martes, 7 de abril de 2009

ARMAS DE AUTONOMÍAS I

Hoy se propone a su consideración, improbable lector, un curioso escudo que hemos encontrado en la red. Se trata de un escudo nacional al que se han añadido en bordura las armas de las diecisiete autonomías y las de las dos ciudades autómas.Este escudo nos servirá para repasar las no siempre acertadas armas regionales de España. Hoy se repasarán las siguientes:

Las armas del principado de Asturias. Representan la cruz de la victoria del rey don Pelayo que hoy adorna el ojo principal del antiguo puente de Cangas de Onís.Las armas de Galicia. Creadas como armas atribuidas en el Segar´s roll a un inexistente rey de Galicia, y que paradójicamente serían posteriormente adoptadas por la región.

Las armas de las provincias vascongadas. A estas armas se añade indebidamente hoy, por parte del gobierno regional de aquellas tierras, un cuarto cuartel, valga la aliteración, con las armas del rey de Navarra. El motivo se funda en un extremado deseo expansionista muy del tono de la teoría del espacio vital que en Alemania reivindicó el nazismo.

Las armas del principado de Cataluña. Los palos que trajera don Ramón Berenguer IV, príncipe soberano de Cataluña, al casar con la que sería la reina doña Petronila de Aragón.

Las armas de Andalucía. Se trascribe el curioso blasonamiento que hemos encontrado sobre estas no muy acertadas armas: En campo de azur, dos columnas de oro rodeadas de una cinta de gules con la leyenda non plus en la diestra y ultra en la siniestra en letras de oro, resaltadas de dos leones en su color, echados, aculados y resaltados a su vez de un Hércules de pie, al natural, vestido de piel de león y asiendo con sus manos las guedejas de los leones. Saliendo de columna a columna en arco la leyenda Dominator Hercules Fundator en letras de oro.

Las armas de Cantabria. Un curioso y moderno escudo. Se trata de un cortado que representa en un abigarrado primer cuartel la toma de la ciudad de Sevilla a los moros por parte de navegantes cántabros. Tal acto heroico se llevó a cabo rompiendo las cadenas que defendían el puerto de la ciudad tras remontar el río Guadalquivir desde el mar. La torre de oro alude al conocido monumento homónimo símbolo de la ciudad andaluza. Las dos cabezas nimbadas hacen referencia a dos santos regionales, Celedonio y Emeterio, bajo cuyo patronazgo se encuentra la región entera.

El segundo cuartel hace alusión a uno de los discos de piedra que las tribus prerromanas que habitaban la zona usaban como parte del culto al sol.


En posteriores entradas se repasará la heráldica del resto de regiones que conforman España.

lunes, 6 de abril de 2009

CONCEPTOS HERÁLDICOS IV: LA BRISURA EN LA CASA REAL

Se habló recientemente de los escudos que se atribuyen, porque no existe certeza sobre el asunto, a los miembros de lo que en el reino de Inglaterra se denominaría lista civil, aquí familia real.
Comprobará, improbable lector, que las armas que se atribuyen a las infantas hijas de don Juan de Borbón o a las infantas hijas del actual monarca, felizmente reinante, don Juan Carlos I, son el escudo nacional-real cargado de un lambel.

Las armas atribuidas a la infanta doña Elena:Las armas atribuidas a la infanta doña Cristina:Las armas atribuidas a la infanta doña Pilar:Las armas atribuidas a la infanta doña Margarita:Es decir, como ya se expuso en varias ocasiones en este espacio, solo el rey de España trae por armas, obviando los adornos exteriores, las del reino de España. Y solo él debe ostentar esas armas. El propio heredero de la jefatura del reino, el príncipe de Asturias, añade a sus armas brisura, un lambel de azur, para evitar la coincidencia heráldica. Cuando se dicto la norma que otorgaba al príncipe sus actuales armas, recordará, improbable lector, que se alzaron voces, voces del todo doctas, negando la conveniencia de las mismas. El reparo a las armas que se otorgaron al heredero del reino se basaba en el argumento de considerar que los adornos exteriores al escudo eran de suficiente entidad como para evitar la necesidad de brisar las armas del príncipe. Se proponía, consecuentemente con ese argumento, que fuera solamente la corona, con su número de diademas, la que determinara la diferencia entre armas del príncipe y del rey y reino.Ese argumento carecía de validez, a nuestro juicio, toda vez que los adornos exteriores al escudo son eso, adornos. Y como tales adornos, superfluos, no esenciales. Siguiendo esa dirección argumental, si el príncipe de Asturias no brisara sus armas con un lambel de azur, un escudo de madera que adornara su bodega de palacio, costumbre ornamental tan española y desgraciadamente tan perdida, no sería en nada diferente de las armas del rey y del reino. Y solo aquel que representa al estado, al reino, como jefe del mismo, como rey, debe ostentar sus armas plenas.Así, hemos tenido ocasión de escuchar recientemente que las infantas de España deberían usar como armas las de su padre, el rey, sin brisura alguna. Esta idea no nos parece acertada por lo expuesto hasta aquí.

