A modo de continuación de la entrada relativa al origen del emblema del Ejército del Aire, hoy se propone otro tema relacionado con aquel. Aunque, como se expuso, la heráldica se limita al estudio de las figuras que se inscriben dentro de una boca de escudo, el tema que hoy se expone consideramos que pudiera aportar algún conocimiento que le resultará interesante, improbable lector. Hoy se desea llamar su atención sobre el aspa, siempre negra, que campea sobre fondo, siempre blanco, en la deriva, en la cola, de los aviones de nuestro Ejército del Aire. Quizá no haya reparado en el detalle, improbable lector, pero se trata de una marca distintiva del todo original, al menos en relación con los países de nuestro entorno.Tradicionalmente, los emblemas utilizados por las aeronaves militares se han circunscrito, nunca mejor dicho, a la boca de una escarapela, de una circunferencia. Pero las aeronaves militares españolas ostentan orgullosas, además, en su deriva, ese cuadro blanco rasgado por un aspa negra, que en los, ahora habituales, despliegues y ejercicios internaciones distingue con claridad nuestros aparatos del resto de aviones extranjeros.Al contrario que el emblema del Ejércirto del Aire, que posee un origen aristocrático y distinguido, cercano a la familia real, el comienzo de la andadura de este aspa negra es mucho más prosaico.Hemos podido leer diferentes estudios, muy documentados, que hacen provenir el aspa negra de la aviación militar de las banderas coronelas de nuestros antiguos tercios, que tanta gloria dieron a España por su valor, acreditado infinitas veces y en innumerables campos de batalla de media Europa.Y es que el aspa de Borgoña sirvió para identificar las unidades militares españolas desde el advenimiento de la dinastía borgoñona en la persona de Felipe I de Castilla, el hermoso, esposo de la reina Juana I, la loca.Estos estudios que se citan, asimilan, quieren hacer coincidir, el aspa negra de nuestros aviones con la, merecidamente gloriosa, aspa roja de Borgoña, que efectivamente significó a los tercios españoles como bandera, y que aun hasta entrado el siglo XX siguió adornando la bandera nacional. Pero la realidad es otra.El aspa negra que campea en la deriva de las aeronaves militares españolas tiene su origen en la guerra civil de 1936. Al comenzar el conflicto, el 18 de julio de 1936, los aviones de uno y otro bando no establecieron diferencia en sus escarapelas tricolores, de forma que, en un incipiente estado de conflicto, se produjeron desgraciados accidentes al ser derribados aviones amigos. Algunos aviadores del bando nacional, sustituyeron entonces, en la escarapela, el círculo central morado por otro rojo, formando la bandera bicolor. Pero este cambio era inapreciable en el aire. El derribo por fuego amigo del avión Breguet 19 con base en Sevilla, tripulado por el teniente Jesús Lassala Liñán y el cabo Ros, el 7 de agosto, transcurridos escasos veinte días desde el alzamiento en armas del 18 de julio, fue el detonante del cambio en la identificación visual de los distintivos.El todavía solo general, Francisco Franco, por decreto del día 8 de agosto de 1936, ordenó que, para evitar más derribos no deseados, las aeronaves militares del bando nacional dispusieran pintura negra sobre las escarapelas que poseían en sus fuselajes. Después los aviadores se encargarían de añadir otros motivos sobre la negra pintura. Y en la deriva se ordenó que se actuara disponiendo,sobre fondo blanco, un aspa negra.Que el anterior jefe del estado se inspirara en la cruz de san Andrés o aspa de Borgoña para establecer el diseño es posible. Pero más parece obedecer a un deseo de perfecta distinción, de nueva identificación, que dispone pintura sobre el anterior, sobre el tan denostado símbolo que incluso es tachado con un aspa.