miércoles, 8 de agosto de 2007

LA CORONA DE ALFONSO VIII

La corona que acompaña estas lineas, cuentan los estudiosos del tema, que es la que ciñó sobre sus sienes Alfonso VIII, el de las Navas. Evidentemente los camafeos y las piedras preciosas se añadieron años después.

Las coronas del resto de Europa tienen sobre sus diademas hojas de acanto. Incluso la actual corona real de España mantiene esas hojas.

Existen gloriosas excepciones: Francia, que disponía flores de lis e Inglaterra que luce cruces griegas, aparte las lises. Qué pena que aquí no hayamos sabido mantener esa diferenciación en la corona. Al contrario, hemos sido tan avispados que la corona de Alfonso VIII señalaría hoy, sobre el escudo de España, nada menos que el sistema de Estado contrario a la monarquía y que tan nefastos resultados ha tenido para España. Ahora, esa corona que se llamó real en al cabeza de Alfonso VIII y sus sucesores se denomina corona mural.

Dicen los expertos que debe tratarse de la verdadera corona del rey citado, atendiendo al diseño de los castillos. Son idénticos en su forma a los que se labraron sobre la tumba de este rey. Ese diseño cambió rápidamente. Además fue Alfonso VIII quien dibujó por primera vez sobre su escudo, en pleno nacimiento de la heráldica, el castillo de castilla. A su muerte, salvo el efímero reinado de su hijo Enrique I, no se volvió a usar el castillo aislado como armas reales. Su nieto y sucesor san Fernando III combinó el castillo y el león en el conocido cuartelado.

La corona de Alfonso VIII se expone permanentemente en el Monasterio que fundara el propio rey aludido en las Huelgas Reales de Burgos.