El lambel blanco que algún artista añadió a las armas de las infantas fue acertado y de evidente buen criterio. El recurso a cargar en cada uno de los pendientes del lambel, muebles relacionados con los títulos que recibieron al contraer matrimonio, nos parece igualmente conveniente y necesario para distinguir las armas de unas infantas de las de otras.

El extraño argumento reseñado que establece que las infantas no debieran añadir brisura a sus armas, usando las del rey y reino, en tanto que solo ellas las usarán, no pudiendo transmitirlas a su descendencia al preferir la heráldica las armas del padre a las de la madre en la transmisión armera, es nulo, toda vez que si existieran infantes, varones, sí transmitirían las armas plenas de España.Concluimos la aburrida exposición de hoy reiterando la bondad del sistema de brisuras de la casa real española que fija que los hijos de rey deben añadir a sus armas lambel para diferenciar sus armas de las del reino.Se añade por último que la brisura, tan necesaria en la casa real, es inexistente prácticamente fuera de ese ámbito regio.

Así, nuestra heráldica gentilicia, al contrario que la de otros reinos como el inglés, no brisa las armas sino que, al contrario, las mantiene inalteradas entre todos los miembros de la familia con el ánimo cierto de poseer una marca común, un dibujo heráldico compartido por todos, y solo por, los miembros de la familia.

domingo, 5 de abril de 2009

LAS ARMAS DE LOS HERALDISTAS II

Continuando con la anterior entrada en la que se trataba sobre las armas que han asumido o heredado algunos de los más reconocidos heraldistas que habitan este mundo nuestro de la heráldica y demás ciencias heroicas hoy se añaden las que siguen:

El escudo de don José Luís Sampedro Escolar, hidalgo, maestro de heraldistas y genealogistas. Se trata de las armas del linaje Sampedro, en azur dos llaves, de plata, puestas en aspa, situadas en un escusón en abismo, sobre el escudo del antiquísimo solar de Tejada. Organización ésta que agrupa a los descendientes del rey don Ramiro de Asturias. La pertenencia a tan ilustre solar es considerada, desde tiempos del rey de Castilla don Enrique IV, como prueba indubitable de nobleza.

Las armas heredadas por don Manuel Fuertes de Gilbert y Rojo, eminente nobiliarista, coautor del Caballeros del siglo XXI, libro de referencia por excelencia, caballero de la orden soberana de Malta, como barón de Gavín. Un antiquísimo escudo que representa en campo de gules dos abarcas de oro, pareadas. Se trata de las armas parlantes escogidas por el primer poseedor de la merced, un Abarca descendiente de la casa real de Navarra.

Las armas del mismo don Manuel Fuertes de Gilbert, como descendiente principal del linaje que conforma su primer apellido. Se trata de la unión, en el siglo XVIII, de las dos familias, Fuertes y Gilbert, dando lugar a un complejo cuartelado.

En relación con ambos escudos de armas, el tomo correspondiente a los años 1991 a 1993 del Blasonario de la consanguinidad ibérica del cronista-rey de armas de Cadenas, establece que se trata de escudos registrados ante la autoridad de un rey de armas.

