martes, 1 de marzo de 2011

ESTANDARTES. BANDERA DE PRESENCIA

Nuestros compañeros de la Armada han sabido afrontar la modernidad sin renunciar a sus más genuinas tradiciones. Admirable.
Una muestra de esta práctica correctísima es la relativa a la bandera de presencia. Consiste en izar en uno de los palos, antes de madera para sustentar las velas y hoy metálicos para permitir las comunicaciones, una enseña que indica la presencia del comandante del buque a bordo. A tal fin se usa el tercer repetidor: un estandarte corneta blanco recorrido por una faja negra.
Durante siglos, dado que los oficiales de buque fueron invariablemente nobles, se utilizaba para señalar su presencia a bordo un paño con las armas del comandante o, en su defecto, se abreviaban las armas reales y se disponían las particulares en uno de los cuarteles.
Pero esta práctica no se limita al ámbito naval. En determinadas casas, aquellas que aún mantienen sus tradiciones propias, igualmente se usa un distintivo para indicar la presencia del titular del solar. Habitualmente, como en los buques de antaño, una bandera en la que se han representado las armerías.
Hoy se expone una breve serie de imágenes en las que se pone de manifiesto esta práctica: el izado de enseña que indica la presencia del titular de las armerías.
En el Palacio real de Madrid, cuando nuestro rey acude a celebrar las ceremonias propias de su altísima condición se iza en la fachada sur, pareja a la bandera nacional, el estandarte real.

Y en su residencia de la Zarzuela se exhibe su estandarte cuando el rey se encuentra en palacio:
De la misma forma, el príncipe de Asturias anuncia su presencia en palacio exhibiendo en la entrada principal su propio estandarte.

La duquesa de Medinaceli, actual titular de la desposeída dinastía de la Cerda, igualmente, en el antiquísimo palacio, pero aún en uso, conocido como Casa de Pilatos de la capital andaluza, dispone bandera blanca con sus armas sobre el arco de entrada al recinto.
Y por fin, se muestran varias imágenes del estandarte real de Inglaterra que indica, del mismo modo, la presencia de la soberana de aquellos lares en las diferentes estancias que ocupa.
En su residencia del castillo de Windsor:

En el parlamento, cuando acude a inaugurar el curso de sesiones:
O incluso en los aviones en los que viaja:
Mientras redactaba esta entrada he propuesto a mi mujer que dispusiésemos un mástil en el que poder izar una bandera con mis armas. La lástima es que habitando una casa estilo revolución industrial, un palo con un estandarte resultaría chocante.
Le he explicado entonces que, en vez de bandera, podría recurrir a un pequeño escudo en la pared del porche de entrada que indicara mi presencia en el interior. O mejor, una serie de clavos en los que poder colgar pequeños escudos que señalaran quiénes se encuentran en casa. Su respuesta ha sido contundente: Campeón, vas a acabar como don Quijote; deja ya de escribir tonterías y ponte a estudiar con los niños. Improbable lector, me voy a repasar mi EGB.