Hoy hace treinta años que la constitución española fue aprobada en referéndum por un ochenta y siete por ciento de los votos emitidos por los españoles.
Había sido previamente aprobada por las Cortes, el día 31 de octubre de ese mismo año 1978. El proceso aprobatorio concluyó el día veintisiete de diciembre al sancionar el rey,
ante las Cortes, la constitución con su firma.
El ejemplar de la constitución, muy lujoso y magníficamente encuadernado, que el presidente de las Cortes presentó al rey para su ratificación, para su sanción, se conserva, lógicamente, en el propio palacio de las Cortes.
La página primera de este texto, recoge el escudo nacional vigente en aquel momento. El que había sido escudo nacional desde el once de febrero de 1938,
reformado someramente el once de octubre de 1945
y posteriormente el veintiuno de enero de 1977,
que es el modelo que adorna el primer ejemplar de la constitución.
Había sido previamente aprobada por las Cortes, el día 31 de octubre de ese mismo año 1978. El proceso aprobatorio concluyó el día veintisiete de diciembre al sancionar el rey,
ante las Cortes, la constitución con su firma.
El ejemplar de la constitución, muy lujoso y magníficamente encuadernado, que el presidente de las Cortes presentó al rey para su ratificación, para su sanción, se conserva, lógicamente, en el propio palacio de las Cortes.
La página primera de este texto, recoge el escudo nacional vigente en aquel momento. El que había sido escudo nacional desde el once de febrero de 1938,
reformado someramente el once de octubre de 1945
y posteriormente el veintiuno de enero de 1977,
que es el modelo que adorna el primer ejemplar de la constitución.
Se habló en
Continuación de aquella entrada, hoy se propone la visita a esta
acoladas de diferentes diseños del collar y banda de la orden de Carlos III.

Hoy vienen a colación de nuevo las columnas para hacer referencia a las coronas que, en el escudo nacional, se disponen sobre ellas y a las ondas de agua que sirven de sustentación figurada a la base de las columnas.
A buen seguro ha reparado infinidad de veces, improbable lector, en que sobre el capitel de las columnas que se acolan al escudo de España se apoyan dos coronas. Una, que es repetición de la que sirve de timbre al escudo, la corona real,
y otra extraña, con apariencia de mitra episcopal puesta de perfil y que es la corona imperial.
Estas coronas se dispusieron desde su origen sobre las columnas.
Se trata de una ratificación de la significación pretendida con el propio símbolo de las columnas.
Se añade, para facilitar la argumentación, que la forma en que los anglosajones denominaron, despectivamente, a sus tierras americanas, usando la voz griega kolonia, que venía a significar que se establecía un núcleo urbano civilizado en un entorno salvaje, en España no se usó.
A las tierras españolas en América se les denominó siempre, en su conjunto, como el imperio. Su denominación individual fue la del nombre de cada virreinato o capitanía. Pero entendido como un todo, las tierras sobre las que el rey de España ejercía su soberanía en Amércia se denominaron siempre el imperio.
Aceptado este concepto, se manifiesta con más claridad el acierto en la elección del símbolo de las columnas que se timbran con corona real e imperial y que descansan sobre ondas de mar.
Constituyó un reino independiente desde 1734, en que se expulsó a las tropas del emperador de Austria, por parte de un hijo de nuestro rey, don Felipe V, primer representante de la dinastía Borbón en España.
de las originarias de la dinastía de Francia.
de las originarias de Francia
a través de bordura de gules.
La bandera que usó el reino de Nápoles vino definida, como en la actual Austria, por las armas reales: 

Se trata de un libro de caballeros medievales que muestra una cuidada heráldica. Probablemente cercana a la que en realidad se utilizó entonces en los campos de batalla.
Se ha explicado su origen, la voluntad del emperador don Carlos I, influenciada por la de su maestro, el médico italiano Luigi Marliano, resultando las columnas de evidente inspiración en las armas del galeno.
Se ha explicado su significado, simbolizar la parte del reino que está plus ultra, más allá de las columnas de Hércules. Y se ha recordado que, aunque hoy son adornos exteriores, durante un breve tiempo, con José Bonaparte, conformaron un cuartel de las armas de España.
Hoy se propone una anécdota que probablemente conozca, improbable lector, referida a las columnas del escudo de España, las columnas de Hércules.
Las cecas americanas, las factorías de emisión de moneda en el territorio español que quedaba al otro lado del Atlántico, acuñaban sobre el metal las armas de los reyes,
Así, en los territorios americanos que el rey inglés entregó a sus súbditos de las más distinguidas familias inglesas, lo que hoy se denomina Norteamérica, o Estados Unidos,
se utilizó no solo la excesivamente local y aldeana moneda inglesa, sino la más pujante y universal moneda española, el real.








