Don José Juan:
Me parecen de muy mal gusto los artículos de éste o aquel caballero y menos aun en los términos de ofensa en los que vienen siendo expresados. Todo cuando por mi parte no ha sido mencionada persona o entidad alguna y que solamente me he limitado a dar mi opinión al respecto de un asunto concreto, tan válida como otra cualquiera.
NUNCA HE INSULTADO A NADIE. Suelo comportarme educadamente y disculparme si es que me he dirigido directamente hacia alguien con mis palabras y/o por mis actos puedo llegar a ofender.
Decir que quienes al parecer se dirigen a mí y descalifican son otras personas, yo nunca he personalizado, insultado, ni despreciado con mis críticas sobre nada ni sobre nadie, y si lo he hecho expresamente hacia alguien siempre me he disculpado convenientemente.
Entiendo que toda crítica es constructiva y veo correcto que se critiquen mis palabras, pero lo que veo menos correcto es que siempre sean las mismas personas y en los mismos términos, ¿qué es lo que temen de mis críticas estos caballeros?
Corríjame si me equivoco pero creo poder observar cierta cruzada contra quien le escribe, y parece ser que la llevan a cabo ciertos caballeros que intervienen en su blog.
He llegado a pensar que estas casualidades tan oportunas, como las que cada vez que intervengo alguien rápidamente interviene de forma inmediata para intentar decir lo contrario, acertado o no, y con el fin de hacer parecer que mi opinión es desacertada o no, es algo que me hace creer que tanta tanta casualidad parece hasta orquestada.
También debo decirle que yo he intentado en alguna ocasión matizar algo al respecto de un comentario ya publicado y nunca he visto que se publicaran mis modestos apuntes tan rápidamente como se ha publicado éste, y que hoy se ha dejado publicar cierto artículo no muy acertado que no intenta aportar nada a la heráldica y sí en contra y de forma directa contra alguien.
Recuerdo que un amigo o admirador informaba oportunamente a su amigo o admirado para que hiciera llegar sus comentarios en defensa de no sé qué asunto que se suponía podía ir en contra de aquel, o vaya usted a saber que otros desvaríos.
A mi ni este señor ni su registro me molesta en absoluto, él sabrá por qué viene con estas embajadas cada vez que digo algo. Yo, ni digo ni diré quién o qué ente realiza lo que observo en determinados sitios de internet, esto es una información privada que me reservo, y que ni quiero autorización alguna ni la necesito para referirme ni a éste ni a aquel asunto, no tengo necesidad de ello ni de que nadie me diga que debo o no decir.
En fin, que cada vez me planteo más si es acertado o no intervenir en el blog, al parecer, sólo ciertos comentarios o personas pueden hacerlo sin censura y expresarse libremente. Yo hasta ahora siempre he dicho lo que me ha parecido bien, sin ofender a nadie, Y QUIEN SE CREA AGRAVIADO POR ELLO ES PORQUE CLARAMENTE SU IMAGINACIÓN ELUCUBRADORA LE HA LLEVADO A PRODUCIR MAQUINACIONES TALES.
Ius Sanguinis.
Francisco Domingo Larrosa Gil.
Me parecen de muy mal gusto los artículos de éste o aquel caballero y menos aun en los términos de ofensa en los que vienen siendo expresados. Todo cuando por mi parte no ha sido mencionada persona o entidad alguna y que solamente me he limitado a dar mi opinión al respecto de un asunto concreto, tan válida como otra cualquiera.
NUNCA HE INSULTADO A NADIE. Suelo comportarme educadamente y disculparme si es que me he dirigido directamente hacia alguien con mis palabras y/o por mis actos puedo llegar a ofender.
Decir que quienes al parecer se dirigen a mí y descalifican son otras personas, yo nunca he personalizado, insultado, ni despreciado con mis críticas sobre nada ni sobre nadie, y si lo he hecho expresamente hacia alguien siempre me he disculpado convenientemente.
Entiendo que toda crítica es constructiva y veo correcto que se critiquen mis palabras, pero lo que veo menos correcto es que siempre sean las mismas personas y en los mismos términos, ¿qué es lo que temen de mis críticas estos caballeros?
Corríjame si me equivoco pero creo poder observar cierta cruzada contra quien le escribe, y parece ser que la llevan a cabo ciertos caballeros que intervienen en su blog.
He llegado a pensar que estas casualidades tan oportunas, como las que cada vez que intervengo alguien rápidamente interviene de forma inmediata para intentar decir lo contrario, acertado o no, y con el fin de hacer parecer que mi opinión es desacertada o no, es algo que me hace creer que tanta tanta casualidad parece hasta orquestada.
También debo decirle que yo he intentado en alguna ocasión matizar algo al respecto de un comentario ya publicado y nunca he visto que se publicaran mis modestos apuntes tan rápidamente como se ha publicado éste, y que hoy se ha dejado publicar cierto artículo no muy acertado que no intenta aportar nada a la heráldica y sí en contra y de forma directa contra alguien.
Recuerdo que un amigo o admirador informaba oportunamente a su amigo o admirado para que hiciera llegar sus comentarios en defensa de no sé qué asunto que se suponía podía ir en contra de aquel, o vaya usted a saber que otros desvaríos.
A mi ni este señor ni su registro me molesta en absoluto, él sabrá por qué viene con estas embajadas cada vez que digo algo. Yo, ni digo ni diré quién o qué ente realiza lo que observo en determinados sitios de internet, esto es una información privada que me reservo, y que ni quiero autorización alguna ni la necesito para referirme ni a éste ni a aquel asunto, no tengo necesidad de ello ni de que nadie me diga que debo o no decir.
En fin, que cada vez me planteo más si es acertado o no intervenir en el blog, al parecer, sólo ciertos comentarios o personas pueden hacerlo sin censura y expresarse libremente. Yo hasta ahora siempre he dicho lo que me ha parecido bien, sin ofender a nadie, Y QUIEN SE CREA AGRAVIADO POR ELLO ES PORQUE CLARAMENTE SU IMAGINACIÓN ELUCUBRADORA LE HA LLEVADO A PRODUCIR MAQUINACIONES TALES.
Ius Sanguinis.
Francisco Domingo Larrosa Gil.