Nos animaba nuestro amigo don José Antonio Vivar del Riego, hidalgo de Soria y reciente padre de su primer hijo, a comentar algo sobre el emblema de la orden de Montesa.
Ya se ha hablado en este blog, en varias ocasiones, de las órdenes militares españolas, pero no de ese emblema concreto.
Atendiendo a su nacimiento, evolución y posterior adscripción a la corona, las órdenes militares no pueden considerarse como un todo común. No puede hablarse de la evolución histórica de las órdenes militares considerando las cuatro como iguales. No. Como en el caso de los mosqueteros de Dumas debe hablarse de tres y una aparte. Y es que la orden de Montesa nació en 1317, bajo el reinado de don Jaume II de Aragón, en su reino de Valencia, siendo aprobada canónicamente por el papa Juan XXII, el personaje histórico del que tanto, y tan mal, se escribió en la obra de Ecco, que a buen seguro ha leído improbable lector, EL NOMBRE DE LA ROSA.
Si bien la ceremonia de inauguración de la orden, presidida por el rey de Aragón en su palacio real de Barcelona, no tuvo lugar hasta el veintidós de julio de 1319. El resto de órdenes militares habían nacido durante el siglo XII.La orden militar de Montesa se creó para dar acogida a los caballeros del reino de Aragón, de la orden militar del Templo de Jerusalén, que ha pasado a la historia como la orden del Temple. En 1312, disuelta conciliarmente la religión templaria y a consecuencia de la adscripción ordenada por el papa de los bienes y territorios templarios a la orden del Hospital, el rey don Jaume II decidió crear la orden militar de Santa María de Montesa, temeroso del excesivo poder reunido en las manos del maestre hospitalario.La orden militar de Montesa mantuvo, consecuentemente con el poder que la simbología tiene en nuestra especie, el mismo emblema que la extinta orden templaria, la cruz llana de gules. Y así permaneció hasta entrado el siglo XIX en que, por hacer más estético el emblema conjunto de las cuatro órdenes militares, se añadió a la cruz de gules, cruz flordelisada de sable, permaneciendo en el corazón del emblema el símbolo original.La justificación de la cruz flordelisada de sable proviene de la adscripción en el año 1400 de la orden de san Jorge de Alfama a la más moderna de Montesa, que traía por emblema una cruz flordelisada, de gules, idéntica a la de Calatrava. El esmalte de sable se adoptó, a finales del diecinueve, para poder distinguir los dos emblemas superpuestos: La cruz llana quedó de gules y la cruz flordelisada de sable.En consecuencia, imágenes como la siguiente, que refleja a un caballero ataviado con ropajes medievales portando por armas la cruz flordelisada de sable cargada con cruz llana de gules es del todo anacrónica, imposible, irreal. Desde su nacimiento y hasta hace poco más de cien años, la orden de Montesa tuvo por armas una cruz llana de gules.