sábado, 14 de febrero de 2009

UNIÓN IBÉRICA

Le habrá sorprendido, como a todos los españoles, improbable lector, la reciente noticia de la encuesta realizada en el país vecino. Los datos de la consulta estadística revelan con certeza que más del cuarenta por ciento de los portugueses verían con agrado convertirse en comunidad autónoma del reino de España.

Sin entrar en la arena política, tan ajena a la profesión militar, se propone una somera reflexión: ¿Sería éste el diseño del nuevo escudo nacional de convertirse en realidad la unión de todos los reinos peninsulares?Sería obligado añadir el escudo del reino vecino en unas hipotéticas armas conjuntas, atendiendo al motivo de representación: Los cuarteles que componen las actuales armas nacionales españolas mantienen un sustrato, una base personal.Excepción hecha de las armas del reino Granada, los restantes cinco cuarteles, incluido el escusón dinástico, ocupan un lugar en las armas nacionales porque en un momento histórico determinado un rey portó realmente en su brazo un escudo con tales armas, es decir, como ya se explicó en alguna otra ocasión, se trata de armas de base o sustrato personal. Consecuentemente con lo expuesto, las armas del reino de Portugal, que igualmente fueron en un momento determinado portadas por sus reyes, tendrían el respaldo histórico personal necesario para ser incluidas en estas supuestas armas ibéricas.

viernes, 13 de febrero de 2009

ARMAS DEL REY EN EL EXILIO DE DOS SICILIAS

Al hilo de la reciente entrada en la que se recomendaba rendir visita a la excepcional página del heraldista Marco Foppoli, se desea llamar su atención, improbable lector, sobre el muy buen diseño de las armas del rey en el exilio de Dos Sicilias, el infante de España don Carlos de Borbón, duque de Calabria, que el maestro Foppoli mantiene en su página.Como quizá haya observado, en la opción de enlaces, links en inglés, de la página del heraldista Foppoli, existe un vínculo con la página de la principal orden dinástica de la casa real de Dos Sicilias, la orden constantiniana de san Jorge.Lo notable de este hecho viene definido por la circunstancia comprobada que demuestra que la mayoría del actual pueblo italiano, movido por una ignorancia, evidentemente suponemos que no culpable, toma por titular de aquel reino de Dos Sicilias a un, tambien don Carlos, también duque de Calabria aunque indebidamente, con una página en la red que llama a engaño.No obstante, los verdaderos conocedores de las circunstancias históricas relativas a la sucesión de la dinastía Borbón-Dos Sicilias en el exilio, como se demuestra con el enlace que propone el maestro Foppoli, tienen por rey al verdadero titular, a quien ostenta mejor derecho a la sucesión en la soberanía, al infante de España don Carlos de Borbón, duque de Calabria, primo hermano de nuestro rey don Juan Carlos.

jueves, 12 de febrero de 2009

I PRÍNCIPE DE VERGARA

Siguiendo con las entradas más de carácter histórico y nobiliario que heráldico, referidas al título de príncipe, hoy se desea continuar esta serie con unas líneas relativas a otro general español que fue creado, con absoluto merecimiento, príncipe. El general Espartero, I príncipe de Vergara.Como sabrá, improbable lector, al general Espartero se le impusieron en su nacimiento los nombres Joaquín y Baldomero, siendo sus apellidos Fernández y Álvarez, Espartero y Toro. Posteriormente unió sus apellidos paternos y maternos para concluir sus días como Fernández-Espartero y Álvarez de Toro.

Nacido en un pueblo de Ciudad Real llamado Granátula de Calatrava en 1793, su padre, carretero de dignísimo oficio, pensó en la carrera eclesiástica para su hijo, si bien la guerra de la Independencia impuso otro destino al joven Baldomero que, siendo ya estudiante universitario en Almagro, comenzó su carrera militar como soldado distinguido en el regimiento de infantería Ciudad Rodrigo.En 1811, ingresó en la academia militar de Sevilla aprobando el primer curso del cuerpo de ingenieros, no obstante, suspendido el segundo, fue trasferido al arma de infantería que ya no abandonaría.