Se añade el escudo diseñado por don Carlos Navarro Gazapo para el barón de Gavín:Para terminar, las armas del eminente nobiliarista, coautor con el anterior del Caballeros del siglo XXI, don Fernando García-Mercadal y García-Loygorri, hidalgo del Real cuerpo de la nobleza de Madrid.Se trata de un partido: Primero: Una garza de sable con el pecho picado de gules en campo de plata, partido a su vez con seis cuervos de sable puestos en dos palos, en campo cosido, también de plata. Segundo: Dos hachas de oro enfrentadas, sobre un campo de azur.

sábado, 4 de abril de 2009

ADOPCIÓN DE ARMAS NUEVAS

Habida cuenta el número de mensajes recibidos en el correo del blog sobre la posibilidad de asumir, de adoptar armas nuevas, se reitera nuestra opinión: Cualquier individuo de España o de las tierras que un día formaron parte del Imperio tiene el derecho absoluto, innegable, inviolable, de elegir a su gusto las armas que le representen, siempre que respeten las normas propias de la heráldica y se evite adoptar armas que ya haya asumido otro individuo o familia.

La materia heráldica no es, ni ha sido nunca, privilegio de clase social alguna. Nació entre los guerreros, cierto, pero se consolidó entre el pueblo, que la adoptó como símbolo de pertenencia familiar y así permanece.

En concordancia con lo anterior se reiteran esta entrada sobre el asunto y ésta otra sobre registro de armas.Se le anima en consecuencia desde este espacio virtual, improbable lector, a que se decida a asumir armas nuevas. Quizá uno de los mejores dibujantes heráldicos en la actualidad sea fray Rafael Nieto, de quien tanto, y tan bien, se ha hablado y a quien se puede y debe acudir como guía en la adopción de escudo.

viernes, 3 de abril de 2009

CONCEPTOS HERÁLDICOS III: FORROS

Se habló recientemente de los esmaltes que pueblan este arte con pretensiones científicas que es la heráldica. Como recordará, improbable lector, existen dos forros entre esos esmaltes: Veros y armiños.

Del segundo de ellos se habló muy someramente en este blog hace ya tiempo al tratar las armas del reino de Navarra y proponer un ejemplo con las armas del duque soberano de la Bretaña, región hoy francesa, en tiempos soberana, que tomó por escudo un campo de armiños pleno.Con esas armas, que conserva la región como herencia de su soberano propio, se pone de manifiesto su antigüedad al tratarse de un escudo con un esmalte pleno, sin particiones ni reparticiones que vienen a demostrar modernidad.

Aun la Bretaña francesa tiene por actual bandera la siguiente: procedente de una aparentemente doble inspiración: Las armas del duque soberano de Bretaña y la bandera de Estados Unidos.

Pero aun no se ha tratado en este blog del forro de veros. Poco sabemos de su origen. Sí hemos podido comprobar que es forro utilizado con asiduidad por muy diferentes familias de los reinos españoles, por nuestra heráldica gentilicia, y en menor medida por la heráldica municipal.

En algún lugar leímos, hace ya tiempo, que el forro de veros lo que pretende representar es el agua, con esas campanitas de diseño tan geométrico, impropio de una época medieval más artística que pragmática.Y efectivamente parece agua. Al igual que el duque soberano de Bretaña trajo por armas un escudo de armiños pleno, existe un escudo de veros pleno. Se trata de la villa de Lohéac, curiosamente sita en la Bretaña francesa.

Se añade una curiosidad. Se trata de una imagen tomada en un centro de la sección femenina de la Obra. En ella se puede ver al santo fundador acompañado por los que serían sus sucesores, ante un altar. La pared del fondo, como no podía ser de otra forma en una Obra tan cuidadosa y cumplidora del arte heráldico en todos sus aspectos, es de veros plena.

jueves, 2 de abril de 2009

ÓRDENES Y CONDECORACIONES ACOLADAS

Escribe un atento mensaje al correo del blog don José Antonio Padilla Solano, ingeniero superior naval en ciernes y futuro compañero de armas, para iluminarnos sobre un asunto que desconocíamos por completo y que resulta del todo pertinente.

Se trata de la forma correcta de acolar las insignias de las órdenes y condecoraciones que se posean, sobre un escudo.Estas son sus palabras:

"- Collar: Rodea al escudo y se coloca en situación de saliente de la corona o yelmo con que se timbra al escudo.

- Gran Cruz: La cinta de la misma debe salir del jefe y rodear al escudo, pendiendo de su punta la insignia de la Orden.

- Placa: La cinta de la misma debe salir del centro de los flancos del escudo y rodear al escudo, pendiendo de su punta la insignia de la Orden.

- Encomienda: La cinta de la misma debe salir de los flancos de la punta y rodear al escudo, pendiendo de su punta la insignia de la Orden.

