En la entrada de hoy se propone un caso que nos parece curioso. Las armas que siguen son las del pueblo de la sierra de Madrid desde el que se redacta este blog: Torrelodones. Existe una amena obra del que fuera el maestro local durante la primera mitad del siglo XX, don José de Vicente Muñoz, titulada Escudo, geografía e historia de Torrelodones, publicada en 1980.
Las armas de Torrelodones muestran tres figuras. Dos de ellas parlantes: La torre, que en el modelo heráldico institucional es copia rigurosa de la existente en el pueblo,en vez de una simple torre de azur, como sería más correcto representarla, y el lodón, árbol muy abundante hasta hace escasas décadas en esta parte de Castilla denominada Comunidad Autónoma de Madrid.La tercera figura es la banda, adornada con dragantes, que distinguió durante siglos a la familia Mendoza de la Vega, condes del Real de Manzanares y duques del Infantado, propietaria de estas tierras hasta 1844, bien entrado el siglo XIX.Hasta hace apenas treinta años, el escudo era tronchado por la banda, ocupando el cuartel superior la torre y el inferior el lodón. No obstante, tras la revisión del diseño, aprobado por Real Decreto 3.086/1979, de 17 de diciembre, el conjunto ha resultado armónico y elegante, respetando las mismas figuras. El escudo es hoy un vínculo gráfico común de los habitantes de este pueblo de la sierra.
Como puede apreciar, improbable lector, existen diferentes versiones de las mismas armas.
Las institucionales.Las que imitan a las institucionales.
Las hay incorrectas.Las hay abreviadas.También el proyecto heráldico de wikipedia ha rediseñado las armas con acierto. Existe incluso un logotipo monocolor, triste ejemplo que demuestra cómo se deshace una herencia secular por la misma institución que las creó. Pero lo más llamativo lo hemos podido observar recientemente. Se trata de un muro en el pueblo que está abarrotado de pintadas. Ahora las pintadas se llaman graffiti. Una de esas pintadas recoge lo que hasta ahora no habíamos observado. Se trata de las armas del pueblo pintadas en el muro. Nos parece una feliz muestra de la implicación, de la conciencia de la posesión común, por todos lo habitantes del pueblo, también por los graffiteros, de las armas de Torrelodones.
Las armas de Torrelodones muestran tres figuras. Dos de ellas parlantes: La torre, que en el modelo heráldico institucional es copia rigurosa de la existente en el pueblo,en vez de una simple torre de azur, como sería más correcto representarla, y el lodón, árbol muy abundante hasta hace escasas décadas en esta parte de Castilla denominada Comunidad Autónoma de Madrid.La tercera figura es la banda, adornada con dragantes, que distinguió durante siglos a la familia Mendoza de la Vega, condes del Real de Manzanares y duques del Infantado, propietaria de estas tierras hasta 1844, bien entrado el siglo XIX.Hasta hace apenas treinta años, el escudo era tronchado por la banda, ocupando el cuartel superior la torre y el inferior el lodón. No obstante, tras la revisión del diseño, aprobado por Real Decreto 3.086/1979, de 17 de diciembre, el conjunto ha resultado armónico y elegante, respetando las mismas figuras. El escudo es hoy un vínculo gráfico común de los habitantes de este pueblo de la sierra.
Como puede apreciar, improbable lector, existen diferentes versiones de las mismas armas.
Las institucionales.Las que imitan a las institucionales.
Las hay incorrectas.Las hay abreviadas.También el proyecto heráldico de wikipedia ha rediseñado las armas con acierto. Existe incluso un logotipo monocolor, triste ejemplo que demuestra cómo se deshace una herencia secular por la misma institución que las creó. Pero lo más llamativo lo hemos podido observar recientemente. Se trata de un muro en el pueblo que está abarrotado de pintadas. Ahora las pintadas se llaman graffiti. Una de esas pintadas recoge lo que hasta ahora no habíamos observado. Se trata de las armas del pueblo pintadas en el muro. Nos parece una feliz muestra de la implicación, de la conciencia de la posesión común, por todos lo habitantes del pueblo, también por los graffiteros, de las armas de Torrelodones.