Me explicaba mi hija, doña Almudena Carrión Piedrafita, condesa de Sublimidad en el Reino del Maestrazgo, cuyo cumpleaños se celebra hoy, que debo exponer imágenes en el blog, que a fin de cuentas una imagen vale mas que mil palabras.
La orden de san Lázaro ha tenido la deferencia de hacer llegar al correo del blog las imágenes que hoy se exponen. Fueron tomadas durante la ceremonia de presentación al apóstol en la catedral de Santiago, de la que se dio cumplida noticia hace unas semanas.
Precederán a las instantáneas breves textos aclaratorios:
Su beatitud Gregorios III junto a la duquesa de Brissac y Ron Hendrix, recién llegados a Santiago:
Salutación de don Joaquin Cayuela, caballero lazarista,
ocultado parcialmente por la sede episcopal en la que aparecen las armas, no muy ortodoxas, del actual arzobispo de Santiago:
Aspecto de la catedral durante la celebración de la Misa del Peregrino:
El gran maestre y los jefes de jurisdicción:
Doña María Rosa Rodrigo, dama lazarista, fiscal del gran priorato de España:
Grupo de damas y caballeros lazaristas posando ante una fachada lateral de la catedral,
entre los que se reconoce al gran maestre de la orden, el marqués consorte de Almazán, portando una bengala,
y a algún viejo amigo de este espacio virtual.
La orden de san Lázaro ha tenido la deferencia de hacer llegar al correo del blog las imágenes que hoy se exponen. Fueron tomadas durante la ceremonia de presentación al apóstol en la catedral de Santiago, de la que se dio cumplida noticia hace unas semanas.
Precederán a las instantáneas breves textos aclaratorios:
Su beatitud Gregorios III junto a la duquesa de Brissac y Ron Hendrix, recién llegados a Santiago:
Aspecto de la catedral durante la celebración de la Misa del Peregrino:
El gran maestre y los jefes de jurisdicción:
Doña María Rosa Rodrigo, dama lazarista, fiscal del gran priorato de España:
y a algún viejo amigo de este espacio virtual.
Una nueva espacie habita el mundo virtual de las páginas dedicadas a la heráldica y ciencias afines: El blog de heráldica catalana.
Sus armas exhiben un elegante sembrado:
Redactado en castellano con periodicidad diaria, su visita regular es obligada toda vez que los artículos que van poblando el nuevo blog manifiestan evidente ciencia y corrección. La dirección electrónica es la que sigue: 

Llegados a los postres de una de las tertulias heráldicas en las que tengo el honor de participar, acompañado del marqués de Utrera y del barón de Sórvigo, surgió el asunto de los monumentos que adornan la geografía patria. En particular aquellos basados en las figuras que se disponen sobre las armerías municipales.
Los doce leones representan a los esforzados capitanes de mesnada ubetenses que protagonizaron, por orden del concejo de la ciudad, el sitio y posterior toma de la ciudad de Algeciras a los moros, entre los años 1342 y 1344.
Es más, siendo comandante del Ejército del Aire y diplomado en heráldica militar, te diría que ha de resultarte incluso familiar.
Verás, como sabes, los romanos eran muy dados a recompensar a sus héroes militares con coronas. Algunas de ellas son:
Algunos heraldistas confunden la corona vallar con la Natalicia, si bien es cierto que la segunda deriva de la primera.
-La Corona Mural: Ya te hablé de ella en una entrada que tuviste la gentileza de publicarme, ya que timbra el escudo de mi queridísima patria chica por un hecho único en la Historia. Era concedida al soldado romano que era el primero en subir y tomar el muro de una ciudad. Consistía en un cerco de oro adornado con torres y murallas.
-Corona Naval: Premio militar concedido al soldado romano que era el primero en abordar una nave enemiga. Era un cerco de oro con piedras preciosas adornado con popas y velas de barcos.
También existe la versión en la que además de popas y velas, hay proas de barcos, pero mucho menos usada que la anterior.




Si sumamos dos y dos, podemos llegar a la conclusión de que el hombre que eligió para sí esas armas sirvió en las fuerzas aéreas de alguna nación, muy probablemente, angloparlante.
No tiene nada de sorprendente que un obispo redacte un libro. Al contrario, es habitual que no solo los obispos, sino en general las personas consagradas dediquen sus ratos de ocio a redactar reflexivos documentos analizando aspectos diversos del amplio abanico de ciencias eclesiásticas.