- Cruz: Queda la cinta colgando del escudo y de ella, la insignia de la Orden."


Consecuentemente con ese sistema y como ejercicio heráldico se proponen estos ejemplos de cada una de las categorías.

Como ejemplo de collar se proponen las armas de doña Sofía, reina de España, que trae un partido de España, con Grecia con escusón de Schwleswig-Holstein. Armas a las que acola el collar de la orden de Carlos III, saliendo, efectivamente, de la corona que sirve de timbre al conjunto heráldico.Como armas que acolen a su alrededor la cinta de gran cruz, se proponen las de don Iñaki Urdangarin y Liebaert, duque consorte de Palma de Mallorca, que acola a su atribuido escudo la banda de la gran cruz de la real orden del mérito deportivo, saliendo del jefe.Como ejemplo de correcta disposición de la cinta de la placa acolada a las armas se proponen las del actual cronista-rey de armas de Castilla y León, don Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, marqués de la Floresta. En ellas podrá apreciar, improbable lector, saliente del centro de los flancos del escudo la cinta de la orden de Carlos III.Como ejemplo de encomienda solo conocemos las armas atribuidas a don Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada, que dispone la banda de la encomienda de la real maestranza de caballería de Sevilla en la punta de su escudo.Por último como ejemplo de disposición de la insignia de la cruz, se proponen las armas del tristemente fallecido hace escasas fechas don Joaquín Sampedro Font. En ellas se disponen salientes de la punta, pendientes de las cintas correspondientes, dos condecoraciones: La cruz del mérito militar con distintivo rojo y la medalla de la campaña 1936-39 con distintivo de vanguardia. Además, la medalla del mérito militar colectiva aparece entre los lambrequines a la diestra de la composición heráldica, izquierda del espectador.

miércoles, 1 de abril de 2009

ARMAS DE LA FAMILIA REAL INGLESA I

Hoy se propone a su docta razón, improbable lector, un breve recorrido por las armas de algunos de los miembros que conforman la familia real inglesa.

La evolución de las armas del soberano de los reinos de Inglaterra y Escocia ha sido larga. El momento actual de esa evolución heráldica fija armas diferentes para el mismo soberano en función de que actúe como rey de Inglaterra o de Escocia.En cualquier caso, se considera la versión heráldica de las armas del soberano anglo-escocés como rey de Inglaterra, el cuartelado de Inglaterra, en primero y cuarto, Escocia en segundo e Irlanda en tercero, como las verdaderas armas del soberano.Es a partir de ese cuartelado sobre el que se establece el complejo y bien argumentado entramado de brisuras para los príncipes de aquellos reinos. Se proponen a su consideración estos ejemplos:

Carlos de Inglaterra, príncipe de Gales, que añade escusón en abismo, timbrado, en contra de las leyes de la heráldica que no timbran escusones centrales, representando las armas del principado de Gales, un elegante cuartelado de leones pasantes, guardantes, del uno al otro. El lambel que brisa sus armas, de plata pleno, se considera como exclusivo de la dignidad de príncipe heredero.

Las armas de Diana, princesa de Gales. Un partido de las armas del príncipe de Gales con las de la familia Spencer.

Las armas de Lady Diana Spencer mientras permaneció soltera. Un cuartelado de primero y cuarto de plata pleno, y segundo y tercero de gules con fretes de oro. Brochante banda de sable cargada de tres veneras de plata.

Las armas del príncipe Guillermo, heredero de su padre el príncipe de Gales. Usa por armas las del rey de Inglaterra, brisadas con lambel de plata en el que carga una venera de gules en el pendiente central del mismo, como homenaje, según su propio testimonio, a la tristemente desaparecida figura de su madre.

Las armas de la que fuera hasta el año 2002 reina madre, viuda del rey Jorge VI. Un partido de las armas de su esposo el rey con las de su familia: Un cuartelado de primero y cuarto de Escocia brisado a través de la alteración de los esmaltes originales del reino y segundo y tercero de armiños con tres arcos puestos en palo y colocados en faja.

Por último las armas de la duquesa de Cornualles, Camilla. Al igual que todas las consortes de reyes o príncipes herederos, parte sus armas con las de su esposo. Sus propias armas son de azur, una cabeza de jabalí de plata, armada de oro. Jefe ondado de plata cargado con cruz recrucetada y apuntada de sable, acompañada de dos estrellas de cinco puntas de gules.