Evidentemente este cuaderno no lo lee nadie de la casa real. Y hacen muy bien. Sería una frivolidad entretenerse con este pasatiempo heráldico. Deben atender a cosas más importantes que esta excentricidad que supone tratar a diario sobre heráldica en pleno siglo XXI. Pero la realidad es que la heráldica sigue viva. Sigue viva en tanto que se siguen adoptando armas a diario. Por parte de, evidentemente, un sector absolutamente minoritario de la sociedad. Pero, y esto ya no es tan evidente, por un sector socialmente cultivado. No quiero dejar de recordar que el escudo, en nuestros reinos, en España, es propiedad de quienquiera que desee hacerse diseñar armas nuevas. No hay que ser noble, no hay que ser nada. Hay que elegir unas armas. Nada más. En el extranjero no ocurre así. Es necesario acceder a la nobleza. Aquí no. Aquí tiene armas quienquiera que desee tener escudo y registrarlo ante un rey de armas. La corona tiene sus funciones en España. Diferentes de las de la monarquía de, por ejemplo, Gran Bretaña. Pero, aunque sea una monarquía cercana, asimilada al resto de la sociedad, debe mantener una serie de formas que la distancien, aunque sea mínimamente. Una de esas formas de distinción podría ser, por ejemplo, el nombrar un rey de armas, al menos uno. Y es que el último rey de armas aceptado sin problemas ha muerto hace ya unos años. Ha muerto quien, en nombre del rey, podía conceder armas nuevas.La heráldica no es propia de la nobleza. No es exclusiva de clase social alguna. Es igualitaria. Pero suele asimilarse mentalmente a una cierta distinción, propia de la corona. ¿Por qué no reinventarla? El resultado sería: Igualitario en tanto que la heráldica es propia de la sociedad toda, no de una parte. Pero a la vez adornaría a nuestra corona de un toque tradicional, que le otorgaría más distinción ante el resto de la nación.
Estados tan adelantados socialmente como Gran Bretaña, Canadá, Irlanda o Sudáfrica mantienen reyes de armas que son requeridos para menesteres mucho mas elitistas que los que tradicionalmente han tenido los reyes de armas en nuestros reinos. Propongo la visita a, por ejemplo, esta página donde se detallan las autoridades que actualmente conceden armas a quien lo solicite y tenga derecho a ello: http://www.amateurheralds.org/authorities-rev.html. O a esta otra, donde se accede al Colegio de Armas: Corporación que se encarga institucionalmente de la materia heráldica: http://www.college-of-arms.gov.uk/ Le propongo también que visite estas otras dos páginas donde se hace mención a los heraldos españoles de otras recientes épocas y a sus trabajos: http://heraldry.freeservers.com/certificates.html y http://heraldry.freeservers.com/heralds.html. Como se expuso en otras entradas de esta página, existen actualmente en España cronistas de armas que se encargan de ordenar adecuadamente los escudos armeros de los pueblos de las diferentes regiones. Y hasta hace poco tiempo, un rey de armas de los anteriores, venía certificando armas a los particulares que lo solicitaban también. Pero, es verdad que a petición del propio interesado, el señor marqués de la Floresta, el Consejo de Estado ha negado validez oficial a sus certificaciones armeras. A pesar de que el propio rey don Juan Carlos, extraordinario monarca, ha refrendado con su firma la validez de certificaciones realizadas por don Alfonso de Ceballos-Escalera. ¿No podría resultar conveniente revisar la decisión del Consejo de Estado y dar validez a las certificaciones que pudiera expedir el señor marqués? ¿Y por qué no ir más allá? ¿Por qué no se concede patente a otras personas de probada sabiduría heráldica para que también se encarguen de esta tarea tan propia de nuestra historia? Para concluir, recordar que existe en Madrid una Real Academia de Genealogía y Heráldica. En ella se encuadran los más preclaros expertos en la materia heráldica que existen en nuestra nación. Podría recurrirse a su sabiduría para formar un colegio de reyes de armas de carácter nacional que nos equiparara a otras naciones de nuestro entorno social, cultural y económico. Se añade la dirección de la página de la Real Academia de Genealogía y Heráldica: http://www.insde.es/ramhg/. En ella se recomienda la lectura de los artículos de heráldica y de los boletines trimestrales.