Comienza con esta entrada una serie relativa a los escudos de las unidades del ejército de tierra de España. He de confesar, improbable lector, que siendo comandante del ejército del aire y habiendo observado el desorden heráldico que caracteriza al ejército al que pertenezco, siento una envidia sana al comprobar que nuestros compañeros del ejército de tierra han sabido dotarse de una simbología muy cuidada en su aspecto heráldico.
En el ámbito del ejército de tierra, es el instituto de historia y cultura militar, órgano dependiente del mando de personal, el encargado del estudio y propuesta de los diferentes escudos que simbolizarán las unidades.
La adscripción a una unidad militar es el vínculo palpable a través del que se pone de manifiesto la pertenencia a la familia castrense. Tal es su importancia que, al igual que los marineros portan en la cinta del gorro el nombre del buque o acuartelamiento de destino, nuestros compañeros del ejército de tierra disponen sobre la manga de la guerrera de su uniforme el escudo de su unidad de destino. El actual emblema del ejército de tierra es relativamente reciente. Hasta la finalización de la guerra civil, se portó sobre el uniforme el símbolo de cada una de las armas: Artillería, caballería, infantería y demás, acompañado, en su caso, de la corona real.Acabada la guerra civil, se convocó un concurso que dotara de un solo emblema a todo el ejército de tierra. El motivo que se adoptó, aunque estético, no fue, a nuestro juicio, muy acertado. El símbolo del águila no parece el más propio de un ejército de tierra. Más parece un emblema que representa al ejército del aire. Quizá un león, si es que ha de ser un animal el que signifique a la institución, hubiera sido más acertado. En cualquier caso es una apreciación personal.
El diseño del águila, además, es copia del estilo heráldico germánico. Desde inmemorial, las águilas que se dibujaron sobre escudos como motivo heráldico, en estos reinos que hoy son España, no tuvieron las alas apuntando hacia arriba, sino hacia abajo, como el águila que portaba el anterior escudo nacional.Quizá no fuera descabellado ir sopesando la posibilidad de renovar la simbología y adoptar una nueva figura que significara con más acierto al ejército de tierra español.
Como enlace introductorio se propone esta interesante página del propio ministerio de defensa.
No deseo terminar esta entrada sin mostrar mi público agradecimiento al teniente coronel don Eduardo García-Menacho y Osset, de los marqueses de Santa Marina, miembro del ejército de tierra y al teniente coronel don Pablo Meroño y Fernández, distinguido caballero del ejército del aire, por sus muy valiosas informaciones sobre este asunto.
En el ámbito del ejército de tierra, es el instituto de historia y cultura militar, órgano dependiente del mando de personal, el encargado del estudio y propuesta de los diferentes escudos que simbolizarán las unidades.
La adscripción a una unidad militar es el vínculo palpable a través del que se pone de manifiesto la pertenencia a la familia castrense. Tal es su importancia que, al igual que los marineros portan en la cinta del gorro el nombre del buque o acuartelamiento de destino, nuestros compañeros del ejército de tierra disponen sobre la manga de la guerrera de su uniforme el escudo de su unidad de destino. El actual emblema del ejército de tierra es relativamente reciente. Hasta la finalización de la guerra civil, se portó sobre el uniforme el símbolo de cada una de las armas: Artillería, caballería, infantería y demás, acompañado, en su caso, de la corona real.Acabada la guerra civil, se convocó un concurso que dotara de un solo emblema a todo el ejército de tierra. El motivo que se adoptó, aunque estético, no fue, a nuestro juicio, muy acertado. El símbolo del águila no parece el más propio de un ejército de tierra. Más parece un emblema que representa al ejército del aire. Quizá un león, si es que ha de ser un animal el que signifique a la institución, hubiera sido más acertado. En cualquier caso es una apreciación personal.
El diseño del águila, además, es copia del estilo heráldico germánico. Desde inmemorial, las águilas que se dibujaron sobre escudos como motivo heráldico, en estos reinos que hoy son España, no tuvieron las alas apuntando hacia arriba, sino hacia abajo, como el águila que portaba el anterior escudo nacional.Quizá no fuera descabellado ir sopesando la posibilidad de renovar la simbología y adoptar una nueva figura que significara con más acierto al ejército de tierra español.
Como enlace introductorio se propone esta interesante página del propio ministerio de defensa.
No deseo terminar esta entrada sin mostrar mi público agradecimiento al teniente coronel don Eduardo García-Menacho y Osset, de los marqueses de Santa Marina, miembro del ejército de tierra y al teniente coronel don Pablo Meroño y Fernández, distinguido caballero del ejército del aire, por sus muy valiosas informaciones sobre este asunto.