Escribe un mensaje privado el súbdito de la nación portuguesa don David José Fernández da Silva, de quien ya se habló en este espacio virtual, los días diez y diecisiete del pasado mes de septiembre. Se trata de un joven profesor de treinta años, excelente artista heráldico, que elabora su tesis doctoral sobre heráldica medieval portuguesa.
Don José proponía hace un tiempo esta página sobre heráldica portuguesa: http://www.fisicohomepage.hpg.ig.com.br/. Y como se expuso en la anterior ocasión, mantiene un par de páginas relativas a las armas del almirante Colón. Se trata de estas dos direcciones: http://colombo-o-novo.blogspot.com/2007/11/armas-colombinas.html, y http://colombo-o-novo.blogspot.com/2007/11/armas-colombinas-ii.html.
Hoy vuelve a ser objeto de una entrada a consecuencia de la remisión de otro de sus diseños. Se trata de las armas del Opus Dei. Según el mismo don David expone en su correo, ha utilizado el púrpura como esmalte del campo con la intención de conseguir mantener el principio de unicidad de las armas. Esto es, se pretende que las armas del actual prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría,
no se confundan con las de la Prelatura que con tanto acierto dirige.
Es decir, se busca expresamente la unicidad de armas.
Don José proponía hace un tiempo esta página sobre heráldica portuguesa: http://www.fisicohomepage.hpg.ig.com.br/. Y como se expuso en la anterior ocasión, mantiene un par de páginas relativas a las armas del almirante Colón. Se trata de estas dos direcciones: http://colombo-o-novo.blogspot.com/2007/11/armas-colombinas.html, y http://colombo-o-novo.blogspot.com/2007/11/armas-colombinas-ii.html.
Hoy vuelve a ser objeto de una entrada a consecuencia de la remisión de otro de sus diseños. Se trata de las armas del Opus Dei. Según el mismo don David expone en su correo, ha utilizado el púrpura como esmalte del campo con la intención de conseguir mantener el principio de unicidad de las armas. Esto es, se pretende que las armas del actual prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría,
Es decir, se busca expresamente la unicidad de armas. 

En esta página encontrará, improbable lector, una foto de algunos de los oficiales de armas de, no sé como definirlo, una recreación de soberanismo: 

Se adjunta foto del rey de armas del reino de Escocia, observe el cuartelado de su tabardo, primero y cuarto del reino de Escocia. Su página:


De fácil y amena lectura, se trata de un ensayo exhaustivo y muy bien documentado que recorre la actualidad de las corporaciones nobiliarias. Además expone con gran rigor el actual corpus jurídico en que se asienta el derecho nobiliario y premial español. Esperamos no contravenir ninguna norma legal al reseñar una idea recogida en el libro que nos ha llamado poderosamente la atención. Es la referida a la constatación de lo que se expuso en una entrada reciente sobre el placet del rey don Juan Carlos al registro de armas creado por el rey de armas de Castilla y León, don Alfonso de Ceballos-Escalera Gila a favor del conde de Latores, don Sabino Fernández Campo. Esta fue la entrada:
Los autores del libro que venimos comentando, de una forma mucho más documentada y rigurosa que la reseñada en este tedioso blog, coinciden en señalar que el rey don Juan Carlos, al amparo de constitución de 1978, goza del privilegio de otorgar premios y distinciones según su discreción. Así, exponen que la certificación de armas de don Sabino Fernández Campo no fue la única que recibió el expreso placet del rey en 1992.
Estos reales conformes, tal como se expuso en su momento, y con el respaldo de tan insignes y expertos autores, viene a confirmar la teoría expuesta: Las certificaciones armeras del rey de armas de Castilla y León tienen plena validez conforme al derecho premial vigente en nuestro ordenamiento jurídico. Esto es, España cuenta con, al menos, un rey de armas.
Como sabe, improbable lector, la fiesta de la práctica totalidad de los santos se celebra el día de su muerte, el día de su nacimiento al cielo. Curiosamente, santa Teresa murió la noche del 4 de octubre de 1582, día en que, por orden del Papa, el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano en todos los reinos de España, por lo que el día siguiente pasó a ser viernes, 15 de octubre, que es el día de su subida al cielo. Es decir, Teresa murió la noche del 4 al 15 de octubre de 1582. No es una errata: Del 4 al 15 de octubre.
Acompañan a estas líneas las armas de su familia. Los Cepeda, un partido de León y Castilla, con bordura de gules cargada de ocho aspas de oro. Y Ahumada, con tres luceros de oro, en azur.
El envío procede de fray Rafael Nieto, joven agustino de san Millán, cuya página es esta:
La orden del Císter trae por armas las antiguas de la Borgoña francesa, tan habituales en estos reinos hasta el diecinueve, en abismo.
Sobre las armas, también antiguas, del reino de Francia, el sembrado de lises.



Como efectivamente habrá reparado, improbable lector, dejando a un lado el jefe de Císter, es obligado hacer reseña del partido invertido.
Pedro, catalán de Barcelona, nació en torno a 1180 en una familia acomodada merced, nunca mejor dicho, a un próspero negocio de telas. Este negocio le llevaría a visitar, con fines comerciales, las costas del Mediterráneo occidental. Hombre de cierta inquietud, quedó impresionado al comprobar las condiciones de vida de los cristianos que habían sido retenidos como esclavos en territorio moro. Para aliviar la situación de estos cristianos comenzó, a cuenta de su propio patrimonio, a organizar expediciones que buscaban negociar redenciones. Su oficio de mercader y el consecuente acceso a los puertos le facilitaba esa labor.
Estando en esta tesitura, buscando consuelo espiritual a través de la oración, la noche del uno al dos de agosto de 1218, se le apareció María, la madre de Jesús, vestida de blanco y con un escudo en el pecho. La aparición tenía por fin transmitir un mensaje concreto:
Cuentan las crónicas que aquella misma noche se apareció también María Santísima a san Raimundo de Peñafort, que será el jurista y legislador de la orden, y al rey de Aragón, don Jaime I el Conquistador, con idéntico mensaje.
Se añade que constan, perfectamente documentadas, 344 redenciones y más de 80.000 redimidos. 

que en numerosas ocasiones habrá contemplado, improbable lector, en infinidad de monumentos a lo largo y ancho de nuestra geografía patria corresponden, en varios cuarteles, a territorios que fueron parte de la corona y hoy, para su desgracia, no lo son. En breve detalle, las armas grandes del rey de España, se titulan según este detalle:









