Don José Luis Sampedro Escolar tiene la deferencia de remitirnos un mensaje que se hace público.
COMMISSION INTERNATIONALE PERMANENTE
D'ÉTUDES DES ORDRES DE CHEVALERIE
INTERNATIONAL COMMISSION
FOR ORDERS OF CHIVALRY
THE PRESIDENT CHAIRMAN
D'ÉTUDES DES ORDRES DE CHEVALERIE
INTERNATIONAL COMMISSION
FOR ORDERS OF CHIVALRY
THE PRESIDENT CHAIRMAN
Diferentes medios de comunicación españoles y europeos se han hecho eco de la celebración en Zaragoza, durante los próximos 4 al 6 de diciembre, del I Congreso Internacional para la divulgación de la Historia de la Orden del Temple. Según el programa oficial está prevista la participación de algunos historiadores y periodistas especializados en la historia de la extinta Orden del Temple.
Si bien, en principio, cualquier convocatoria de un encuentro como el que se anuncia merece consideración y respeto, es preciso aclarar que los promotores del Congreso, con su presidente al frente, son miembros de la intitulada Ordo Supremus Militaris Templi Hierosolymitani (OSMTH), una entidad privada impulsada por ciudadanos particulares que forma parte del pintoresco movimiento neotemplario, en el que se integran muy diversos grupos, sin unidad de actuación alguna y cuyas relaciones están salpicadas de escisiones y desencuentros, todos los cuales se autoproclaman legítimos herederos del Temple histórico, sin que las investiduras y otros ritos que habitualmente celebran tengan validez alguna, tanto desde el punto de vista jurídico como canónico o espiritual.
Es un hecho histórico incontestable, pacíficamente aceptado en los foros académicos y científicos más relevantes y prestigiosos relacionados con el estudio de las órdenes de caballería, que la Orden del Temple fue abolida en el siglo XIV y que desde entonces la Iglesia Católica no la ha restaurado.
Así lo ha reiterado en numerosas ocasiones la Secretaría de Estado de la Santa Sede, en escrito remitido a todas las misiones diplomáticas acreditadas ante el Estado del Vaticano, la última de ellas el 21 de mayo de 2006. Dicho escrito fue reproducido por L'Osservatore Romano y señala textualmente: "Como es sabido, el antiguo Orden del Temple(Templarios) fue suprimido por el pontífice Clemente V (1305-1314 ) y nunca fue restaurado por ningún otro sucesor suyo", precisando que "Por lo que se refiere a las órdenes de caballería, la Santa Sede, además de sus propias órdenes ecuestres, reconoce y tutela sólo a la Soberana Orden Militar de Malta y a la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén”.
Como quiera que los promotores del Congreso ya han anunciado a bombo y platillo el apoyo recibido de diversas instituciones aragonesas así como las entrevistas programadas con algunas autoridades locales por los altos responsables de la Orden, todos los cuales se arrogan pomposos e inexistentes títulos, y tratamientos de cortesía y un rango protocolario que en modo alguno les corresponde, la International Commission for Orders of Chivalry (ICOC) ha estimado muy conveniente dirigirse a Vd. para aclarar los extremos apuntados y desenmascarar la inaceptable mixtificación histórica que se oculta tras la cobertura del congreso previsto en la capital aragonesa.
Si bien, en principio, cualquier convocatoria de un encuentro como el que se anuncia merece consideración y respeto, es preciso aclarar que los promotores del Congreso, con su presidente al frente, son miembros de la intitulada Ordo Supremus Militaris Templi Hierosolymitani (OSMTH), una entidad privada impulsada por ciudadanos particulares que forma parte del pintoresco movimiento neotemplario, en el que se integran muy diversos grupos, sin unidad de actuación alguna y cuyas relaciones están salpicadas de escisiones y desencuentros, todos los cuales se autoproclaman legítimos herederos del Temple histórico, sin que las investiduras y otros ritos que habitualmente celebran tengan validez alguna, tanto desde el punto de vista jurídico como canónico o espiritual.
Es un hecho histórico incontestable, pacíficamente aceptado en los foros académicos y científicos más relevantes y prestigiosos relacionados con el estudio de las órdenes de caballería, que la Orden del Temple fue abolida en el siglo XIV y que desde entonces la Iglesia Católica no la ha restaurado.
Así lo ha reiterado en numerosas ocasiones la Secretaría de Estado de la Santa Sede, en escrito remitido a todas las misiones diplomáticas acreditadas ante el Estado del Vaticano, la última de ellas el 21 de mayo de 2006. Dicho escrito fue reproducido por L'Osservatore Romano y señala textualmente: "Como es sabido, el antiguo Orden del Temple(Templarios) fue suprimido por el pontífice Clemente V (1305-1314 ) y nunca fue restaurado por ningún otro sucesor suyo", precisando que "Por lo que se refiere a las órdenes de caballería, la Santa Sede, además de sus propias órdenes ecuestres, reconoce y tutela sólo a la Soberana Orden Militar de Malta y a la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén”.
Como quiera que los promotores del Congreso ya han anunciado a bombo y platillo el apoyo recibido de diversas instituciones aragonesas así como las entrevistas programadas con algunas autoridades locales por los altos responsables de la Orden, todos los cuales se arrogan pomposos e inexistentes títulos, y tratamientos de cortesía y un rango protocolario que en modo alguno les corresponde, la International Commission for Orders of Chivalry (ICOC) ha estimado muy conveniente dirigirse a Vd. para aclarar los extremos apuntados y desenmascarar la inaceptable mixtificación histórica que se oculta tras la cobertura del congreso previsto en la capital aragonesa.
Pier Felice degli Uberti
Milano, 25 de Septembre 2 009.