lunes, 30 de agosto de 2010

MACEROS, I

Ya se expuso que, a pesar de ser el monarca el fons honorum legítimo de las materias premial y heráldica, estas áreas han sido tradicionalmente cedidas a expertos en esos asuntos. Expertos que, al recibir el encargo regio de entender jurídicamente sobre estas lídes, han gozado de verdadera soberanía en su parcela asignada. Soberanía que, no obstante, se ejercitaba en nombre del rey.
Consecuentemente, ha sido costumbre común de los soberanos de nuestro entorno geográfico imponer a sus reyes de armas un tabardo. Tabardo de obligado uso para ejercitar sus funciones cedidas, en el que se representaban las propias armas del soberano, verdadera, en última instancia, fuente de honores y aquel en cuyo nombre se ejercía la soberanía.
Al igual que los reyes de armas, determinados funcionarios de diferentes administraciones, estatales, regionales o municipales, han ostentado las armas, bien del rey,
bien de la región,
bien del ayuntamiento,
para manifestar que el cargo que ejercen se realiza en nombre de la superior autoridad para quien trabajan.
Para terminar esta brevísima entrada, señalar que estos funcionarios han recibido diferentes denominaciones siendo la más habitual, en estos reinos que hoy son España, la de maceros.

domingo, 29 de agosto de 2010

ESCUDOS ESPAÑOLES EN MÉXICO

Remite ilustrado recado electrónico el discipulo misionero de Jesús buen pastor don David González Gómez, desde la nación hermana de México.

Estimado Don José Juan:

Le mando un cordial saludo esperando en Dios que se encuentre bien.

Deseo compartir con usted un escudo que a lo mejor le resulte interesante: Ha llegado a mi mano una edición facsimilar del decreto de erección y las constituciones del colegio seminario de Nuestra Señora de la concepción, de la ciudad real de Chiapa (Hoy San Cristóbal de las Casas)

Las diócesis de Chiapas (hoy de San Cristóbal) fue erigida el 19 de marzo de 1539. En 1678 fue fundado el seminario por Mons. Marcos Bravo de la Serna Manrique, quien fuera obispo de 1674 a 1679. El escudo de España que aparece es, si no me equivoco, el que perteneciera a Carlos III, pero tengo dudas al respecto por las fechas. En cuanto al escudo episcopal que le adjunto es el de don Marcos Bravo de la Serna, que es ni más ni menos que el escudo del estado de Chiapas, aunque timbrado con capelo. No sé si han existido otros obispos que hayan utilizado como escudo el del estado o región de su propia diócesis.

Me despido por el momento quedando a su disposición. Cuídese mucho y que Dios lo bendiga siempre

Su amigo y seguro servidor:
David González Gómez.

sábado, 28 de agosto de 2010

SÁBADO: IMÁGENES

Hoy solamente se propone una fotografía que recordará el asunto del saludo con la rodilla que se trató en este tedioso blog.

La instantánea se tomó recientemente en el Arsenal naval de Las Palmas, en nuestra añorada isla Gran Canaria. Recoge el momento en el que el vicealmirante Franco Suances, quien fuera el director de la Escuela naval militar de Marín, recibe la nueva bandera del Mando naval de Canarias.Como se aprecia, el vicealmirante saluda a la bandera, que representa a España, con la corrección propia de un buen marino de guerra, tocando con su rodilla izquierda el suelo.

Recuerde, improbable lector: la derecha para Dios; la izquierda, que siempre fue para el rey, hoy para España.

BLOG DE HERÁLDICA EN INGLÉS

La red nos ofrece regularmente gratas sorpresas.
Redactado en inglés, modelo de rigor y amenidad, hoy se propone el enlace a un blog que nació en febrero de 2009, pero del que no había tenido noticia hasta ahora. Heraldic times: http://heraldictimes.org/

viernes, 27 de agosto de 2010

TIARA EN LOS JARDINES PONTIFICIOS

Desde el que fuera virreinato de la Plata envía mensaje electrónico un heraldista, cuyas armas son las que siguen, para recordar el asunto del abandono de la tiara por parte del actual pontífice máximo, Benedicto XVI.

Estimado señor:

Le escribo una vez más desde Buenos Aires y le remito una imagen que, por los complejos caminos de la red, llegó hasta mí, y que me parece de un acertado sentido artístico. Como habrá observado son las armas que ostenta Su Santidad el Papa, gloriosamente reinante. Pero como curiosidad (como si el soporte usado no fuese de por sí curioso en demasía), es notable tanto el timbre como los adornos externos del escudo, que no son los que el Santo Padre utiliza hoy día, sino que son los adornos que durante siglos han usado los Sucesores de Pedro, y que el actual Obispo Romano, rompiendo la tradición, ha cambiado.Bien puede creerse que el responsable del diseño de esta obra es, al menos en lo simbólico, uno de los tantos nostálgicos, como yo mismo, que esperan ver a la Iglesia cubierta con la misma majestad que hace tan solo unas décadas.

Es, como dije, una simple curiosidad que tal vez le sirva para una de las entradas de su blog.

Sin más, mis cordiales saludos.

RESPUESTA AL ASUNTO DEL PARADERO DEL CUADRO

En un rato se ha resuelto el asunto del óleo perdido.

