Es verdad que nuestro idioma posee muchas reglas curiosas. El mantenimiento de la letra romana q ha obligado a un sinfín de excepciones con las letras que preceden a la e y la i. Za, ce, ci, zo, zu. Ca, que, qui, co, cu. Ga, gue, gui, go, gu y hay más.
Mantenemos la existencia de una letra, la h, que salvo que vaya precedida por la letra c es muda.Es un idioma, en fin, para los no castellano parlantes, realmente complejo de aprender por sus muchas excepciones y sus múltiples reglas ortográficas.
Y no solo para ellos. Yo mismo cometo faltas de ortografía infantiles, absolutamente vergonzosas, de forma habitual, más pendiente de lo que cuento que de cómo lo cuento, pero gracias a esta herramienta de trabajo que atiende por Word, es posible caminar más tranquilo por este universo virtual.Un noble y atento lector tiene la deferencia de remitir la información que sigue relativa a una inmemorial mancomunidad de pueblos. No se añade nada. Solamente, improbable lector, intente descubrir alguna errata.
Mantenemos la existencia de una letra, la h, que salvo que vaya precedida por la letra c es muda.Es un idioma, en fin, para los no castellano parlantes, realmente complejo de aprender por sus muchas excepciones y sus múltiples reglas ortográficas.
Y no solo para ellos. Yo mismo cometo faltas de ortografía infantiles, absolutamente vergonzosas, de forma habitual, más pendiente de lo que cuento que de cómo lo cuento, pero gracias a esta herramienta de trabajo que atiende por Word, es posible caminar más tranquilo por este universo virtual.Un noble y atento lector tiene la deferencia de remitir la información que sigue relativa a una inmemorial mancomunidad de pueblos. No se añade nada. Solamente, improbable lector, intente descubrir alguna errata.