sábado, 21 de agosto de 2010

SÁBADO: IMÁGENES

A modo de continuación de la reciente entrada en la que se exponía el collar de la Hermandad de caballeros mozárabes, hoy se desea llamar su atención, improbable lector, sobre las armas de aquella diócesis de Toledo.El propio escudo muestra una escena, elemento impropio de la heráldica, más acorde a los antiguos y ya superados usos de siglos pretéritos, que gustaron de representar dichas escenas como motivos armeros.

Ahondando en el accidente, es costumbre, creo que no escrita en ley alguna, que las diócesis católicas timbren sus armas con mitra episcopal, al igual que el actual pontífice máximo, Benedicto XVI.

El galero, capelo o sombrero saturno, queda reservado exclusivamente para indicar la jerarquía de los prelados. Esta orden sí fue recogida por el papa Pablo VI en su decreto Ut sive.Incumpliendo esa costumbre, la diócesis de Toledo exhibe como timbre, sin pudor alguno, un capelo con las quince borlas de primado, de sinople, añadiendo corona imperial antigua que igualmente el decreto Ut sive prohíbe expresamente.

Se añaden, a modo de contraejemplo, las armas de la archidiócesis de Boston, en una Norteamérica tan cuidadosa con su heráldica, a pesar de su juventud como nación, que dispone como timbre, con absoluta corrección, mitra episcopal.Armas de las que la archidiócesis se enorgullece hasta el extremo de disponerlas, en un sembrado, sobre el panel que sirve de fondo para la tribuna del ordinario de Boston, el franciscano Seán cardenal O´Malley.