viernes, 4 de junio de 2010

LA REINA MARÍA CRISTINA

Al hilo de la anterior entrada, en la que se reflexionaba sobre los motivos de legitimación de los dos bandos que desangraron España en las guerras civiles del siglo XIX, hoy se proponen unas someras líneas sobre la descendencia de la reina, viuda del rey don Fernando VII, doña María Cristina de Borbón-Dos Sicilias.Nacida en Palermo, fue hija del rey don Francisco I de Dos Sicilias y de la infanta de España doña María Isabel de Borbón, hija a su vez del rey de España don Carlos IV. Consecuentemente, el matrimonio de María Cristina con su tío don Fernando VII, veintidós años mayor que ella, requirió dispensa papal.La reina María Cristina, viuda con tan solo veintisiete años y dos hijas supo jugar bien su papel. Apoyada, cuentan que en contra de sus propios principios, en los llamados liberales actuó con dignidad y acierto como regente de su hija, la reina Isabel II, durante siete años.En ese periodo conoció, al dejar caer un pañuelo de su carroza, a un elegante sargento de la guardia de corps, que recogió la prenda y con el que casó en secreto cuatro meses después de enviudar. Este sargento, don Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, Funes y Ortega, hidalgo de sangre, alcanzó la dignidad de caballero del Toisón, siendo además creado I duque de Riánsares, denominación de título procedente de un arroyo que atravesaba su pueblo natal.La reina gobernadora María Cristina amasó una considerable fortuna en asociación comercial con el general Narváez.La descendencia de este matrimonio fue agraciada invariablemente con títulos nobiliarios otorgados por la reina Isabel II para sus medio hermanos. La nómina de títulos creados para los Muñoz y Borbón fue la que sigue:La hija mayor, María Amparo, nacida un año después de enviudar la reina gobernadora recibió el título de condesa de Vista Alegre.

La segunda hija, María de los Milagros, fue creada marquesa de Castillejo.

El tercer hijo, primer varón, Agustín, recibió la grandeza al ser creado duque de Tarancón, aparte el vizcondado de Rostrollano.

Fernando, el cuarto hijo, recibió las mercedes de vizconde de la Alborada y conde de Casa Muñoz sucediendo, a la muerte sin descendencia de su hermano mayor, en el ducado de Tarancón y el vizcondado de Rostrollano y posteriormente, a la muerte de su padre, en el ducado de Riánsares.

María Cristina se adornó con los títulos de marquesa de la Isabela y vizcondesa de la Dehesilla.

Juan fue conde del Recuerdo y vizconde de Villarrubio.

Antonio, el séptimo hijo, murió con cinco años sin haber recibido aún ningún título.

Por fin, el octavo hermano de tan numerosa prole, José, fue conde de Gracia y vizconde de la Arboleda.