sábado, 20 de febrero de 2010

FIN

Esta entrada hace la novecientas treinta y tantas de las que han ido apareciendo a lo largo de la efímera vida de este blog de heráldica. Y con esta entrada el blog concluye.

Termino con una nota de humor significándole, improbable lector, que los corregentes del Maestrazgo soberano se han ofrecido amablemente a otorgarme el título de mester de heraldía y, naturalmente, he aceptado. Me he apresurado a añadir a mis armas, la corona que denotará mi empleo heráldico.Así que marcho al exilio a disfrutar de mi nuevo oficio. Esperando no haberle resultado excesivamente tedioso, improbable lector, cordialmente se despide hasta otra ocasión:

José Juan Carrión Rangel