Nuestra Carta Magna no recoge el escudo que ondea en nuestra bandera. No fue hasta tres años después, en que por ley orgánica, se definió en términos heráldicos el escudo. Tan extraño resultó aquel lenguaje que fue necesario dibujarlo para que la población entendiera el escudo. Por ultimo, otro real decreto definió los colores. Señalar además que nuestro rey Carlos III, quien creó la bandera actual, la definió como soporte de “mis reales armas”. Es decir no pretendió nada más que el hecho de que la tela que soportaba sus armas, fuera visible a mucha distancia en el mar. Y es que en aquella época, las tres potencias navales, España, Francia e Inglaterra, tenían pabellones blancos: España y Francia telas blancas sobre las que se disponían las armas de sus respectivos reyes. No hay que olvidar que el blanco era el color tradicional de la casa de Borbón. Inglaterra traía una bandera blanca también, con una fina cruz roja de san Jorge, que todavía ostenta. Ante este parecido, en el mar, barcos amigos habían entablado combate y barcos enemigos habían logrado huir evitando guerrear, al no distinguir con claridad las armas de los reyes que se apoyaban en esas telas blancas. Por esta razón, el rey Carlos III eligió un soporte para sus reales armas tan vistoso. Y lo que fue solo soporte, siendo lo importante las armas, se trocó, resultando que hoy lo fundamental es el soporte, olvidando lo que soporta: El escudo del rey. En esta página encontrará, improbable lector, en los enlaces reseñados, los textos exactos de la normativa que regula nuestro escudo: http://www.la-moncloa.es/Espana/ElEstado/Simbolos/Elescudo.htm