jueves, 28 de abril de 2011

INSULTOS RECIBIDOS

Me remite al correo electrónico asociado a este blog un insultante mensaje el maestro don Fernando del Arco que se expondrá a continuación. Es evidente que no ha reparado en la leyenda que se anota al margen derecho de este tedioso blog sobre la autoría de las entradas que van sucediendo.

Reflexionando someramente sobre este incalificable exabrupto de don Fernando del Arco, considero que es consecuencia de haber convertido el blog que yo redactaba hasta hace unos meses, y que derrotaba hacia buen puerto, en un amargo debate de letra verde en el que prácticamente ya no intervengo.

Así, don Fernando del Arco considera que es documento anónimo la reiteración, de ayer mismo, de un texto que publiqué hace más de un año, días antes de abandonar por dos meses y medio el habitual desarrollo diario de este espacio virtual.

No don Fernando no. Tan extrañas son mis palabras ya en mi propio blog que cuando yo mismo escribo, lógicamente sin disponer cabecera de autor, interpreta usted que se trata de un redactor anónimo.

Consecuentemente con lo expuesto se llama encarecidamente su atención, improbable lector, sobre la leyenda que acompaña perpetuamente estas líneas en el margen derecho: cuando el texto de una entrada es azul, el autor es el redactor del blog: José Juan Carrión Rangel. Cuando la letra del texto es verde se trata de un documento remitido por un invitado.

Añado, tal cual lo he recibido, el impertinente mensaje que me dedica el maestro del Arco apoyado en su habitual convencimiento de poseer la verdad absoluta:

EPÍSTOLA FEMENS (II)

Por don Fernando del Arco García
Expresidente de la Asociación de diplomados en genealogía, heráldica y nobiliaria.


Al Ilmo. Sr. Promotor de este nada tedioso blog, don José Juan Carrión: Te ruego publiques esta EPÍSTOLA FREMENS (II) pues al parecer hay quien no leyó mi primera Epístola y si la leyó no lo parece.

Esta EPÍSTOLA FREMENS (II) es continuación de otra anterior aparecida en la entrada del día 6 ppdo. y para contestar a la entrada del pasado 27 titulada REYES DE ARMAS, escrita por un desconocido lector de este blog, nostálgico y recalcitrante que vuelve al anacrónico tema de los "reyes de armas".

El tema podía quedar zanjado, diciendo que la dicción Rey solamente la puede ostentar nuestro Monarca.

El Ministro de Justicia que en 1951 firmó el Decreto recreando la figura del Cronista de Armas y eliminando la de Rey de Armas, demostró con ello que era un buen monárquico, por lo que digo al principio: Rey, sólo nuestro Monarca.

Vista la tozudez de algunos, yo también voy a insistir hasta que se convenzan los nostálgicos que no se puede volver al Sumiller de Corps, al Caballerizo Mayor (jefe de los "reyes de armas"), a las Damas de alcoba, almohada y orinal, etc. pues estamos en el s. XXI.

El empecinamiento de los referidos nostálgicos es tal, que insisten en señalar como último "rey de armas" a quien en realidad fue el último Cronista de Armas (si fue "rey de armas", sería porque lo nombraría uno de los últimos pretendientes a la Corona de España) y yo abundo e insisto que el último Rey de Armas fue don Juan Félix de Rújula y Vaca ¿se enteran?. La vacante que queda por cubrir (si algún día ocurre) es la de Cronista de Armas.

El incógito ponente no se da cuenta que hay también nostálgicos de signo contrario, los cuales estarían conformes con la palabra Cronista, pues a muchos de ellos también les gusta el anillito engastado de ágata con las pretendidas "armas de su apellido" que ofrecen los "manteros" de la Heráldica.

Como ya indiqué en mi anterior Epístola, personalmente, yo elucubro sobre la posible existencia de un Registro de la Propiedad Heráldica, que podría ser una Sección del Registro de la Propiedad Intelectual, pues los blasones ahora y siempre se crean en el intelecto de los que desean dejar constancia a sus descendientes, de sus logros e ideales. les remito a los recientes ejemplos de don Alejandro Pomar, don Ángel Alba Sardina y otros muchos que hemos visto en otras entradas de este nada tedioso blog. No quisiera escribir una tercera EPISTOLA FREMENS.

Saludos: F. del Arco.