Se proponían en una reciente entrada las armas de la I duquesa de Franco 
como una cruz de gules cantonada de cuatro lises de azur en campo de oro. 
Armas que habíamos admirado, dispuestas sobre un manto de gules con forro de armiños, como es obligado entre los grandes de España, en el excelente libro del maestro Pardo de Guevara, ilustrado por el heraldista Bugallal, Manual de heráldica española.No obstante lo anterior, debemos corregir la información expuesta. Nos informan otros, que también son maestros en estas ciencias, que las armas que la I duquesa de Franco asumió para sí y sus sucesores en la merced fueron las elegidas a su vez por su padre,
el general anterior jefe del estado: La banda de oro engolada en dragantes que sirviera como divisa de la orden castellana del mismo nombre, 
instituida por don Alfonso XI en torno al año 1336, aunque no sobre campo de gules, como el rey fundador dispuso, sino sobre púrpura. Armas que se acompañaron de dos columnas, puestas uno en lo alto y otra en lo bajo, con las cartelas y coronas habituales para significar el imperio y el reino.
Son estas armas las que el general Franco 
asumió como propias, acoladas de la laureada, 
y las que doña Carmen Franco y Polo, Bahamonde y Martínez-Valdés, creada en 1975, I duquesa de Franco tomó por propias como herencia armera.
