Es heraldaria una página de internet que mantiene una empresa dedicada a la heráldica comercial. En el ámbito de ese lugar virtual se ha desarrollado un muy visitado foro dedicado no solo a la heráldica sino también a la nobiliaria y a la genealogía.Se inició recientemente en ese foro una conversación promovida desde norteamérica por medio de una pregunta lanzada al aire por don José de Herrera. Recordará, improbable lector a don José de Herrera, quien recientemente intervino en el blog que está leyendo para cuestionar los tabardos que portaban las estatuas del catafalco del almirante Colón.
Durante el desarrollo de esa interesante conversación virtual cuya lectura se recomienda, intervino uno de los máximos exponentes de la corriente de pensamiento actual en materia heráldica, don Ignacio Koblischek.Ya se ha hablado en este blog de don Ignacio Koblischek. Este heraldista, cuyas armas adornan esta entrada, mantiene en la red un registro de armas denominado Registro internacional de armas gentilicias, RIAG. Este es el enlace a la página de entrada y este otro un ejemplo de su calidad registral que, en un acto de vanidad, incluye las armas de quien estas líneas escribe, mis propias armas.
Y es que ante la ausencia en España de una renovación, o mejor recreación del extinto cuerpo de cronistas-reyes de armas, don Ignacio se ha decidido a realizar su labor registral de armas gentilicias con absoluto acierto. Registro que realiza gratuitamente y con una acertada filosofía de la que se hablará en una entrada posterior.
Durante el desarrollo de esa interesante conversación virtual cuya lectura se recomienda, intervino uno de los máximos exponentes de la corriente de pensamiento actual en materia heráldica, don Ignacio Koblischek.Ya se ha hablado en este blog de don Ignacio Koblischek. Este heraldista, cuyas armas adornan esta entrada, mantiene en la red un registro de armas denominado Registro internacional de armas gentilicias, RIAG. Este es el enlace a la página de entrada y este otro un ejemplo de su calidad registral que, en un acto de vanidad, incluye las armas de quien estas líneas escribe, mis propias armas.
Y es que ante la ausencia en España de una renovación, o mejor recreación del extinto cuerpo de cronistas-reyes de armas, don Ignacio se ha decidido a realizar su labor registral de armas gentilicias con absoluto acierto. Registro que realiza gratuitamente y con una acertada filosofía de la que se hablará en una entrada posterior.