuenta aniversario de la Carta de privilegios dada en 1460 por don Enrique IV de Castilla a los miembros del linaje de Tejada, el asesor nobiliario de esta institución, don José Luis Sampedro Escolar, ha publicado un estudio acerca de esta veterana corporación nobiliaria, obra que viene a sumarse a sus anteriores títulos Con nombre y apellidos, La Casa de Alba o Dinastías de traición (al margen de sus otras obras en coautoría).

El autor, académico numerario de la Real y matritense de heráldica y genealogía y vicepresidente de la Asociación de diplomados en genealogía, heráldica y nobiliaria, expone el resultado de sus investigaciones a lo largo de seis capítulos y un epílogo, en los que trata de los elementos que conforman los solares de Tejada y Valdeosera y actualiza la interpretación de las leyendas que rodean la realidad histórica de la batalla de Clavijo, el papel del señor Santiago en el imaginario de la reconquista y el personaje epónimo de don Sancho de Tejada. Se reseñan someramente las biografías de numerosos solariegos destacados a lo largo de la historia y se analizan las armas heráldicas que dotan de un muy peculiar emblema a los señores hijosdalgos diviseros y sus familias.

El libro, con gran aparato gráfico que lo hace agradablemente inteligible, se completa con un interesente repertorio bibliográfico.

En resumen, el estudio de las peculiaridades de estos nobles solares cameranos y de la mentalidad de los personajes del siglo XV con los instrumentos historiográficos del siglo XXI.

INCOHERENCIA


Un día expongo un mensaje sobre entrega al prójimo; al siguiente sobre caridad; el consecutivo a los anteriores sobre reconciliación en la comunidad heráldica; y con una falta de coherencia que raya en lo absurdo concluyo ayer insultando a un amigo porque discrepa de mi idea, tan válida como cualquier otra.
Tras una calmada relectura de mi furioso texto, en el que calificaba al maestro del Arco como impertinente, manifiesto el bochorno, el sonrojo al que me mueven mis propias palabras. Sirva esta breve entrada para manifestar pública disculpa a mi actitud, fruto de una ira en todo punto pueril.

jueves, 28 de abril de 2011

INSULTOS RECIBIDOS

Me remite al correo electrónico asociado a este blog un insultante mensaje el maestro don Fernando del Arco que se expondrá a continuación. Es evidente que no ha reparado en la leyenda que se anota al margen derecho de este tedioso blog sobre la autoría de las entradas que van sucediendo.

Reflexionando someramente sobre este incalificable exabrupto de don Fernando del Arco, considero que es consecuencia de haber convertido el blog que yo redactaba hasta hace unos meses, y que derrotaba hacia buen puerto, en un amargo debate de letra verde en el que prácticamente ya no intervengo.

Así, don Fernando del Arco considera que es documento anónimo la reiteración, de ayer mismo, de un texto que publiqué hace más de un año, días antes de abandonar por dos meses y medio el habitual desarrollo diario de este espacio virtual.

No don Fernando no. Tan extrañas son mis palabras ya en mi propio blog que cuando yo mismo escribo, lógicamente sin disponer cabecera de autor, interpreta usted que se trata de un redactor anónimo.

Consecuentemente con lo expuesto se llama encarecidamente su atención, improbable lector, sobre la leyenda que acompaña perpetuamente estas líneas en el margen derecho: cuando el texto de una entrada es azul, el autor es el redactor del blog: José Juan Carrión Rangel. Cuando la letra del texto es verde se trata de un documento remitido por un invitado.

Añado, tal cual lo he recibido, el impertinente mensaje que me dedica el maestro del Arco apoyado en su habitual convencimiento de poseer la verdad absoluta:

EPÍSTOLA FEMENS (II)

Por don Fernando del Arco García
Expresidente de la Asociación de diplomados en genealogía, heráldica y nobiliaria.


Al Ilmo. Sr. Promotor de este nada tedioso blog, don José Juan Carrión: Te ruego publiques esta EPÍSTOLA FREMENS (II) pues al parecer hay quien no leyó mi primera Epístola y si la leyó no lo parece.

Esta EPÍSTOLA FREMENS (II) es continuación de otra anterior aparecida en la entrada del día 6 ppdo. y para contestar a la entrada del pasado 27 titulada REYES DE ARMAS, escrita por un desconocido lector de este blog, nostálgico y recalcitrante que vuelve al anacrónico tema de los "reyes de armas".

El tema podía quedar zanjado, diciendo que la dicción Rey solamente la puede ostentar nuestro Monarca.

El Ministro de Justicia que en 1951 firmó el Decreto recreando la figura del Cronista de Armas y eliminando la de Rey de Armas, demostró con ello que era un buen monárquico, por lo que digo al principio: Rey, sólo nuestro Monarca.

