En el barrio de Madrid que diseñara, y al que diera nombre, el marqués de Salamanca, se agruparon, en el siglo XIX y una parte del XX, un gran número de familias de la nobleza. Para su digno acomodo se construyeron muchos palacetes que hoy llamaríamos chalets. Palacetes que, con el paso de los años, han ido desapareciendo hasta prácticamente extinguirse.No obstante lo anterior, en la calle don Ramón de la Cruz de Madrid, a escasos metros de la Castellana, columna vertebral que recorre de norte a sur el centro de la ciudad, se alza orgulloso un palacete singular.
Rodeado de edificios de hasta ocho alturas, la que fuera vivienda de los vizcondes de Llanteno mantiene su desafiante anacronismo a los ojos de los viandantes.Una placa dispuesta sobre su fachada por el ayuntamiento de Madrid recuerda que, dentro de aquellos muros, vivió doña Blanca de Igual, vizcondesa consorte de Llanteno. Mujer cuya vida requiere unas líneas:Doña Blanca de Igual nació en Madrid en 1880. Casó con el vizconde de Llanteno habitando el palacete que nos ocupa donde, siendo gran aficionada a la política en una época en la que las mujeres tenían tal área vedada, recibía habitualmente la visita de insignes próceres como Miguel Primo de Rivera o José Calvo Sotelo.Viuda desde 1923, el general Primo de Rivera, I duque de Primo de Rivera, a la sazón presidente del gobierno, promovió su participación en la gestión municipal de Madrid siendo una de las tres primeras mujeres concejales de nuestro ayuntamiento.
A ella se debe la construcción del cementerio de la Almudena, que inauguró y en el que adquirió un panteón donde permanece enterrada. Igualmente, se debe a su genio la instauración del día del Libro y la ordenanza que estableció que los automóviles en Madrid circularan por la derecha de la vía.Su bisnieta, doña Isabel Parra y Stucky de Quay, ostenta actualmente, desde el año 2004, el legado de tan gran persona junto con el título de vizcondesa de Llanteno.
Las armas asociadas al título por el I vizconde, don José Murga y Reolid, Michelena y Gómez, son: En campo de plata, cinco panelas de sinople puestas en aspa, acompañadas, en punta, de ondas de azur y plata. Bordura de gules cargada con ocho estrellas de oro.
Rodeado de edificios de hasta ocho alturas, la que fuera vivienda de los vizcondes de Llanteno mantiene su desafiante anacronismo a los ojos de los viandantes.Una placa dispuesta sobre su fachada por el ayuntamiento de Madrid recuerda que, dentro de aquellos muros, vivió doña Blanca de Igual, vizcondesa consorte de Llanteno. Mujer cuya vida requiere unas líneas:Doña Blanca de Igual nació en Madrid en 1880. Casó con el vizconde de Llanteno habitando el palacete que nos ocupa donde, siendo gran aficionada a la política en una época en la que las mujeres tenían tal área vedada, recibía habitualmente la visita de insignes próceres como Miguel Primo de Rivera o José Calvo Sotelo.Viuda desde 1923, el general Primo de Rivera, I duque de Primo de Rivera, a la sazón presidente del gobierno, promovió su participación en la gestión municipal de Madrid siendo una de las tres primeras mujeres concejales de nuestro ayuntamiento.
A ella se debe la construcción del cementerio de la Almudena, que inauguró y en el que adquirió un panteón donde permanece enterrada. Igualmente, se debe a su genio la instauración del día del Libro y la ordenanza que estableció que los automóviles en Madrid circularan por la derecha de la vía.Su bisnieta, doña Isabel Parra y Stucky de Quay, ostenta actualmente, desde el año 2004, el legado de tan gran persona junto con el título de vizcondesa de Llanteno.
Las armas asociadas al título por el I vizconde, don José Murga y Reolid, Michelena y Gómez, son: En campo de plata, cinco panelas de sinople puestas en aspa, acompañadas, en punta, de ondas de azur y plata. Bordura de gules cargada con ocho estrellas de oro.