El escudo que precede a estas líneas es el de la provincia de Guadalajara. Reune en un solo escudo las armas de las poblaciones que eran cabeza de partido judicial en el momento de su creación. Ya se habló de la desafortunada elección de este sistema como forma de creación de armas de caracter provincial, resultando escudos practicamente irreconocibles.
El escudo está dividido en ocho cuarteles que se pasan a comentar brevemente:
En el primer cuartel: Un manteado, representa las armas de Molina de Aragón.
En el segundo: Un partido, representa en el primero un castillo que por su extraña silueta suponemos propio de la localidad. Si bien en el dibujo postpuesto toma la forma de una torre tradicional. Son las armas de Sigüenza, sede episcopal desde la edad media.
En el tercer cuartel: Un partido del cuartelado real con otra fortificación que suponemos propia de la localidad de Atienza, de donde son estas armas.
En el cuarto: Se representan las armas de Brihuega, con castillo de oro y una imagen de María Santísima saliente del homenaje y acompañada a diestra y siniestra de báculo episcopal de oro.
En el quinto: Se representan las armas de Cogolludo a través de un cuarteado: primero y cuarto un partido de Castilla y León. Segundo y tercero, las lises del antiguo reino de Francia. Estas armas recuerdan, alteradas, las armas de los desposeidos injustamente de su trono, infantes de la Cerda.
En el sexto: Cifuentes un parlante con un castillo de oro, sobre roca de la que manan fuentes de azur. Lo de villa condal no es otra cosa que poner de relieve que existen condes con el título de la localidad que allí residieron, hasta que la justicia del rey, tras una sublevación, destruyó el palacio condal.
En el séptimo: Las armas, extrañas, de la localidad de Pastrana. Un partido de azur y plata. Cargado con la letra inicial del nombre del municipio y aparte de otros muebles cargado de calavera de plata. Escudo extraño. Recuerda un jeroglífico de Pedro Ocón de Oro.
En el octavo, destaca la campaña diferenciada del resto del campo del escudo. Son las armas de Sacedón. En la foto que se acompaña la explicación de la corona viene determinada por el momento histórico en que se labró.
En el escudo provincial, por último, sobre el todo se ha dispuesto escusón de azur representando las armas de la propia capital de provincia, la ciudad de Guadalajara: Una ciudad de oro y un caballero de plata sobre montura de gules, acompañado de tres peones de plata.
El escudo de la capital alude a la conquista de Guadalajara en 1085 por un ejercito dirigido por Alvar Fáñez, compañero de armas del Cid Campeador.
El conjunto es abigarrado y falto de elegancia. Es una maraña de símbolos indescifrable. Es lo contrario de lo que la heráldica pretende ser: clara y concisa.