Al hilo de las recientes entradas relativas al cumpleaños del actual heredero del trono, de la numeración que ocupa en el uso del título don Felipe, XXXV príncipe de Asturias, y de las armas que debería usar de regirse el título que ostenta como el resto de los títulos nobiliarios, se desea abordar un tema de carácter histórico:
Otros personajes que, aparte del heredero de la corona, han usado legalmente el título de príncipe en estos reinos que hoy son España.
Son dos los personajes históricos, militares vocacionales ambos, los que han sido agraciados, por voluntad regia, con tal título en la historia reciente de España: El príncipe de la Paz y el príncipe de Vergara.
Los empleos militares y los títulos alcanzados por el primero de ellos serán el tema abordado en la entrada de hoy.
Fue creado I príncipe de la Paz don Manuel Godoy y Álvarez de Faria, Sánchez-Ríos y Zarzosa, nacido hidalgo de vieja y cristiana familia en la calle de santa Lucía de la ciudad de Badajoz, en el que fuera reino de León, el doce de mayo de 1767 y muerto en París, del reino de Francia, con ochenta y cuatro años, el cuatro de octubre de 1851.
Su padre, don José Godoy, fue coronel y ocupó cargos en el gobierno municipal pacense, empleos ambos reservados entonces a la nobleza hidalga.
Manuel Godoy fue admitido a los diecisiete años en la guardia de corps del rey don Carlos III, cuerpo militar reservado en exclusiva a los hidalgos.
Como buen militar su vida se basó en una lealtad inquebrantable a sus jefes. Así, habiendo trabado estrecho trato basado, a pesar de la maledicencia, en una absoluta lealtad con los príncipes de Asturias, al morir el rey don Carlos III en 1788, alcanzó una fulminante y meteórica promoción militar de manos del nuevo rey, don Carlos IV. De este modo, fue ascendido a los empleos de general jefe de la guardia de corps, brigadier, mariscal, teniente general y capitán general. Finalmente, en 1793, favorito absoluto ya del rey, fue nombrado ministro universal, recibiendo inicialmente la grandeza de España y siendo creado
I duque de Alcudia, I duque de Sueca y
I barón de Mascalbó.
A estos honores el rey don Carlos IV añadió, consecuencia del acierto en la negociación que concluyó en el Tratado de Basilea, el extraordinario título, como extraordinario era el trato dispensado por los reyes al privado, de
I Príncipe de la Paz. En la imagen que sigue se recoge la alegoría relativa a este título. Se trata de la figura del privado Godoy, uniformado con el hábito de la orden de Carlos III, presentando la paz al rey don Carlos IV, que viste el hábito de la orden del Toisón.
Pero la relación de títulos obtenidos no concluye aquí. Casó el general don Manuel Godoy con una prima del rey don Carlos IV, María Teresa de Borbón y Vallabriga, Farnesio y Rozas, creada
I condesa de Boadilla del Monte, que vivía desterrada de la corte por matrimonio morganático de su padre, el infante don Luis Antonio,
XIV conde de Chinchón. De este matrimonio nació una hija y heredera de los títulos de sus padres. Títulos todavía vigentes y en uso.
Pero el príncipe de la Paz aun alcanzó más títulos para sus sucesores. Consecuencia de su relación con Josefa, Pepita, Tudó y Catalán, Alemany y Luesia, su amante y madre de cinco de sus hijos, consiguió para ella los títulos de
I condesa de Castillofiel, dignidad aun vigente, y
I vizcondesa de Rocafuerte, merced revertida a la corona en la actualidad. Al enviudar en 1828 don Manuel Godoy, la relación con doña Pepita Tudó concluyó en matrimonio, legitimando a sus hijos.
Aun la historia podría haberse leído de otra forma y hablaríamos hoy de la
dinastía Godoy, toda vez que el tratado de Fontainebleu de 1807, auspiciado por el propio general Godoy, preveía que el reparto de Portugal entre Francia y España, otorgaría el reino del Algarbe al privado.
A estos honores descritos hay que añadir el título de
gran almirante de España, con tratamiento de alteza serenísima y el título pontificio de
I príncipe de Basano, dignidad esta de príncipe habitual en los Estados de la Iglesia que se otorgó al perder el general Godoy el título de príncipe de la Paz.
El general Godoy fue además, entre otras mercedes, caballero de la orden de Santiago y caballero del Toisón de oro.
Terminada la guerra de la independencia, el rey Fernando VII confiscó todos sus títulos y bienes. No obstante, la hija de aquel, la reina doña Isabel II, en 1847, rehabilitó en todos sus títulos al general Godoy, excepción hecha del título de príncipe de la Paz, por considerarlo ajeno a la tradición española, recibiendo entonces el pontificio de I príncipe de Basano que ya se mencionó.
Las armas que usó, y que sus descendientes mantienen, se blasonan como un jaquelado oro y azur.