Se da continuación a la serie iniciada para reflexionar sobre el escudo que el proyecto heráldico de wikipedia ha creado, en el que se disponen en bordura de las armas nacionales, las de las autonomías y ciudades autónomas de nuestro país, España.El cuartel siguiente en la enumeración que se viene proponiendo es el de la ciudad autónoma de Ceuta. Se trata de las armas del rey de Portugal someramente modificadas. Son sus armas las del reino vecino en tanto que la ciudad fue conquistada por el rey Juan I de Portugal en 1415.La diferencia, breve, con las armas del reino portugués se establece en dos elementos del escudo:
Por un lado la corona, que en las armas de la ciudad de Ceuta no es la real portuguesa sino la de marqués, propia de las marcas, aquellos territorios que fueran frontera con el enemigo.Y por otro lado la posición de los castillos de la bordura. En las armas de Portugal los castillos se disponen de forma que la punta del escudo carezca de ellos, en tanto que en las armas de la ciudad autónoma de Ceuta se disponen en punta y flancos, dejando el jefe hueco. Responde esta idea a una diferencia querida y no accidental.En relación con la génesis de las armas del reino de Portugal se propone repasar una reciente entrada que se transcribe extractada:
El primer rey de Portugal, don Alfonso I, tomó por escudo un campo de plata en el que cargó una cruz de azur, a mediados del siglo XII.Su hijo, el rey don Sancho I, en la época de expansión virulenta de la moda heráldica, alteró la representación de la cruz, adoptando la forma de escudetes, muy acorde al gusto heráldico imperante en aquel momento, cargados de un sembrado de bezantes de plata.Su hijo, el rey don Alfonso II, comenzó a simplificar el siempre difícil de representar sembrado de los escudetes, por una idealización del mismo a través de la reducción a tan solo cinco bezantes por escusón.Y por fin, el rey don Alfonso III, incluyó los castillos heredados de su abuelo don Alfonso VIII de Castilla en torno a 1250.Las armas de los reyes de Portugal han derivado en armas nacionales del país vecino.
El siguiente escudo representado es el de la ciudad autónoma de Melilla, lugar de nacimiento de mi superior jerarquico, el teniente coronel don José Ignacio Lence Ros, hombre de probada capacidad para el mando y mejor disposición para el trabajo.
Son las armas de Melilla las mismas del ducado de Medina-Sidonia.Establecidas jurídicamente las armas de Melilla por decreto de 1913 del gobierno del rey don Alfonso XIII, no fue esta norma más que la institucionalización de la realidad heráldica, dado que se venían usando como escudo de la ciudad desde que, en 1556, Melilla pasara al gobierno del duque de Medina-Sidonia, tras haber sido conquistada, en 1497, a los moros.
Las armas de la ciudad de Melilla se blasonan de esta forma:
Un campo de azur, dos calderas jaqueladas de oro y gules, gringoladas de siete sierpes de sinople. Bordura componada de nueve piezas de Castilla, alternadas con nueve piezas de León. Al timbre corona ducal cargada de una torre con un caballero, Guzmán el bueno, en actitud de lanzar un puñal.
Escudo sostenido por las columnas de Hercules rodeadas de cartela con la leyenda Non Plus Ultra. Derrotado, al pie del escudo, dragón de sinople.
Como divisa, situada tras la torre del timbre, leyenda de homenaje a la conocida gesta de Guzmán, el bueno: Praeferre Patriam Liberis Parentem Decet. Prefiere la libertad de la patria a la muerte de los parientes.
Estas armas de la ciudad de Melilla, propias de familia tan linajuda y antigua como la de los duques de Medina-Sidonia, demuestran con su sobriedad la antigüedad del linaje, huyendo de cuartelar y de añadir figuras que no hacen sino deslucir la heráldica.
En ellas es significativa la cimera, que representa la figura de Guzmán, el bueno, cuya gesta, arrojando su propio cuchillo para que el rey moro acabara con la vida de su hijo, es digna de memoria perpetua.
En relación con las calderas se desea traer a su memoria, improbable lector, una antigua entrada, de noviembre de 2007, que se trascribe a continuación en entrada aparte con el título: Calderas.
Por un lado la corona, que en las armas de la ciudad de Ceuta no es la real portuguesa sino la de marqués, propia de las marcas, aquellos territorios que fueran frontera con el enemigo.Y por otro lado la posición de los castillos de la bordura. En las armas de Portugal los castillos se disponen de forma que la punta del escudo carezca de ellos, en tanto que en las armas de la ciudad autónoma de Ceuta se disponen en punta y flancos, dejando el jefe hueco. Responde esta idea a una diferencia querida y no accidental.En relación con la génesis de las armas del reino de Portugal se propone repasar una reciente entrada que se transcribe extractada:
El primer rey de Portugal, don Alfonso I, tomó por escudo un campo de plata en el que cargó una cruz de azur, a mediados del siglo XII.Su hijo, el rey don Sancho I, en la época de expansión virulenta de la moda heráldica, alteró la representación de la cruz, adoptando la forma de escudetes, muy acorde al gusto heráldico imperante en aquel momento, cargados de un sembrado de bezantes de plata.Su hijo, el rey don Alfonso II, comenzó a simplificar el siempre difícil de representar sembrado de los escudetes, por una idealización del mismo a través de la reducción a tan solo cinco bezantes por escusón.Y por fin, el rey don Alfonso III, incluyó los castillos heredados de su abuelo don Alfonso VIII de Castilla en torno a 1250.Las armas de los reyes de Portugal han derivado en armas nacionales del país vecino.
El siguiente escudo representado es el de la ciudad autónoma de Melilla, lugar de nacimiento de mi superior jerarquico, el teniente coronel don José Ignacio Lence Ros, hombre de probada capacidad para el mando y mejor disposición para el trabajo.
Son las armas de Melilla las mismas del ducado de Medina-Sidonia.Establecidas jurídicamente las armas de Melilla por decreto de 1913 del gobierno del rey don Alfonso XIII, no fue esta norma más que la institucionalización de la realidad heráldica, dado que se venían usando como escudo de la ciudad desde que, en 1556, Melilla pasara al gobierno del duque de Medina-Sidonia, tras haber sido conquistada, en 1497, a los moros.
Las armas de la ciudad de Melilla se blasonan de esta forma:
Un campo de azur, dos calderas jaqueladas de oro y gules, gringoladas de siete sierpes de sinople. Bordura componada de nueve piezas de Castilla, alternadas con nueve piezas de León. Al timbre corona ducal cargada de una torre con un caballero, Guzmán el bueno, en actitud de lanzar un puñal.
Escudo sostenido por las columnas de Hercules rodeadas de cartela con la leyenda Non Plus Ultra. Derrotado, al pie del escudo, dragón de sinople.
Como divisa, situada tras la torre del timbre, leyenda de homenaje a la conocida gesta de Guzmán, el bueno: Praeferre Patriam Liberis Parentem Decet. Prefiere la libertad de la patria a la muerte de los parientes.
Estas armas de la ciudad de Melilla, propias de familia tan linajuda y antigua como la de los duques de Medina-Sidonia, demuestran con su sobriedad la antigüedad del linaje, huyendo de cuartelar y de añadir figuras que no hacen sino deslucir la heráldica.
En ellas es significativa la cimera, que representa la figura de Guzmán, el bueno, cuya gesta, arrojando su propio cuchillo para que el rey moro acabara con la vida de su hijo, es digna de memoria perpetua.
En relación con las calderas se desea traer a su memoria, improbable lector, una antigua entrada, de noviembre de 2007, que se trascribe a continuación en entrada aparte con el título: Calderas.