sábado, 31 de octubre de 2009

MELFORT

Hoy se propone a su consideración, improbable lector, el escudo de la ciudad de Melfort, en la provincia canadiense de Saskatchewan.

Se trata de un cortado encajado. El primer cuartel de sable con rayos de sol de oro puestos en palo y colocados en faja. El segundo cuartel de sinople pleno. Sirven como tenantes dos wapitis. La cimera representa un grifo de sinople del que nacen rayos de sol de oro, saliente del burelete.El escudo es estético, utiliza animales propios de la región y resulta pleno de significado en sus diferentes esmaltes y muebles. Se trata en suma, de una perfecta adaptación de la realidad que se pretende significar utilizando los elementos propios de la heráldica. Un claro ejemplo de acierto en la elección de los esmaltes, de las particiones y de las figuras que, en su composición, muestra inmejorablemente la realidad que se quiere significar.

El verde, el oro y el negro son los colores que ha adoptado como propios esta ciudad de Melfort dado que aluden a la rica tierra negra, al extenso cinturón de explotaciones agrícolas dedicadas al cultivo de trigo y al parque natural que se sitúa en la propia región.Los rayos de oro del primer cuartel indican el sobrenombre que recibe Melfort, la ciudad de las luces del norte, en tanto que el fenómeno atmosférico denominado aurora boreal se manifiesta con especial claridad en aquel territorio.

El campo de sinople pleno expresa la feracidad de la tierra y la consecuente riqueza agraria de aquel lugar.

La cimera alude a la defensa que los habitantes hacen de la riqueza de su tierra, representada en este caso por un grifo guerrero en el que se advierten de nuevo los rayos de la aurora boreal.El wapiti es una subespecie de la familia de los cérvidos endémica de esa región. No en vano el parque natural al que se ha aludido más arriba se denomina Wapiti Regional Park. Así, la disposición de los wapitis como tenantes de las armas de Melfort, al igual que el resto de figuras, demuestra una acertada y consecuente elección.