A modo de continuación de las entradas que se han propuesto, relativas a las armas han asumido o que han recibido en herencia algunos de los habitantes que pueblan este mundo de las ciencias heroicas, hoy se exponen las que siguen.
Las armas de monseñor Heim. El arzobispo de quien tan a menudo se ha hablado en este blog. El autor de los escudos de los cuatro papas anteriores al actual. El experto heraldista y mejor dibujante heráldico que cuenta en su haber el diseño de cientos de escudos de los actuales obispos. Aquel que, a buen seguro, pena aun en el purgatorio su gravísimo pecado: Fue monseñor Heim quien, al recibir del papa Juan XXIII la propuesta de encargarse de recrear el Instituto araldico vaticano para ordenar la materia heráldica eclesiástica repuso que “no debía ponerse freno al buen gusto”.Monseñor Heim trajo por armas las de su familia suiza, reducidas con la pérdida de la herradura de azur que portaba el león rampante de oro, apoyado en tres montes a la italiana de sinople, sobre campo de plata. León de oro en campo de plata que, por constituir una evidente contravención de las leyes de la heráldica, al disponer metal sobre metal, fue el origen declarado de uno de sus tres libros. El Oro y plata, en el que se exponen series de escudos en los que se incumplen de forma tajante las leyes propias de nuestra ciencia heráldica en materia de esmaltes.
Se desea traer a su memoria en este punto, improbable lector, la deliciosa anécdota de la M del escudo del cardenal Wojtila, recién elegido papa, que monseñor Heim propuso sustituir por una lis, una estrella o una torre. Alarmante situación de falta de obediencia por parte de un obispo hacia su papa, que se expuso en esta antigua entrada y cuyo repaso se sugiere.
Continuamos con las armas del sacerdote católico don Guy Selvester. Nativo de Plainview, en Long Island, de origen ítalo-irlandés, fue destinado, tras su paso por una abadía benedictina, como párroco de san Mateo, en la diócesis del estado norteamericano de Nueva Jersey, cerca de Nueva York.
Se trata de un verdadero erudito en materia heráldica, especialmente en lo relacionado con su manifestación eclesiástica. De reconocido prestigio, dicta conferencias en idioma inglés y se ha revelado como un verdadero guía en la materia, no solo en su país, sino en la cada vez más católica Inglaterra, y demás países anglófonos.
Estas son sus armas, resultado de una larga evolución que se resume en este dibujo y cuyos detalles podrá leer, improbable lector, de la mano del propio padre Selvester en esta página de American Heraldry Society, solo si ya ha ingresado en esta asociación. De lo contrario, en este otro enlace de una entrada de octubre de 2007, encontrará un resumen de lo expuesto por el propio padre Guy Selvester.
Este heraldista mantiene en la red un blog, de obligada lectura diaria y una página en la que expone su amplio conocimiento sobre heráldica eclesiástica.
Las armas de monseñor Heim. El arzobispo de quien tan a menudo se ha hablado en este blog. El autor de los escudos de los cuatro papas anteriores al actual. El experto heraldista y mejor dibujante heráldico que cuenta en su haber el diseño de cientos de escudos de los actuales obispos. Aquel que, a buen seguro, pena aun en el purgatorio su gravísimo pecado: Fue monseñor Heim quien, al recibir del papa Juan XXIII la propuesta de encargarse de recrear el Instituto araldico vaticano para ordenar la materia heráldica eclesiástica repuso que “no debía ponerse freno al buen gusto”.Monseñor Heim trajo por armas las de su familia suiza, reducidas con la pérdida de la herradura de azur que portaba el león rampante de oro, apoyado en tres montes a la italiana de sinople, sobre campo de plata. León de oro en campo de plata que, por constituir una evidente contravención de las leyes de la heráldica, al disponer metal sobre metal, fue el origen declarado de uno de sus tres libros. El Oro y plata, en el que se exponen series de escudos en los que se incumplen de forma tajante las leyes propias de nuestra ciencia heráldica en materia de esmaltes.
Se desea traer a su memoria en este punto, improbable lector, la deliciosa anécdota de la M del escudo del cardenal Wojtila, recién elegido papa, que monseñor Heim propuso sustituir por una lis, una estrella o una torre. Alarmante situación de falta de obediencia por parte de un obispo hacia su papa, que se expuso en esta antigua entrada y cuyo repaso se sugiere.
Continuamos con las armas del sacerdote católico don Guy Selvester. Nativo de Plainview, en Long Island, de origen ítalo-irlandés, fue destinado, tras su paso por una abadía benedictina, como párroco de san Mateo, en la diócesis del estado norteamericano de Nueva Jersey, cerca de Nueva York.
Se trata de un verdadero erudito en materia heráldica, especialmente en lo relacionado con su manifestación eclesiástica. De reconocido prestigio, dicta conferencias en idioma inglés y se ha revelado como un verdadero guía en la materia, no solo en su país, sino en la cada vez más católica Inglaterra, y demás países anglófonos.
Estas son sus armas, resultado de una larga evolución que se resume en este dibujo y cuyos detalles podrá leer, improbable lector, de la mano del propio padre Selvester en esta página de American Heraldry Society, solo si ya ha ingresado en esta asociación. De lo contrario, en este otro enlace de una entrada de octubre de 2007, encontrará un resumen de lo expuesto por el propio padre Guy Selvester.
Este heraldista mantiene en la red un blog, de obligada lectura diaria y una página en la que expone su amplio conocimiento sobre heráldica eclesiástica.