Vista la tozudez de algunos, yo también voy a insistir hasta que se convenzan los nostálgicos que no se puede volver al Sumiller de Corps, al Caballerizo Mayor (jefe de los "reyes de armas"), a las Damas de alcoba, almohada y orinal, etc. pues estamos en el s. XXI.

El empecinamiento de los referidos nostálgicos es tal, que insisten en señalar como último "rey de armas" a quien en realidad fue el último Cronista de Armas (si fue "rey de armas", sería porque lo nombraría uno de los últimos pretendientes a la Corona de España) y yo abundo e insisto que el último Rey de Armas fue don Juan Félix de Rújula y Vaca ¿se enteran?. La vacante que queda por cubrir (si algún día ocurre) es la de Cronista de Armas.

El incógito ponente no se da cuenta que hay también nostálgicos de signo contrario, los cuales estarían conformes con la palabra Cronista, pues a muchos de ellos también les gusta el anillito engastado de ágata con las pretendidas "armas de su apellido" que ofrecen los "manteros" de la Heráldica.

Como ya indiqué en mi anterior Epístola, personalmente, yo elucubro sobre la posible existencia de un Registro de la Propiedad Heráldica, que podría ser una Sección del Registro de la Propiedad Intelectual, pues los blasones ahora y siempre se crean en el intelecto de los que desean dejar constancia a sus descendientes, de sus logros e ideales. les remito a los recientes ejemplos de don Alejandro Pomar, don Ángel Alba Sardina y otros muchos que hemos visto en otras entradas de este nada tedioso blog. No quisiera escribir una tercera EPISTOLA FREMENS.

Saludos: F. del Arco.

miércoles, 27 de abril de 2011

INICIADOR DE LA CUESTIÓN

Prefiriendo el anonimato, remite unas líneas aquel heraldista de Valencia que hace ya años arrojó con sabiduría a la comunidad heráldica la cuestión sobre los tres muebles de sable que aparecían en un escudo del rey de España y emperador de Alemania, don Carlos I y V:
http://blogdeheraldica.blogspot.com/2009/12/dos-cuestiones-resolver.html.

Don José Juan,

después de mucho tiempo me decido a escribirle para comentarle que desde que volvió a publicar en su blog le he seguido día a día con el mismo interés de siempre y le pido disculpas por hacerlo tan tarde.

He visto a lo largo de todo este tiempo la cantidad de respuestas y el interés que sus colaboradores y algún "improbable" lector han tenido a bien escribir intentando desvelar el "misterio" sobre aquellas dos cuestiones que plateamos hace ya mucho tiempo y que definitivamente creo que se han resuelto.
La cantidad de tinta que los tres muebles de sable han hecho correr ha sido impresionante y de lo más variopinto; y sobre el escudo de Nápoles, ayer mismo pude leer la solución y quedé muy satisfecho con ella.
Supongo que aún habrá quien siga intentando esclarecer, con otros argumentos, aquellas cuestiones. Otra cosa que como anécdota le escribo, es el hecho de que se refieran a mí como "heraldista" en algunos de esos comentarios y eso me hace sonreír, pues como usted bien sabe solo soy un simple aficionado.

Añadir, simplemente, que confío y deseo en que usted y los suyos se encuentren perfectamente bien y pedirle que siga con su labor para difundir esta controvertida ciencia que es la de la heráldica para seguir manteniéndola viva.

Saludos cordiales.

REYES DE ARMAS

La heráldica se mantiene viva. Permanece viva en tanto que se siguen, no solo exhibiendo antiguas armerías, sino adoptando armas nuevas.Como recordará, improbable lector, el escudo, en estos reinos que son España, es propiedad de quienquiera que desee hacerse diseñar armas nuevas. No es necesario ser noble, no se requiere condición alguna. Únicamente hay que elegir unas armas. Nada más.En otros reinos de nuestro entorno geográfico europeo no ocurre así, siendo necesario poseer o acceder a la condición de noble. Aquí no. En los reinos que hoy son España y en todos aquellos virreinatos que algún día fueron parte del imperio, ostenta armas quienquiera que desee poseer un escudo.
Pero también es cierto que resulta del todo conveniente y muy acorde a las más antiguas tradiciones españolas, que así lo exigían, registrarlo ante la autoridad de un rey de armas.El último individuo que ostentó este cargo de rey de armas, acreditado ante el Ministerio de justicia, falleció en 2005. Falleció quien, en nombre del rey y con el visto bueno de las autoridades del gobierno de España, podía registrar armas nuevas. Y ante la cuestión planteada en su día por don Ignacio Koblischek, la administración pública española ha definido que no existe rey de armas alguno que esté legalmente acreditado, aunque la legalidad vigente contemple su existencia:
http://blogdeheraldica.blogspot.com/2009/01/legislacin-vigente-sobre-reyes-de-armas.htmlAl contrario que el maestro don Fernando del Arco en su reciente entrada, mi reflexión frente a este estado de cosas es la que sigue: Naciones tan adelantadas socialmente como Gran Bretaña, Holanda, Canadá o Suecia, mantienen la figura de los reyes de armas. Figura que aquí, como ha quedado expuesto, permanece vacante desde 2005.Sin embargo, es saber común que en España existen actualmente heraldistas muy capacitados, agrupados muchos de ellos en el seno de la Real academia matritense de heráldica.
Si el empleo entonces de rey de armas permanece vacante, existiendo sin embargo quien, por su capacidad, pueda ocuparlo ¿no debería sopesarse la posibilidad de recrear la figura, de dar vida de nuevo al cargo?

