Es común acuerdo que los esmaltes son copia que hizo el rey de los que traía su esposa, la reina doña Leonor Plantagenet, el conocido escudo de Inglaterra, en gules tres leones pasantes, guardantes de oro.
sábado, 20 de octubre de 2007
ALFONSO VIII
Es común acuerdo que los esmaltes son copia que hizo el rey de los que traía su esposa, la reina doña Leonor Plantagenet, el conocido escudo de Inglaterra, en gules tres leones pasantes, guardantes de oro.
SÓLO LA CRUZ
Este tipo de cruz se utlilizó como señal por los preheráldicos reyes de Asturias. No es otra cosa el escudo del principado de Asturias actual. Una cruz procesional, con su engarce para poder ser añadida a un asta de madera y ser portada como emblema, como señal.
Tanto es así, que la cruz procesional indica el oficio de obispo, que el arzobispo de Washington, monseñor Donald Wuerl, diseñó inicialmente sus armas timbrándolas con sólo la cruz. Sin añadir capelo con borlas.

PRINCIPADO DE ANTIOQUIA
Las armas del principado de Antioquía fueron, a lo largo de su efímera existencia, éstas:
En al red podrá encontrar, improbable lector, datos sobre el resto de principados, ducados, condados, baronías e incluso señoríos de los territorios latinos de Tierra Santa. Se recomienda recurrir a wikipedia. Sirva como ejemplo esta página con el detalle del Principado de Galilea, que incluye datos sobre sus diferentes ducados:http://es.wikipedia.org/wiki/Principado_de_Galilea. Se añade un mapa muy incompleto de aquellos lejanos reinos:
viernes, 19 de octubre de 2007
TEMPLE
Aquí, en este blog, escribo de heráldica. Espero que el tema le parezca interesante. Esta es mi opinión heráldica sobre esa orden desaparecida y hoy, aparentemente, rehabilitada.
La heráldica del temple se plantea de diferentes formas:
Para el común de los individuos, al recrear mentalmente un templario, el escudo, la simbología que imaginan suele ser esta: En plata cruz llana de gules. La cruz muchas veces recortada o potenzada, o como quiera que sea. Pero siempre de gules. Algo como esto:
Sin embargo, para los que se han interesado mínimamente por la ciencia heráldica, se reconoce en las armas descritas una excesiva asimilación con las que adoptaba el común de los cruzados.
Así, para los aficionados a esta ciencia, las armas de esta orden, las que parece que realmente embrazaron los caballeros, fueron: Escudo de sable cortado de plata, cargado con cruz llana de gules brochante. Algo parecido a esto:
http://membres.lycos.fr/insolite/templiers/maitres.htm
Aparte de la heráldica de la orden, que realmente no da para más, se puede recrear, imaginar, pensar en voz alta sobre lo que hoy sería la orden si no la hubiera codiciado el rey francés Felipe, hasta el extremo de solicitar, y lograr, su abolición por el Papa. Hacer, lo que se denomina un futurible, un qué hubiera ocurrido si...
Otras órdenes se encontraban en aquel momento, en el siglo XIV, en parecida situación: Fuera del reino de Jerusalén, o de los principados y condados latinos de Tierra Santa. ¿Y qué son hoy? Ésas órdenes siguen existiendo. Por ejemplo, la orden de Malta se llamaba entonces orden del Hospital. Hoy solo sirve como ilustre colegio de nobles de la cristiandad. Es decir, como una asociación que acoge a los nobles de occidente y les dota de un fin altruista.
Igualmente las órdenes militares españolas que sirven solo para asociar a los nobles más nobles y más linajudos de todos los nobles españoles.
A donde se quiere ir a parar es a ayudar, brevemente, a desdecir a los creadores de mitos sin sentido, que quieren ver prodigios donde no los hay. La orden del temple, francesa hasta la médula, no tenía secreto esotérico que ocultar. Eso no son más que patrañas impropias de personas cultivadas. Es verdad que tampoco sería propio decir que su abolición fue justa. Evidentemente, fue un atropello feroz, pero de ahí a elevar a la categoría de dioses que tenían secretos que harían a la humanidad mejor, o que poseían piedras filosofales, es infantil.
En España, y concretamente en Castilla, los templarios, extranjeros franceses todos, dejaron una imagen de cobardes irresoluble. Antes de iniciarse la batalla de Alarcos, en 1195, abandonaron la fortaleza de Calatrava. Esta muestra de cobardía, providencialmente, serviría para que el abad del monasterio de Fitero, Raimundo, se decidiera a defender la plaza y se creara la primera de las órdenes militares españolas, que tantas glorias dieran a nuestros reinos. Los franceses huyeron. No parece que eso sea lo propio de personas que poseen secretos que alterarían el curso de la historia de la humanidad. Parece mas propio de, insisto, cobardes.
Por último añadir que el papa que disolvió la orden, decretó excomunión para cualquier católico que añadiese el adjetivo templario a sí mismo o una asociación cualquiera. Creo que esa excomunión se ha levantado por el papa Juan Pablo II. No veo la necesidad. Cualquier asociación , hoy, que se titula templaria, no es mas que un grupo de personas, normalmente insatisfechas socialmente, y que buscan un algo mejor, que desde luego no encontrarán en una asociación a todas luces infantil.
martes, 16 de octubre de 2007
MONSEÑOR BRUNO PLATTER
lunes, 15 de octubre de 2007
FRAY ANDREW BERTIE
domingo, 14 de octubre de 2007
HERALDICA DEL CICLO ARTURICO
Se añade una viñeta del cómic:
Esta heráldica fue rigurosa. Con parecidos en las armas de los familiares e incluso con determinadas características heráldicas que se repiten, cual si de una nación real se tratara. La heráldica de los caballeros del rey Arturo, ficticia evidentemente, pero real literariamente, creó incluso modas. Sus modelos heráldicos fueron imitados e incluso, asombrese improbable lector, copiados. Por ejemplo, la hoy conocida armería de la familia Escrivá de Romaní, copió en su origen Escrivá las armas, al caballero ficticio Sir Esclabor le Méconnu, que traía por armas las mismas que adoptó la familia Escrivá solamente por parecido en el apellido. Aunque, y tomo esta idea del ínclito profesor de Heráldica don Faustino Menéndez Pidal, no fue la única familia en hacerlo. Igual hicieron los Bernaldo de Quirós, con Sir Kay le Seneschal, copiando las llaves de sus armas. O la esclarecida familia Téllez Girón con Sir Giret de la Bale copiando su escudo gironado.
Para más detalles: La página de la heráldica artúrica: http://www.heraldica.org/topics/arthur.htm y el artículo del Maestro don Faustino Menéndez Pidal del que se ha tomado la idea de esta entrada y que está recogido en el libro: Leones y Castillos, que editó la Real academia de la historia en 1999.