Ya se habló en este blog de monseñor Bruno Bernard Heim, arzobispo titular de Xanthús, nuncio de su santidad. Fue el arzobispo que diseñó las armas de los cuatro últimos papas difuntos. Pero este arzobispo, de feliz memoria, no solo diseñó armas relacionadas con la Iglesia. Uno de sus más equilibrados escudos es el que se pospone a estas lineas y que pertenece a la ciudad tinerfeña de Puerto de la Cruz, en el norte de la isla.
Fue diseñado por Monseñor Heim, toda vez que, consecuencia de la amistad con un compatriota suyo suizo, nacionalizado posteriormente español y dueño de un hotel en la costa de la ciudad, fue invitado a organizar las armas del municipio. Son estas:
Copio, de la página turística del ayuntamiento de la ciudad, la descripción que hace de las armas del municipio:
"En el centro, el dragón de sinople linguado de gules, mítico guardián del Jardín de las Hespérides, más allá de las columnas de Hércules, el Edén de las tres Ninfas de Oro; sobre sus lomos, la cruz latina de gules, la cruz del Puerto que contempla su nombre y sus tradiciones; bajo las garras de aquel la acompaña de azul y tres fajas ondeadas de plata, las ondas navegantes raíces de la ciudad como medio de comercio y expansión; superpuesta, la llave de sable que abre el camino a las rutas de las indias; al timbre, la corona reflejo de la monarquía de los Reyes Católicos."
Fue diseñado por Monseñor Heim, toda vez que, consecuencia de la amistad con un compatriota suyo suizo, nacionalizado posteriormente español y dueño de un hotel en la costa de la ciudad, fue invitado a organizar las armas del municipio. Son estas:
Copio, de la página turística del ayuntamiento de la ciudad, la descripción que hace de las armas del municipio:
"En el centro, el dragón de sinople linguado de gules, mítico guardián del Jardín de las Hespérides, más allá de las columnas de Hércules, el Edén de las tres Ninfas de Oro; sobre sus lomos, la cruz latina de gules, la cruz del Puerto que contempla su nombre y sus tradiciones; bajo las garras de aquel la acompaña de azul y tres fajas ondeadas de plata, las ondas navegantes raíces de la ciudad como medio de comercio y expansión; superpuesta, la llave de sable que abre el camino a las rutas de las indias; al timbre, la corona reflejo de la monarquía de los Reyes Católicos."