El pequeño pueblo norteamericano de Earlville, en Illinois, habitado por menos de dos mil personas, cuenta con el privilegio de haber servido de cuna para dos afamados escritores.
Sorprendentemente además, amigos desde la niñez.
Gary K. Lobo es el autor de la novela ¿Quién censuró a Roger Rabbit?, en la que se basó la exitosa película ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, ganadora de cuatro premios llamados oscar de la academia norteamericana de cine.
John J. Myers es el V arzobispo de Newark, en Nueva Jersey. Posee un doctorado en derecho canónico y ha publicado varios documentos relativos a esa materia así como sobre temas teológicos y pastorales.
En la fotografía que sigue el arzobispo Myers troca su mitra episcopal por un casco de astronauta sobre el que se advierte su escudo.
Las armas del arzobispo son las que siguen:
Cumpliendo la tradición anglosajona, el primer cuartel del partido es el correspondiente a las armas de la diócesis sobre la que ejerce su ministerio pastoral, Newark, de Nueva Jersey. Estas armerías se basan en las de la ciudad inglesa homónima,
adaptadas para reflejar motivos católicos: Tres fajas ondeadas de azur sobre campo de plata. Jefe de gules con un creciente de plata, que representa la advocación mariana de la Inmaculada concepción, acostado de dos tréboles de plata, para significar la herencia irlandesa de la ciudad.
Las armas escogidas por el arzobispo Myers, el segundo cuartel de su escudo, expone un campo de sinople, que quiere denotar su ascendencia igualmente irlandesa. Una cabeza de águila de oro, nimbada de lo mismo, recuerda su nombre propio, Juan. Ejemplo heráldico del que en España tenemos memoria histórica tan reciente en el anterior modelo de escudo nacional.
Lo que sigue es el primer fruto de aquel final de tertulia: Hoy se propone, improbable lector, un interesante documento para conmemorar que tal día como hoy, 14 de junio, en 1952, hace ya cincuenta y ocho años, fallecía el eminente prócer a quien se dedica este artículo.
Su padre fue Don José María de la Figuera y de la Cerda, XIV Marqués de Fuente el Sol (Valencia 1.880 – Cartagena 1.936). Su madre fue Doña Antonia Calín Conesa, mujer de muy rica familia. Como muestra del poder económico de Doña Antonia, baste decir que heredó de su padre, D. Isidoro Calín, (entre otras propiedades) una suntuosa finca conocida como la Torre Calín por la monumental torre en ella erigida.
De su familia materna, Doña Antonia recibió de su abuelo D. Pedro Conesa un regalo que muy pocas niñas suelen tener: una casa de muñecas de tamaño real.
Este palacete conocido como el Castillito del Marqués de Fuente el Sol, fue construido entre 1.899 y 1.900 por el arquitecto Tomás Rico. El Castillito era utilizado por Doña Antonia cuando era niña como casa de juegos y también recibía en él a sus amiguitas. Más tarde, cuando Doña Antonia casó con el XV Marqués de Fuente el Sol en 1.903, hicieron de él su vivienda.
Alguien escribió una vez de forma maliciosa que un enlace matrimonial entre una familia noble y una familia rica es como un combate de boxeo donde una parte va a por el título y la otra va a por la bolsa. Sin entrar en valoraciones, de lo que no cabe duda es de que el poder económico que obtuvo el Marquesado de Fuente el Sol tras el enlace fue tan alto que incluso ha pasado al folclore popular autóctono la expresión “que no eres hijo del Marqués de Fuente el Sol” utilizada para decirle a alguien presuntuoso que ponga los pies en la tierra.
A pesar de sus estudios técnicos, se dedicó activamente a la política, llegando a ser alcalde de la ciudad.
Hombre de profundo sentido religioso, también dedicó gran parte de su vida a la Semana Santa de Cartagena, fiesta declarada de Interés Turístico Internacional y que destaca por su solemnidad y marcialidad. Fue hermano mayor de la Pontificia, Real e ilustre Cofradía de Ntro. Padre Jesús en el Paso del Prendimiento (Cofradía California).
El marqués se casó con Doña María del Carmen López y Casal, con la que tuvo seis hijos: María, María del Carmen, María Cristina, José María (XVI Marqués de Fuente el Sol), Marita, y Alfredo Antonio (VI Marqués de la Laguna de Camero Viejo).








