Ya se ha hablado en este blog de las armas que hoy llamamos del reino de Aragón y que fueron inicialmente, como se explicó en las entradas de los días 25 y 27 de febrero, del príncipe soberano de Cataluña y conde, también soberano, de Barcelona.
Se habló también de la falacia que supone la fábula que indica que el rey Carlos el gordo de Francia habría manchado, de la sangre de Wilfredo el Velloso, el escudo de éste, de oro pleno, jurando venganza para el conde:
Vienen a colación estos datos al haber encontrado en la red una fotografía de la tumba del conde Wilfredo el velloso, que vivió en época evidentemente preheráldica y en la que se disponen las armas de los condes de Barcelona en un escudo coloreado: