Después de tantos años de democracia en España, ya se considera asentado el sistema de administración territorial denominado autonómico, que en otras circunstancias se hubiera llamado, con más criterio histórico, foralista, en tanto que no otra cosa quiere significar. Que cada región negocia con el gobierno central sus propias leyes particulares, sus fueros.
La región autónoma de mayor extensión territorial en España es Castilla y León. Esta región trae por armas, como sabe improbable lector, el cuartelado real de los reinos castellano y leonés.Sabido es que ese escudo fue potestativo de los reyes titulares de estos reinos y de sus herederos desde 1230, en que se unieron definitivamente los dos reinos en la persona del rey san Fernando III, y hasta la revisión heráldica decretada por la reina titular doña Isabel I, la católica, en torno a 1492.En consecuencia, dado que hemos tenido ocasión de leer en la red que la comunidad autónoma de Castilla y León debería reformar sus armas debido a la usurpación ilegítima de un escudo histórico nacional, se desea añadir una opinión para dilucidar lo que podría ser más correcto.
Solamente existirá confusión entre ambos escudos, el correspondiente a los reinos y a la comunidad autónoma, en los documentos y labras armeras correspondientes a ese periodo medieval. Es verdad que gente verdaderamente ignorante, al contemplar una catedral y ver las armas de los reyes de ese periodo medieval, podrán interpretar que se trata del escudo de la comunidad autónoma, pero realmente será improbable tamaña ignorancia atendendiendo, tan solo, a la extrema disparidad temporal.
Y es más cierto también que a partir de la revisión heráldica ordenada por el rey Carlos III, que deseaba incluir los cuarteles de su añorada Italia, las armas centrales del escudo de España, o escudo pequeño, pasaron a ser el escudo antiguo de los reyes de Castilla y León, el cuartelado real, pero con la adición del escusón, ovalado por la moda del momento, y tan propio de damas, que aun padecemos, entado en punta de Granada, y habitualmente orlado por el toisón.Esta adición de escusón y campo entado en punta, a nuestro juicio, hace ambos escudos inconfundibles.En consecuencia, nuestra opinión es considerar que es inmotivado el deseo de adecuación de las armas de la actual Castilla y León para evitar una usurpación de armas nacionales que no existe.
La región autónoma de mayor extensión territorial en España es Castilla y León. Esta región trae por armas, como sabe improbable lector, el cuartelado real de los reinos castellano y leonés.Sabido es que ese escudo fue potestativo de los reyes titulares de estos reinos y de sus herederos desde 1230, en que se unieron definitivamente los dos reinos en la persona del rey san Fernando III, y hasta la revisión heráldica decretada por la reina titular doña Isabel I, la católica, en torno a 1492.En consecuencia, dado que hemos tenido ocasión de leer en la red que la comunidad autónoma de Castilla y León debería reformar sus armas debido a la usurpación ilegítima de un escudo histórico nacional, se desea añadir una opinión para dilucidar lo que podría ser más correcto.
Solamente existirá confusión entre ambos escudos, el correspondiente a los reinos y a la comunidad autónoma, en los documentos y labras armeras correspondientes a ese periodo medieval. Es verdad que gente verdaderamente ignorante, al contemplar una catedral y ver las armas de los reyes de ese periodo medieval, podrán interpretar que se trata del escudo de la comunidad autónoma, pero realmente será improbable tamaña ignorancia atendendiendo, tan solo, a la extrema disparidad temporal.
Y es más cierto también que a partir de la revisión heráldica ordenada por el rey Carlos III, que deseaba incluir los cuarteles de su añorada Italia, las armas centrales del escudo de España, o escudo pequeño, pasaron a ser el escudo antiguo de los reyes de Castilla y León, el cuartelado real, pero con la adición del escusón, ovalado por la moda del momento, y tan propio de damas, que aun padecemos, entado en punta de Granada, y habitualmente orlado por el toisón.Esta adición de escusón y campo entado en punta, a nuestro juicio, hace ambos escudos inconfundibles.En consecuencia, nuestra opinión es considerar que es inmotivado el deseo de adecuación de las armas de la actual Castilla y León para evitar una usurpación de armas nacionales que no existe.