Las primerísimas armas, entorno a los años 1120-1140, buscaron colorear escudos que llevaban incorporados blocas. Las blocas eran unos refuerzos de metal que aseguraban que, ante los golpes de espadas sobre la superficie exterior del escudo, estos no se deshicieran. Los escudos medievales no estaban confeccionados en metal, sino que eran fabricados con listones de madera que la bloca aseguraba.
Tan habitual era, que la bloca ha sido el elemento que ha determinado las particiones que hoy podemos apreciar en los escudos. Las particiones actuales siguen las líneas de la bloca. Las armas de Navarra, como sabrá, improbable lector, eran de gules plenas, pero solían representarse con bloca superpuesta. Esa bloca es lo que hoy llamamos cadenas.
Las tales cadenas de las Navas de Tolosa son una ficción de siglos posteriores. Las armas que portó el rey Navarro Sancho VII en las Navas eran: En plata, águila de sable. Después de las Navas siguió portando el mismo escudo. No lo varió. Al acabar con este rey la dinastía, el siguiente rey buscó las armas más antiguas que eran las de Sancho VI. Y Sancho VI había llevado unas armas de gules. Gules pleno. Pero al copiar las armas añadió lo que interpretó como parte de las armerías: Una bloca sobre el escudo. La bloca no era mueble heráldico, era refuerzo. Ese, y no otro, es el origen de las cadenas de Navarra. Las verdaderas armas de Navarra se pueden ver hoy, lamentablemente, en el cuarto cuartel del escudo que hoy representa a la comunidad autónoma vascongada: De gules pleno. Lamentablemente porque el gobierno Navarro ha solicitado al gobierno vascongado que suprima dicho cuartel, sin éxito. Realmente es un privilegio contar con un escudo que sea de un solo esmalte. Son las armas más antiguas aquellas que solo tienen un color. Demuestran una antigüedad extraordinaria. Rápidamente se comenzó con particiones, siguiendo las líneas que definían la bloca, como ya se expuso, y posteriormente se añadieron muebles a esas particiones. Entre las armas de un solo esmalte citar las del rey y reino de Navarra, las del duque soberano de Bretaña, que son de armiños pleno, o las antiguas de los Meneses, de oro pleno.