domingo, 27 de marzo de 2011

NUEVAS ARMAS

Hoy se propone a su consideración, improbable lector, un atento escrito en el que se revelan los motivos de elección de armas nuevas por parte de don José Antonio Álvarez Domínguez.

Como comprobará, se trata de una composición distinguida, sin particiones y bien conformada en cuanto a los motivos de disposición de los diferentes muebles. Las que siguen son las palabras de don José Antonio.

Señor mío:

…En cuanto a mis armas, si están bien "amuebladas" es gracias a Don Fernando Martínez Larrañaga que me asesoró en el asunto. Según me indicó en su momento, el blasón sería así:
"De azur, dos espadas al natural puestas en aspa, acompañadas de tres flores de lis de oro, en los flancos y punta, y de una corona antigua también de oro en jefe; sobre el todo un yelmo puesto de frente, de plata, rodeado de un laurel de oro. Jefe de plata con una balanza de justicia de azur acompañada de dos libros de sinople."

La explicación de tal atribución sería la siguiente: el campo en azur y las lises, así como la corona antigua y el yelmo, hacen referencia al origen de la línea materna de mi familia, por línea materna hasta la tercera generación (mi abuela y su madre a su vez), ya que mi tatarabuelo fue el último Señor de Montpellier, huido en el siglo XIX de aquellas tierras galas, por las persecuciones sufridas por la nobleza por entes revolucionarios. Este buen hombre, Don José Ley de Montpellier, llegó a tierras gallegas y desposó con una señorita de la familia Cruceiro, trasladando luego domicilio a Cádiz y posteriormente a Sevilla. Por tanto, mi bisabuela (nacida en Cádiz), Dª María Ley y Cruceiro, era la heredera de aquel Título (hija única). Pero no pasó a ella, ignorando actualmente el motivo (tengo que hacer alguna investigación al respecto algún día). Sé que, por amistad, lazos familiares o algo parecido con los Montpensier, mi familia obtuvo el Privilegio Real de los amarres de buques en el Puerto de Sevilla, desde el primer cuarto del s. XX hasta casi finalizar el mismo, en que los movimientos sindicales le arrebataron la empresa a mi primo-hermano. Como anécdota decir que, S.M. Don Alfonso XIII más de una vez requirió de los servicios de mi bisabuelo para que, sin acompañamiento de escolta y corte, lo desplazara de incógnito en su barca hasta Sanlúcar de Barrameda, donde gustaba de su manzanilla y de alguna "aventura", lejos del protocolo.
Siguiendo con mis armas, las espadas y el laurel, hacen referencia a mi abuelo paterno, General del Arma de Infanteria, Caballero de la Orden San Hermenegildo y Doble Mutilado.

En jefe estaría lo que se refiere a mi humilde persona: Balanza de Justicia por ser Diplomado en Derecho Tributario y Asesoría Fiscal, así como profesional de la Seguridad Privada. Los libros, dan fe de mi pasión: la literatura en todas sus facetas, incluida la Historia (la cual, si el tiempo no lo impide y Dios me da fuerzas, iniciaré el próximo el correspondiente Grado universitario a través de la UNED, como reto a mis casi 43 años), que son de sinople, por ser el color representativo de mi mes de nacimiento, mayo.

Y ahora, permítame la licencia ya que, picado el gusanillo en esto de la Heráldica, hace poco he diseñado unas armas a mi esposa, la cual sometí a opinión de Don Ignacio Koblischek, que sin ningún pero (lo cual supongo se debe a que no cometí errores graves), me registró en su magnífico armorial.

Estas armas son así:
Es un diseño sencillo, que blasono así:

"Escudo oval. De púrpura, un Águila Imperial Ibérica (Aquila Adelberti) azorada, al natural, superada por dos soles en esplendor de oro".

Este diseño tiene su explicación, por supuesto: Púrpura por la cualidad humana de la familia como institución soberana de un hogar. El Águila Imperial Ibérica, como reina de los cielos españoles, tal como mi señora es reina y señora de su casa. Los dos soles, por sus dos pasiones: su familia y su hogar.

Ha sido un placer el departir con usted,

Reciba un cordial saludo.
José Antonio Álvarez Domínguez