Tomó parte en muy diversas acciones militares durante la guerra de la Independencia. Concluida ésta, ya como teniente, pasó a América a sofocar las revueltas de los hijos de españoles que pretendían independizarse de la nación solar de sus padres. Dejó allí recuerdo de soldado valiente y sagaz. Por méritos de guerra ascendió de empleo en empleo alcanzado el de coronel en 1823, con treinta años y con treinta y uno el de brigadier.

Concluida su misión americana con merecida fama de héroe fue destinado a labores propias de tiempo de paz. Periodo que aprovechó para casar con la logroñesa doña María Jacinta Martínez de Sicilia y Santa Cruz, heredera, como hija única, de una familia de posición más que desahogada.Muerto el rey don Fernando VII en 1833, sobrevino una nueva guerra a España, la denominada I guerra carlista. Durante esta guerra, en 1834, alcanzó el empleo de mariscal de campo, hoy general de división, merced a su valor demostrado en las operaciones de las vascongadas, recibiendo al año siguiente, por otra operación, su primera cruz laureada de san Fernando, que premia el valor demostrado en grado heroico.En 1836, caso absolutamente infrecuente en nuestra historia, se hizo acreedor de una segunda laureada y del ascenso a teniente general por méritos de guerra. Además fue nombrado virrey de Navarra.Su primer título nobiliario hereditario lo alcanzó merced a un nuevo triunfo militar durante la I guerra carlista. Su título fue el de I conde de Luchana, nombre de la batalla que le hizo acreedor de la merced nobiliaria.

En 1836, en un episodio muy poco conocido, la llamada expedición real de los ejércitos carlistas, con el pretendiente don Carlos María Isidro a la cabeza, alcanzó las verjas del parque del retiro de un Madrid desguarnecido de tropas. Merced al engaño de hacer creer al enemigo que la ciudad albergaba varias divisiones y a la bravura de las tropas liberales, arengadas por el general Espartero, se pudo resolver la cuestión poniendo en fuga a las tropas carlistas.El fin de la I guerra carlista, en 1839, se corroboró con el abrazo entre los generales Maroto y Espartero ante sus respectivas tropas, reunidas en los alrededores de Vergara, en el que se ha dado en llamar el abrazo de Vergara. La victoria alcanzada por el general Espartero le valió la concesión de los títulos de I duque de la Victoria y I vizconde de Banderas.

No obstante la paz alcanzada, el general carlista Ramón Cabrera mantuvo la lucha al hacerse fuerte en el Maestrazgo, zona que debe su sugerente nombre a que fue una región gobernada durante siglos por el maestre de la orden de Montesa.Conquistada la zona por Espartero, concluyó las operaciones con la toma de la ciudad de Morella, siéndole concedido entonces el título, por la reina regente María Cristina, de I duque de Morella y siendo además agraciado con el Toisón de oro.

Tan solo un año después, se produjeron graves desacuerdos entre el general Espartero y la regente María Cristina. Consecuencia del enfrentamiento, la reina gobernadora renunció a su regencia y a la custodia de sus hijas a favor del general Espartero que, en posterior votación de las cortes, fue confirmado como regente del reino, regencia que finalizaría con la huida del general a Londres de la Gran Bretaña a través de Gibraltar en 1843.No regresó el general Espartero a España hasta 1849, afincándose en Logroño donde se desvinculó de toda actividad de carácter público.

Pero no acaban aquí los méritos del general Espartero. En 1868, la revolución que supone la expulsión de la reina Isabel II de España, lleva a que el general Prim ofrezca la corona de España al general Espartero. Ofrecimiento que rechazó, cuentan, que con bastante humor, burlándose del nombre que tomaría la dinastía y del suyo propio como Baldomero I.

Recaída finalmente la corona de España en la dinastía de Saboya, una de las primeras visitas del rey don Amadeo I, fue para conocer al general Espartero, pasando dos días en su palacio de Logroño. Vuelto el rey a Madrid le concedió el título de I príncipe de Vergara, el dos de enero de 1872. Merced nobiliaria que comportaba el tratamiento de alteza, significandose en su concesión el carácter vitalicio.Aun en 1875 el rey don Alfonso XII quiso rendir visita al general Espartero, hospedándose también en su palacio de Logroño. Al no tener hijos testó sus títulos y hacienda a su sobrina favorita Doña Eladia Fernández-Espartero y Blanco.

El general Espartero murió en 1879 siendo su vida ejemplo de militar cabal y valiente.

Los cinco títulos meritoriamente alcanzados por el insigne general fueron:

I príncipe de Vergara, I duque de la Victoria, I duque de Morella, I conde de Luchana y I vizconde de Banderas.

Las armas que adoptó para sí mismo y para los sucesores de sus títulos fueron estas:Escudo cuartelado: Primero, en campo de azur, una corona de duque de oro, entre dos espadas de plata que sujetan con la punta una cinta cargada con esta leyenda: TODO POR MI PATRIA. Jefe de oro con dos águilas de sable que sostienen una corona de laurel.

Segundo: En campo de oro cuatro palos de gules. Brochante torre de plata.

Tercero: En gules, puente de oro partido por el que camina un caballero con armadura de plata.

Cuarto: En azur, monte de oro, sumado de castillo de lo mismo, que ondea en una de sus torres laterales la bandera nacional de España.

miércoles, 11 de febrero de 2009

REPRESENTACIÓN ARMERA DEL MAESTRO FOPPOLI

Curioseando por la red hemos tenido la suerte de encontrar de nuevo representadas las armas del doctor de Montells. Armas que después, el propio de Montells, nos ha confirmado que han sido diseñadas por él mismo. Armas que combinan con acierto un siempre elegante sembrado, con una figura de animal fabuloso, al que se añaden en abismo las tradicionales armas de los Montells.El dibujo es obra del muy merecidamente afamado maestro heraldista Marco Foppoli. En este nuevo diseño se aprecia con nitidez la corona de rey de armas que timbra el yelmo en tanto que de Montells es juez de armas de la orden de san Lázaro y heraldo maestre de armas de la casa real de Georgia, también llamado Bagration rey de armas .Esta corona es timbre del que ya se habló en este blog al indicar el emblema que distingue a quienes han superado el curso militar sobre heráldica. Igualmente se aprecia la corona de vizconde que timbra el propio escudo, en tanto que de Montells es I vizconde de Portadei y I barón de Dranda en el reino de Georgia.Se representan además los bastones de mando propios de los reyes de armas puestos en aspa. Bastones que en este caso se adornan con el emblema de la orden de la túnica inconsútil del reino de Georgia. Bastones de mando que es habitual observar, portados por los reyes de armas, heraldos y persevantes, durante las ceremonias en que participan en los reinos de Inglaterra y de Escocia. (Observe de nuevo en la foto que sigue, improbable lector, el tabardo de Lord Lyon king of arms , rey de armas del reino de Escocia: Primero y cuarto de Escocia, segundo de Inglaterra y tercero de Irlanda.)Orla el conjunto heráldico del doctor de Montells el collar de la orden del águila de Georgia y la túnica inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo, vinculada a la casa real de Georgia.Se añade a esta entrada un atento mensaje del propio juez de armas de Montells en el que ha tenido la deferencia de remitirnos sus armas y la explicación de las mismas:

Acaso te haga gracia conocer mis armas como Heraldo Maestre de Armas de la Casa Real de Georgia, también llamado Bagration Rey de Armas, dibujadas por Marco Foppoli que te adjunto. Los símbolos del oficio son la corona de Rey de Armas del yelmo, los bastones acolados, y el collar del águila de Georgia. La corona de vizconde es por mi título de Vizconde de Portadei, con una historia curiosísima:Fui creado I Vizconde de Portadei por Cartas Patentes de SM. el rey Kigeli V de Ruanda, fechadas en Washington, el 7 de Julio de 2006. Ratificado como título georgiano por SAR. el Príncipe Jorge Bagration de Moukhrani, Jefe de la Casa Real de Georgia, el 26 de Diciembre de 2007. Creado nuevamente como título georgiano, el 12 de Marzo de 2008, por SAR. el Príncipe David Bagration de Moukhrani, Jefe de la Casa Real de Georgia.

