Como sabe, improbable lector, los grandes de España poseen el derecho a representar sus armas sobre un manto de terciopelo de gules, forrado en su vuelta de armiños, según una elegante disposición. Derecho que comparten con los soberanos. El rey de España, evidentemente, cuenta con el mismo derecho.
Las armas del rey de España sobre este manto resultan una composición del todo estética. Lástima que la boca del escudo mantenga la extraña disposición ovalada. El escudo del rey de España que acompaña esta entrada se ha extraído del proyecto heráldico de wikipedia.
Las armas del rey de España sobre este manto resultan una composición del todo estética. Lástima que la boca del escudo mantenga la extraña disposición ovalada. El escudo del rey de España que acompaña esta entrada se ha extraído del proyecto heráldico de wikipedia.
Se proponen a su recreo otras armas con manto de gules.
Las armas del soberano en el exilio de Georgia, David Bagration:
El escudo del rey de Noruega, Harald V, del que ya se habló en este espacio.
Las armas del rey de Francia en el exilio, don Luis Alfonso de Borbón:
Las armas del príncipe soberano de Liechtenstein, Hans Adam II:
Las armas del anterior gran maestre de la orden de Malta, fray Andrew Bertie, príncipe soberano del único sujeto de derecho internacional exento de territorio, con el manto de sable propio del hábito de sus miembros.
Las armas del gran duque soberano de Luxemburgo, Enrique I de Borbón Parma:
Las armas de doña Cayetana, duquesa de Alba, grande de España: Y por fin las armas, pensamos que indebidamente adornadas con el manto forrado de armiños, en tanto que su poseedor no es soberano, ni grande de España, del marqués de Almazán, gran maestre de la orden de san Lázaro: