Desde Cartagena, ciudad primada en su día, remite una absolutamente pertinente y documentada corrección don José Antonio Padilla Solano, viejo conocido de estos lares, cuyas armas iniciaban esta entrada.Hola José Juan:
Sólo quería hacerte un par de incisos acerca de tu entrada de antesdeayer “Coronas” :
En primer lugar, todas las coronas, desde la de Duque a la de Barón, deben ir forradas de gules. Me ha sorprendido, ciertamente, ver representaciones de coronas nobiliarias anglosajonas “abiertas”.
En segundo lugar, todas las coronas deben llevar piedras preciosas en su aro, salvo la de Barón. Te lo comento por las coronas de Conde y Vizconde que enlazaste, pues estas no van adornadas con pedrería y deberían llevarla. 
En tercer lugar, te comento que las hojas que adornan las coronas de la nobleza de aquellas tierras no son de acanto, sino que son hojas de fresa (strawberry leaves). Una publicación que puede confirmar esto podría ser la pequeña obra de bolsillo “Discovering Heraldry” de Jacqueline Fearn (“strawberry leaves” p.48 o.cit.).
A modo de curiosidad, en el Reino de España, hay tratadistas que afirman que sólo la Realeza (Reyes de España, Príncipes de Asturias e Infantes de España), debería usar hojas de acanto en sus coronas, mientras que la nobleza debería usar en sus coronas hojas de apio.
A partir de entonces, se convirtió en “Nobleza de Gran Bretaña” (Peerage of Great Britain). Y fue así hasta los Actos de Unión de 1.800 cuando se unieron “Nobleza de Gran Bretaña” y “Nobleza de Irlanda” (Peerage of Ireland) en la “Nobleza del Reino Unido” (Peerage of United Kingdom).
Los títulos nobiliarios que usa la nobleza del Reino Unido son Duque (Duke), Marqués (Marquess), Conde (Earl), Vizconde (Viscount) y Barón (Baron). Estos mismos títulos son los que usaba la Nobleza de Inglaterra y la Nobleza de Irlanda, pero no la Nobleza de Escocia, que además de los títulos de Duque (Duke), Marqués (Marquess), Conde (Earl) y Vizconde (Viscount), usaba los títulos propios de Lord of Parliament, que sería el equivalente a Barón, y Baron, que podría traducirse como Barón Feudal y que no debe confundirse con el título de Barón, que como ya he comentado, correspondería al título de Lord of Parliament.
El título de Barón feudal escocés es un título que a mí siempre me ha resultado muy extraño, ya que sí que entra dentro del comercio de los hombres, esto es, es un título que legalmente se puede comprar y se puede vender. Los Barones Feudales escoceses no timbran sus armas con una corona, sino que lo hacen con un chapeau, también llamado cap of maintenance, que es una especie de gorro de gules forrado de armiños; además, acolan un manto de la siguiente forma:
Adjunto también los enlaces a algunas armas de Barones Feudales escoceses, donde también se muestra la fecha de registro en la Corte de Lord Lyon:http://armorial-register.com/arms-sco/morange-mad-arms.html
http://armorial-register.com/arms-sco/lindsay-ra-arms.html
http://armorial-register.com/arms-sco/ayre-d-arms.html
http://armorial-register.com/arms-sco/dolphinstoun-arms.html
Por cierto, en mi opinión personal, el chapeau debería ir sobre el yelmo y no al revés. En el caso de querer usar también una cimera (crest), ésta debería ir sobre el chapeau prescindiendo del burelete.
Espero que esta información pueda resultarte de interés.Un abrazo,
José Antonio.
Hoy, que es sábado, se proponen unas líneas remitidas por don José María de Montells y Galán, I vizconde de Portadei del reino de Georgia, en contestación a
Remite una serie de ideas en respuesta a la cuestión planteada desde el reino de Valencia sobre
Si nos adentramos en la extensa titulación del emperador Carlos V es donde podremos encontrar las pistas más fieles a la hora de conocer su heráldica. Aparte de las llamadas armas mayores que son las que aparecen en la mayoría de las representaciones y que consisten en las siguientes:
En el caso del famoso pavo real de la dinastía de los Habsburgo al que hace referencia el Sr. Sánchez Sánchez, cabría decir que las armas representadas en tan magnífica obra no son las pertenecientes al emperador, ya que dicha obra es posterior y acumula las armas de toda la dinastía hasta el momento de la realización de dicha obra, además de tener algunos errores .
Al hilo de la
Como recordará, improbable lector, Inglaterra y sus demás reinos anejos, mantienen vigente la ceremonia de coronación de su soberano.
Ceremonia llena de boato y esplendor que,
cuentan los expertos, es copia ampliada de la que se practicó en el reino de Aragón hasta la unión con el reino castellano.
No obstante, enlazando con la anterior entrada, únicamente los nobles que tienen la consideración de pares de Gran Bretaña se ciñen la corona, esto es, todos los títulos vigentes a excepción del de baronet, que no cuenta con corona propia.
Hoy se proponen, como se decía, imágenes de las coronas con las que los nobles se tocan en la ceremonia de coronación y que difieren en buena medida de las que la nobleza española ha venido utilizando para timbrar sus armas.
Así, sin entrar a considerar las coronas propias de los príncipes de la real familia, los duques de Gran Bretaña lucen la corona que sigue:
Corona que se adorna con hojas de acanto similares a las que utilizan en sus armas los de nuestro país:
El título británico de marqués se adorna con esta corona,
que alterna las hojas de acanto con perlas de forma similar, pero no idéntica, a como lo hacen los marqueses españoles, cuya corona particular es esta:
Los condes del reino unido se cubren con una corona 
que sí difiere con claridad de la que lucen en sus armas los españoles:
Y es que la corona inglesa dispone hojas de acanto entre las elevadas perlas.
posee un diseño diferente de la española:
Y por fin, la diferencia se hace aún más evidente al considerar el diseño de la corona propia del título de barón del Reino Unido 
en relación a la corona del mismo título española:
An outline of heraldry, que se podría traducir como un esbozo sobre heráldica. Uno de los mejores opúsculos, no se puede llamar libro a veintitantas hojas, que he leído sobre nuestra ciencia. Profusamente ilustrado, de marcado acento británico, es obra de Robert Innes-Smith.
El reino unido de Gran Bretaña mantiene un sistema premial de corte tradicional. Así, aquellos a los que la sociedad adeuda, por sus méritos contraídos, un especial reconocimiento son ennoblecidos con un título. Pero el título que con más frecuencia es utilizado para reconocer la especial entrega a la sociedad no es coincidente con el resto de los que en nuestra Europa se han venido utilizando: Estoy hablando del título de baronet.
La nobleza británica posee, además de los títulos comunes con el resto de Europa, esta otra merced nobiliaria que no es equiparable stricto sensu con ninguna otra de las utilizadas en las sociedades civilizadas.
La nobleza titulada, aparte los propios monarcas, se ha escalafonado tradicionalmente en los títulos de príncipe, duque, marqués, conde, vizconde y barón. La merced nobiliaria de baronet se sitúa por debajo de los anteriores y no comporta una nobleza equivalente, sino de categoría inferior.
Este título de baronet fue creado, con ánimo recaudatorio, por el rey Jacobo I en 1611. La voluntad regia buscaba ennoblecer a aquellos hijos segundones de los terratenientes ingleses que se trasladaban a la conquistada Irlanda como colonos y obtener ingresos a través de esta concesión. Para otorgar la merced se requería, en una consideración muy mercantilista de la nobleza, la posesión de un patrimonio superior a las mil libras del momento.
En el reino de Escocia, del que Jacobo I fue antes soberano, se creó el mismo título unos años más tarde, en 1625, para enviar igualmente colonos a las tierras americanas de Nueva Escocia, hoy una provincia canadiense, cuyas armas, no obstante, recuerdan aquel origen.
Este título de baronet se ha otorgado con profusión desde el siglo XIX. La propia reina Victoria I de Inglaterra definió esta merced nobiliaria como “la forma de ennoblecer a la clase media”
Así, el título de baronet se ha concedido a ilustres doctores, a abogados de renombre, a los alcaldes de Londres, a empresarios de prestigio, a afamados escritores y músicos, y a un buen número de políticos.
Los baronets son reconocidos además a través de su heráldica toda vez que, desde el tiempo de su creación, venían obligados a añadir a sus armas, bien como un aumento de honor,
bien en franco cuartel,
o bien en un escusón,
una mano de gules en campo de plata, la llamada mano sangrienta del Ulster, cuyo origen se remonta a los símbolos usados por los primeros pobladores de aquella isla.
Todavía hoy, las armas de la provincia inglesa del Ulster recogen esta mano de gules:
Esta merced no obstante, como se ha explicado, no comporta una nobleza equiparable a la del resto de títulos a pesar de su carácter hereditario. Así, los demás poseedores de mercedes nobiliarias gozan del privilegio de integrar la cámara de los lores en tanto que los baronets carecen de dicha capacidad.
En relación a su tratamiento no anteceden a su nombre la partícula lord, como el resto de la nobleza titulada, sino la palabra sir, al igual que los caballeros de las órdenes de caballería de aquellos lares.
Para terminar, reseñar que si hubiera que buscar un equivalente en estos reinos que hoy son España, la condición de naturaleza más similar sería la del hidalgo anterior a la confusión de estados de la década de los treinta del siglo XIX, cuando la administración del Estado reconocía esta dignidad.