martes, 10 de febrero de 2009

FAMILIA DEL I PRÍNCIPE DE LA PAZ

Al hilo de la reciente entrada sobre los títulos y empleos militares alcanzados por el príncipe de la Paz, hoy se desea abordar un tema tangencial con aquel.Se trata de los títulos que se otorgaron a los familiares del I príncipe de la Paz, tanto a sus dos esposas, como a sus hermanos.Como ya se explicó, el general don Manuel Godoy y Álvarez de Faria, Sánchez-Ríos y Zarzosa, alcanzó los títulos de: I marqués de Alcudia, con el vizcondado previo de Alto Castillo, siendo convertido días después el marquesado en ducado, quedando como I duque de Alcudia. Posteriormente sería concesionario del excepcional título de I príncipe de la Paz, que con el tiempo le sería legalmente expropiado. Expropiación que conllevó la concesión de otro título de príncipe por parte de los Estados Pontificios, la merced nobiliaria de I príncipe de Bassano. Alcanzó igualmente la merced de I barón de Mascalbó y finalmente el título de I duque de Sueca.En relación con sus hermanos el elenco de títulos fue el siguiente:

El hermano mayor, don José, fue sacerdote, falleciendo sin ser agraciado con merced nobiliaria.

Circunstancia idéntica a la del segundo hermano, don Luis, que murió sin hijos, alcanzando el empleo de teniente general del ejército.

El tercer hermano fue el propio general don Manuel Godoy, príncipe de la Paz.El cuarto hermano, don Diego, fue creado I duque de Almodóvar del Campo. Merced nobiliaria que se estipuló como vitalicia, si bien posteriormente se autorizó la sucesión.

La quinta hermana, doña Antonia, no obtuvo merced nobiliaria, aunque sí su descendencia al ser creado su esposo I marqués de Branciforte. Fue además este marqués virrey de Nueva España.

Por fin, la sexta hermana, doña Ramona, igual que la anterior, obtuvo título nobiliario para su prole, toda vez que su marido fue creado I conde de Fuente Blanca.

En cuanto a las esposas del general don Manuel Godoy:La primera de ellas, María Teresa de Borbón y Vallabriga, Farnesio y Rozas,fue la XV condesa de Chinchón por sucesión y creada I marquesa de Boadilla del Monte. Las que siguen fueron las armas que utilizó, un partido de las armas de su marido y de las suyas propias de Borbón-España o Borbón-Anjou.Su segunda esposa, doña Josefa, Pepita, Tudó y Catalán, Alemany y Luesia, la famosa maja de los cuadros de Goya, desnuda y vestida, fue creada I condesa de Castillo Fiel y I vizcondesa de Rocafuerte. Estas fueron sus armas:Por último, señalar que la sucesión en los títulos ducales se siguió a través de la hija única, Carlota Luisa Godoy y Borbón, Álvarez de Faria y Vallabriga, habida del primer matrimonio del general don Manuel Godoy. Hija que casó con un Rúspoli, Camilo Ruspoli Khevenhuller, hijo a su vez, aunque no heredero, del III príncipe di Cerveteri y VIII conde de Vignanello, súbdito de los Estados Pontificios.

Dicho apellido Rúspoli es el ostentado por el actual V duque de Sueca y V de Alcudia y XVIII conde de Chinchón, cuyas armas de linaje son estas, si bien debe usar las armas del primer poseedor de estas mercedes ducales, las armas del general don Manuel Godoy, el conocido jaquelado de oro y azur.

DON JOAQUÍN SAMPEDRO Y FONT

El pasado treinta de enero falleció, asistido por los sacramentos y la bendición apostólica del santo padre, don Joaquín Sampedro y Font, Marrufo y Mercadal, padre de nuestro maestro y amigo don José Luis Sampedro Escolar.

Don Joaquín, hidalgo del solar de Tejada y caballero, iure sanguinis, de la orden constantiniana de san Jorge, estaba en posesión de la cruz del mérito militar con distintivo rojo y la medalla militar colectiva por acciones de guerra.

Participó como marinero voluntario, durante la guerra civil, en el combate en el que el minador "Vulcano", de cuya dotación formaba parte, venció al destructor "José Luis Díez", en 1938.La misa funeral por su alma se celebrará hoy martes, día diez de febrero, en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de la calle conde de Peñalver, número cuarenta, a las ocho y media de la tarde.