Continuando el argumento expuesto hace ya tiempo sobre la necesidad de brisar las armas de los infantes de España con lambel, para distinguirlas de las del rey y reino, sin contar con los adornos denominados exteriores, hoy se desea ahondar en tan particular materia proponiendo a su consideración, improbable lector, qué armas debiera tomar para sí misma doña Leonor de Borbón y Ortiz, de Grecia y Rocasolano, heredera del heredero.Siendo hija de príncipe de Asturias, el decreto de 1987 del que se habló en este blog, le otorga la condición de infanta de España.Recientemente hemos tenido noticia de las armas que se han diseñado para la doña Leonor por un justamente afamado heraldista. Se trata de un escudo en losange que representa las armas de España, sin brisura de ningún tipo, timbradas con corona de infante y acoladas unas palmas anudadas por un lazo de azur.
Desde luego no pretendemos apropiarnos de la verdad, pero no parece acertado que la hija del heredero adopte las armas nacionales plenas si su propio padre, el príncipe, no tomó tales armas, respetando el principio que establece que solo el rey debe ostentar las armas del reino. Nuestra opinión, tan válida como cualquier otra, es que las armas de la infanta doña Leonor deberían brisarse con lambel, con cualquier otro mueble o con la alteración de los esmaltes del escudo nacional.
Desde luego no pretendemos apropiarnos de la verdad, pero no parece acertado que la hija del heredero adopte las armas nacionales plenas si su propio padre, el príncipe, no tomó tales armas, respetando el principio que establece que solo el rey debe ostentar las armas del reino. Nuestra opinión, tan válida como cualquier otra, es que las armas de la infanta doña Leonor deberían brisarse con lambel, con cualquier otro mueble o con la alteración de los esmaltes del escudo nacional.