Heraldista
Hola José Juan
Leí, como hago todas las mañanas, con interés tu entrada del blog de hoy y vi lo que escribiste sobre la heráldica inglesa. Como siempre, resulta muy bien escrito pero quisiera hacer una pequeña corrección.
Dices que "La capacidad heráldica gentilicia de los súbditos de la reina de Inglaterra es admitida, al contrario que en el continente, en aquellos que han alcanzado o heredado la condición de nobles. Únicamente la aristocracia posee legalmente blasones familiares que son definidos por los oficiales de armas."
Esto no es completamente correcto. En Inglaterra, como en el resto del Reino Unido (incluso Escocia con el Lord Lyon), la heráldica no es privilegio de la nobleza. Cualquier persona puede pedir y adquirir armas. Hasta los que no son súbditos de Su Majestad Británica.
Como se puede observar en este enlace
http://www.college-of-arms.gov.uk/About/08.htm dice el propio College of Arms:
"There are no fixed criteria of eligibility for a grant of arms, but such things as awards or honours from the Crown, civil or military commissions, university degrees, professional qualifications, public and charitable services, and eminence or good standing in national or local life, are taken into account."
(No existen criterios fijos para acceder a una garantía de armas, pero realidades como los premios y honores de la Corona, las comisiones civiles o militares, títulos universitarios, títulos profesionales, servicios públicos y de beneficencia, y la eminencia o la riqueza en la vida nacional o local, se tienen en cuenta).
En otras palabras, cualquiera puede acceder a solicitar una certificación de armas. El único requerimiento, en efecto, es poder pagar la nómina que cobran. El monto para el año 2011 es £4400 ó €5150 ó $7000 (para el College of Arms).
Quizás en siglos pasados, cuando la clase media era muy pequeña o inexistente, el monto era algo que solamente los miembros de la aristocracia podrían pagar. Pero en los últimos 2-3 siglos, muchísimas más personas tienen la capacidad financiera para poder hacerlo sin ser nobles.
Un fuerte abrazo desde Miami