CONFERENCIA

Recuerde, improbable lector: existe una conferencia programada para la tarde de hoy miércoles en el Centro riojano de Madrid, en la calle Serrano número veinticinco, a las siete.

El tema es interesante y después, mientras se charla informalmente de diferentes materias, se servirá una copa de vino de Rioja.

La asistencia es enteramente gratuita. Confío en contar con su asistencia.

martes, 26 de abril de 2011

IDEAS A PARTIR DE UNA IMAGEN

Hoy, brevemente, se expondrá a su perspicaz atención, improbable lector, una cadena de ideas enlazadas a partir de la instantánea que sigue:
La imagen, tomada en 1995, recoge un momento del funeral, de cuerpo presente, del rey de armas que fue de la Jarretera, y después de Clarenceaux, homónimo del mejor compositor de la historia de la música, Sir A. Richard Wagner.
La fotografía inicial está tomada en el interior de la iglesia de rito anglicano sita frente al Colegio de armas de Inglaterra, san Benito muelle de san Pablo. Iglesia de los galeses en Londres que permanece adscrita, nada menos que desde 1555, como templo propio de la institución heráldica.
En la fotografía inicial del servicio fúnebre se advierte la disposición de la corona propia de los reyes de armas de Inglaterra sobre el ataúd
y las armas del finado, 
partidas con las de su último empleo heráldico,
a los pies del monumento mortuorio, costumbre que en alguna ocasión se ha alabado en este tedioso espacio virtual.
Se aprecian además en primer término, a derecha e izquierda de la imagen,
al fallecido el pasado año, siendo rey de armas de la Jarretera, sir Peter Gwynn-Jones,
cuyas distinguidas armas, concedidas en 1961, fueron estas,
y a quien desempeña en la actulidad el empleo, sir Thomas Woodcock.
Sir Thomas Woodcock ha ocupado recientemente las primeras páginas de los rotativos británicos al ser el encargado, como oficial de armas más antiguo del reino, de dar la necesaria publicidad a la concesión de armas nuevas a la prometida del príncipe Guillermo del Reino Unido.

Y es que como recordará, improbable lector, en aquellos lares tan brumosos el derecho a poseer armas propias está circunscrito a la nobleza, al contrario que en el resto de Europa y demás naciones civilizadas del mundo donde, siguiendo los ancestrales usos medievales, posee armas quienquiera que las desee adoptar.
El encargado de diseñar el nuevo escudo de la inminente princesa ha sido el propio rey de armas de la Jarretera, con más de treinta años de ejercicio como oficial de armas.
La composición heráldica demuestra maestría.
Atendiendo los deseos de la propia Catherine Middleton se han representado diferentes aspectos personales: a su familia, compuesta por tres hermanos, de donde surgen las tres bellotas de roble de oro; su condición de soltera por medio del lazo de azur que timbra las armas; su afición al esquí, representada por dos estrechas chevronadas de plata; y el apellido de soltera de su madre, Goldsmith, recurriendo al chevron de oro, dado que gold, en inglés, significa oro.
Los esmaltes del campo, explicó el propio rey de armas sir Thomas Woodcock, responden a los colores que representan a la nación británica y evitan la duplicidad con armas similares.
Para concluir, reseñar que el escudo será en la práctica utilizado por la hermana de la futura princesa, toda vez que una vez contraído matrimonio las armas de Catherine Middleton serán partidas con las de su esposo,
el príncipe Guillermo,
quien brisa las armas del rey de Gran Bretaña añadiendo al lambel de plata que ostenta su padre, el príncipe de Gales,
venera de peregrino de gules
en recuerdo de las armas de su difunta madre, la princesa lady Diana Spencer,
quien igualmente, tras su matrimonio, partió sus armas con las de su esposo: