sábado, 20 de septiembre de 2008

JUANA DE ARCO

Ya se habló de las armas de santa Juana de Arco en este espacio virtual: http://blogdeheraldica.blogspot.com/2007_11_01_archive.html. Armas del todo elegantes. En la efímera entrada de hoy se pretende tan solo llamar su atención, improbable lector, sobre la fotografía que sigue. Recoge un monumento heráldico-vexilológico expuesto en una iglesia francesa. Convendrá que se trata de un monumento de buen gusto estético.
Natural de Donremy, santa Juana de Arco debe su apellido, heredado evidentemente de su padre, Jacques de Arco, a la procedencia de sus antepasados de un pueblo cercano, Arc-en-Barrois. El apellido de Arco en castellano, es traducción del francés medieval Darc, escribiéndose en la actualidad D´Arc.

viernes, 19 de septiembre de 2008

BIBLIOGRAFÍA HERÁLDICA V

Hoy se proponen tres libros que más tienen el valor de la curiosidad que de la docencia. Se trata de tres obras antiguas. Curiosas. Un verdadero heraldista no debería dejar de leerlas y, si fuera posible, adquirirlas.

Se trata de las siguientes:L´ENCYCLOPÉDIE DIDEROT ET D´ALEMBERT. BLASON ART HERALDIQUE. Ed : Inter-Livres. Paris 1994. Evidentemente copia de la original, que se imprimió Avec approvation et privilege du roy Louis XV. Obra que expone en 29 planchas las armas de los reyes de la época, un resumen de heráldica eclesiástica, un largo repaso gráfico por los principales conceptos heráldicos y un brevísimo compendio, también gráfico, por las principales condecoraciones de aquel momento histórico.TRATADO DE HERÁLDICA Y BLASÓN. Autor: Francisco Piferrer. Edición original en 1854. La actual, de 1992, en Colección Persevante Borgoña, de la editorial: Prensa y Ediciones Iberoamericanas. Obra que utiliza como forma de texto el párrafo numerado, llega hasta el 407, antes de adentrarse en una serie, breve, de ejemplos gráficos de motivos heráldicos y premiales. La más conocida obra de este autor es el: NOBILIARIO DE LOS REINOS Y SEÑORIOS DE ESPAÑA.
BREVE COMPENDIO DE LA HERÁLDICA, O ARTE DEL BLASÓN. PARA EL USO DE LOS CAVALLEROS (sic) SEMINARISTAS DEL SEMINARIO DE NOBLES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE VALENCIA. El original, impreso en Valencia en 1764. Hoy rescatado en facsímil por el servicio de reproducción de libros de la librerías París-Valencia en 1992. Se trata de una obra diseñada para los alumnos del seminario de nobles fueran capaces de blasonar un escudo, reconocer las armas de las principales familias y tener constancia de cuales eran las principales condecoraciones y corporaciones nobiliarias de la época. No deja de ser sorprendente que se estudiara heráldica como una asignatura más hace tan solo algo más de doscientos años.

jueves, 18 de septiembre de 2008

CUARTELADO EN SOTUER

Compartiendo recientemente mesa y mantel, y copas, con dos expertos, auténticos maestros de nuestras ciencias, quienes me honran con su amistad, don Jose Luís Sampedro Escolar y don José Antonio Vivar del Riego, la conversación nos llevó a repasar enlaces familiares, a poner en común los motivos de elección de armas de encumbradas familias y a exponer las causas por las que algunos clanes familiares optaron en su momento por cuartelar las armas en sotuer siendo oriundos del reino de Castilla.

Y es que el cuartelado en sotuer, como ya estableció el maestro heraldista don Faustino Menéndez-Pidal, se puede considerar señal de identidad propia de los reyes del reino de Aragón y condes de Barcelona y por asimilación, de las familias de aquel territorio. Así, el conocido cuartelado en sotuer de las armas de Aragón-Cataluña, con las armas de los Hohenstauffen, armas del reino de Dos Sicilias, fue imitado con profusión por las más encumbradas familias de aquellos reinos.
En el reino de Castilla-León, igualmente, fue el cuartelado en cruz que creara la administración del rey san Fernando III, el que se imitó por lógica influencia de la visión repetitiva de las armas de los sucesivos reyes. Sin embargo, una conocida familia del reino de Castilla, los Mendoza de la Vega, cuarteló sus armas en sotuer. Como ya se expuso el dieciocho de junio, se trata de una distinguida familia propietaria, hasta hace siglo y medio, del entorno geográfico desde el que se redacta este tedioso blog.Las armas de los Mendoza fueron de inmemorial una banda de gules sobre un campo de sinople. Tan evidente contravención a la norma de los esmaltes se solventó, ya en el siglo XIV, perfilando de oro la banda. Hay quien ha buscado a estas armas un simbolismo que se nos hace posible. Algún heraldista ha sugerido que la banda de gules sobre el campo de sinople representa heráldicamente el haz de paja teñida de la sangre derramada en la batalla, sujeta a un asta, con el fondo de las verdes montañas norteñas.

En cualquier caso, en una época en la que ya la heráldica no buscaba un reconocimiento gráfico en la batalla sino un reconocimiento de salón de los entronques de abolengo, el escudo se cuarteló en sotuer.

En 1440, el recién creado por Juan II, primer marques de Santillana, combinó las armas de sus padres, don Diego Hurtado de Mendoza, X señor de la casa de Mendoza con las de su madre, Leonor Lasso de la Vega, heredera de la casa de la Vega y señora de la región de Santillana en el actual Santander. Y la combinación de tan importantes armerías se hizo en sotuer. Dicen los heraldistas que el cuartelado en sotuer en tierras de Aragón nació con el ánimo cierto de buscar diferencia al combinar armerías, del cuartelado en cruz de la más poderosa y omnipresente Castilla. La prolongada estancia durante su juventud del I marqués de Santillana en el reino de Aragón y su consiguiente familiarización con esta forma de combinación armera es el motivo aparente que llevó a la elección del cuartelado en sotuer.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

TRES SOBERBIOS ESCUDOS

En el mismo sentido de la anterior entrada escribe un correo privado don David José Fernandes da Silva, el extraordinario artista del que se habló la semana anterior, quien tuvo la bondad de hacer un nuevo diseño de nuestras propias armas.

Al igual que en la entrada anterior, don David también argumenta que las armas del patriarca de Lisboa son parlantes. Explica que los frutos de gules no son rosas, sino que se trata de granadas.

Envía además un muy cuidado dibujo, obra de don Bénard Guedes, el propio diseñador de las armas del cardenal Policarpo, publicadas en su libro OBRA HERÁLDICA.
Añade en su correo un par de diseños creados por el propio don David José Fernandes da Silva que no pueden dejar de exponerse para recreo de quienes gustamos de contemplar armas.

El primer dibujo es el correspondiente a una reconstrucción histórica e interpretación heráldica de las armas de Vlad Tepes III Draculea, voivode de Valachia en el siglo XV, el inspirador del mito del conde vampiro Drácula. Es el siguiente: En detalle: Las segundas armas que remite de su propia mano son las de un sacerdote de nuestro país vecino, el padre don Víctor Gonçalves, de soberbia factura:

HERÁLDICA DESDE PORTUGAL

Escribe un correo privado de breves líneas un gran heraldista portugués, don João Portugal, a propósito de la entrada del día catorce relativa a la exaltación de la santa cruz. En esas escasas líneas aporta una detallada información sobre la que se desea llamar su atención, improbable lector.

Habla don João sobre las armas que se expusieron del patriarca de Lisboa, el cardenal Policarpo, que se podrían blasonar como: En campo de sinople, cruz llana de plata, cargada de ramas de granado de sinople, frutadas de granadas de gules. Estas elegantes armas, explica, las diseñó don José Benard Guedes que, además de amigo de don João, es Secretario General del Instituto Português de Heráldica.

Aclara que las granadas hacen alusión a su apellido paterno. Policarpo significa efectivamente, en griego, muchas frutas.

La cruz de plata hace alusión a su apellido materno, Cruz. Como resulta evidente, en nuestro país vecino el orden de los apellidos se fija estableciendo en primer lugar el materno, seguido del paterno.La extraordinaria página del Instituto Português de Heráldica, de visita obligada, es la siguiente: http://www.instituto-portugues-de-heraldica.pt/.

martes, 16 de septiembre de 2008

ARMAS SACERDOTALES

No se había hecho antes en este espacio virtual. Nos tomamos la libertad de traducir, si bien extractando, un artículo del eminente heraldista eclesiástico, el sacerdote don Guy Selvester, de la diócesis de Metuchen en el estado norteamericano de Nueva Jersey, publicado en su extraordinario blog: http://shoutsinthepiazza.blogspot.com/. La entrada que se extracta, en inglés, proviene de la siguiente dirección: http://shoutsinthepiazza.blogspot.com/2008/09/coat-of-arms-for-priests.html.Con el permiso expreso del Padre Selvester, estas son, extractadas, sus palabras:
Desde que existe la heráldica y se adoptó por la Iglesia, se considera habitual encontrar armas, escudos, que han sido usados por obispos, cardenales, papas… Sin embargo, cuando se piensa en el denominado bajo clero, lo habitual es sorprenderse al saber que todos los niveles del clero católico están autorizados a poseer armas. A ostentar un escudo de armas. Y que incluso los simples sacerdotes tienen ese derecho.

Al igual que en la vida secular o civil, aquellos sacerdotes que desean tener un escudo son frecuentemente, es verdad que demostrando una enorme ignorancia, tachados de pretenciosos, de arribistas socio-eclesiásticos. Se les considera como individuos que intentan ser algo que no son.
De ahí que se espere que un obispo elija y muestre sus armas y que un sacerdote ni tenga armas, ni mucho menos las exhiba.

El más grande autor en materia de heráldica eclesiástica de los últimos doscientos años, el tristemente fallecido en 2003 monseñor Bruno Bernard Heim, arzobispo de santa memoria, exponía en su primera obra, HERÁLDICA EN LA IGLESIA CATÓLICA, las siguientes afirmaciones:

"El derecho a tener armas es un derecho universal, no un privilegio. Pertenece a cualquier hombre. Excepto, evidentemente, a aquellos que hayan sido privados de él por la autoridad pública, al haber incurrido en algún delito."
Y añadía posteriormente:
"Lo más correcto es considerar que el capelo negro con una borla a cada lado es el mejor exponente heráldico de la dignidad sacerdotal, mucho mejor, desde luego, que una corona o un yelmo.

Aquellos que objetan que un simple sacerdote pueda usar un capelo sacerdotal, mantienen su argumento de forma arbitraria y desde luego ajena a cualquier decisión, código o regulación de la autoridad eclesiástica.

Hay que recordar que todos los sacerdotes poseen el mismo orden sagrado y son así, poseedores de los mismos privilegios.

Así, concluimos que está correctamente establecido el derecho al uso de armas heráldicas por parte de todos los rangos eclesiásticos, incluso de los meros sacerdotes." 

El artículo, la entrada del padre Selvester, concluye con un magnífico exponente de armas que ostentan sacerdotes de muy diferentes territorios de la cristiandad. En ellas hemos podido reconocer las de algún sacerdote español, amante de esta noble ciencia, que por su afición a la heráldica y por su elección de armas ha visto dañada su imagen al ser incluso denunciado ante su obispo como arribista y pretencioso.

Como siempre se ha hecho desde este tedioso blog, se le anima, improbable lector, a que se decida a escoger armas propias y a representarlas en papel o en madera. Bien usando del propio arte, de los propios recursos, bien optando por acudir a la experta ayuda de artistas heráldicos como fray Rafael Nieto, http://www.rafaelnieto.com./

lunes, 15 de septiembre de 2008

ESTONIA

Como continuación de las entradas relativas a los países bálticos hoy se proponen las armas de Estonia. Se trata del país más septentrional de los tres. Sus armas recuerdan de forma evidentemente a las del reino de Dinamarca. En realidad se trata de las mismas armas. Provienen, al igual que ocurre en nuestros reinos de España, de las armas privativas de los reyes del lugar. En este caso, en la época de esplendor medieval de la heráldica, el siglo XII, Estonia era dominada por el rey Valdemar II de Dinamarca. Sus armas eran los tres leones pasantes guardantes de azur.
Las armas del reino de Dinamarca, resultan idénticas con la excepción de los nueve corazones que, formando un sembrado, cargan las armas danesas:

domingo, 14 de septiembre de 2008

CRUZ DE PALO

Hoy, día catorce de septiembre, la Iglesia Universal celebra la exaltación de la santa cruz. En la Obra, en el Opus Dei, es costumbre adornar las cruces de madera oscura que habitualmente se encuentran en la entrada de los oratorios con flores. El efecto suele ser bastante estético: Como paréntesis del tema se apunta que las armas de monseñor Giuseppe Mani, arzobispo de Cagliari, recuerdan vivamente este ornamento de las cruces:Y a las del patriarca de Lisboa, monseñor José da Cruz cardenal Policarpo.La forma de estas cruces, habituales en todos los centros, de madera oscura, con el travesaño horizontal alzado se puede considerar como figura propia de la prelatura.
Como recordará, improbable lector, la primera aportación a este tedioso blog, allá por agosto de dos mil siete, versó sobre las armas, que no escudo, del Opus Dei. Al hilo de la figura de la cruz con el travesaño alzado como cruz propia e identificativa de la Prelatura, inscrita o no en una circunferencia se reseña una anécdota que quizá ya conozca.La primera casa de convivencias de la Obra se llamó Molinoviejo. Sus armas aparecen en piedra sobre la puerta de entrada al edificio principal:Cedieron la finca a tal fin los padres de don José María Hernández de Garnica, uno de los tres primeros sacerdotes de la prelatura y con el paso de los años se adquirió su propiedad.

En sus extensos jardines existe una ermita. Dicha ermita recibió un revoco. Exactamente una reedificación de su techumbre que, muy deteriorada, amenazaba ruina. Al ser desprovista de sus originales vigas de madera, el fundador del Opus Dei, marqués de Peralta, ordenó conservar la madera. Con esa madera de las vigas de la ermita se tallarían pequeñas cruces, en la obra denominadas individualmente como cruz de palo, que se irían entregando a los primeros fieles de la prelatura de los diferentes países del mundo.
Consecuentemente el poseedor de una cruz de palo, es alguien al que se concede un cierto trato preferente dentro de la obra.

La cruz de palo que se muestra en la fotografía, expuesta en su estuche, está tomada de la página pensar por libre de don Enrique Monasterio, sacerdote miembro de la Prelatura, cuya dirección es esta: http://pensarporlibre.blogspot.com/.