Don Álvaro Zapata tiene la gentileza de remitir el revelador texto siguiente:
Estimado Sr. Carrión:

En relación con su post del hoy, jueves 26 de agosto, acerca del lienzo de SS.MM. D. Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia en el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid, debo decirle que dicho cuadro se halla en paradero desconocido actualmente. Algunas tesis, desdeñadas por algunos autores, afirman que fue quemado durante el cámbio de régimen de 1931. De esta tesis se hace eco (rechazándola) la página que en Flickr mantiene el I.E.S. Luis Vélez de Guevara de Écija, cómo puede ver en el siguiente enlace.

Otras teorías, por el contrario, afirman que se podría hallar en alguna colección privada, puesto a salvo en la citada fecha por alguno de los partidarios de la monarquía. O que se perdió durante el traslado de la Familia Real a causa del exilio.

Siento no poder ofrecerle sino teorías de lo que pudo haber pasado con tan realista pintura.

Se despide cordialmente, un asiduo lector, 
Álvaro Zapata.

jueves, 26 de agosto de 2010

ARMAS FICITICIAS

Remite un interesante comentario don Carlos Alberto Cerda Acevedo ahondando en el asunto de la heráldica ficticia que, como buen heraldista, reclama su atención. Éstas son sus palabras:

Estimado don José Juan:

Junto con saludarle, agradecerle sus publicaciones, como la de 19 del corriente, que me hizo recordar una anécdota, si no me equivoco, del escritor británico George Bernard Shaw:

Le presentan a una señora un tanto agria.
Él le dice: - Qué bien se ve usted -
A lo que ella responde: - Gracias, lástima que no pueda decir lo mismo de usted -
A lo que el escritor replica con ironía: - ¡Claro que sí puede... siempre que mienta tan bien como yo! -

Quizá esta inteligente respuesta -certera mordacidad que no se opone a los modales de un caballero- le sirva de ejemplo para otra ocasión como la descrita en su blog.

Tras este comentario introductorio, quisiera coadyuvarle en su pasatiempo de la heráldica ficticia, empezando por una novela con la que me identifico mucho (porque la personalidad del protagonista me recuerda a la de mi difunto abuelo): El Maestro de Esgrima, de D. Arturo Pérez-Reverte, una obra que trata, entre otros temas, acerca de la supervivencia de los ideales del honor y la fidelidad en un mundo que los ignora.

Tal vez este libro ya es conocido por usted, por lo que mi opinión le resultará repetida. No obstante, no es redundante recordar que en el Capítulo Segundo, Ataque falso doble, el autor describe la biografía del protagonista, el maestro de armas don Jaime Astarloa, que cuenta cuando éste se gradúa con altos honores de la Academia de Armas de París, para después abrir su salón de esgrima en donde cuelga el escudo de armas de su linaje. Transcribo a continuación las líneas pertinentes:

"En su salón colgó el antiguo escudo del solar de los Astarloa: un yunque de plata en campo de sinople, con la divisa: A mí. Era español, ostentaba un sonoro apellido de hidalgo, y tenía razonable derecho a lucir un escudo de armas. Además, manejaba el florete con diabólica destreza..." (Cfr. Pérez-Reverte, A.: El Maestro de Esgrima, Santillana-Punto de Lectura, 2004 [ed. Bs. Aires], p. 87).

El referido blasón de la obra se ilustra en archivo que adjunto al mensaje:
Espero que mi aporte a su blog le sea útil.

Reciba vd. mi atento saludo,

Carlos Alberto Cerda Acevedo

P.D.: Además, se me ocurrió que también podría aludir, dentro de la heráldica ficticia, a las armas gentilicias de James Bond, que se muestran en la película Al Servicio Secreto de Su Majestad, cuando el agente secreto visita el College of Arms, investigando una pista sobre el paradero de su enemigo jurado, Blofeld.
Si recuerdo bien, se trata de un escudo de plata, con un chevrón de azur, cargado de tres bezantes de oro, con un cantón de plata, cargado de una mano sangrante (que es el distintivo propio de los baronet del Reino Unido).
Existe un enlace a la escena en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=3Q8ch2ARXIg

Añado, al muy jugoso mensaje de don Carlos, un insulso comentario relativo al escudo atribuido al personaje de ficción James Bond. Efectivamente, las armas que se le asignan en la película citada más arriba por don Carlos Cerda pertenecieron a un Bond. Exactamente a Sir Thomas Bond de Peckham, primer baronet de idéntico título, Peckham, que murió en 1685.

Cuenta la red que, aunque el personaje del agente 007 ostenta tales armas y se apellida de la misma forma, no existe parentesco aparente entre el personaje de ficción y el que realmente vivió en el siglo XVII.
Curiosamente, no solamente las armas de sir Thomas Bond, sino el mismo lema, El mundo no es suficiente, se adoptaron para el personaje del agente secreto.

PARADERO DE UN LIENZO

Se lanza una pregunta recibida, a la red del ancho mundo:

En la página 271 del libro "Joyas Reales, fastos y boatos", de Ricardo Mateos y José Luis Sampedro, se reproduce esta imagen, correspondiente a una pintura original del pintor gallego Alejandro Pardiñas Cabré (fallecido en México en 1969).


El óleo representa con gran realismo (casi fotográfico) a SS.MM. D. Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia en el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid, en una de las visiones más arquetípica de la Realeza.

¿Alguien conoce el paradero de esta obra?