sábado, 22 de noviembre de 2008

ARMORIAL BLOG

Ya se ha hablado del blog que a continuación se expone. Se trata de la página denominada Armorial blog. Es un extraordinario y cuidado blog dedicado expresamente a la heráldica. La dirección es esta. La visita es obligada.
Quien se encarga de su redacción es, además de excelente y docto heraldista, artista heráldico consumado. Este excelente dibujante atiende por Fredrik Brodin. Son suyos los diseños que adornan estas líneas.
Es súbdito del rey de Suecia y oficial de su ejército del aire. Actividad de compagina con sus estudios universitarios de ciencias políticas. Reside en Uppsala, famosa ciudad asociada desde la edad media a la vida Universitaria. Las armas de aquella ciudad y de la región circundante son estas:Recordará, improbable lector, que uno de los personajes de la excelente novela de Umberto Ecco, EL NOMBRE DE LA ROSA, procede de aquel lugar: Bencio de Uppsala, el aplicado estudiante de retórica.

viernes, 21 de noviembre de 2008

CUARTEL TERRITORIAL SIN BASE PERSONAL

Al hilo de la reciente entrada relativa al sustento, al sustrato, a la base personal de los cuarteles principales de las armas de la nación, se desea proponer un apunte más.
Como se explicó, los cuatro cuarteles principales de nuestro escudo nacional, Castilla, León, Aragón y Navarra, fueron originalmente armas portadas verdaderamente por los reyes de esos territorios. Se trata, en consecuencia, de armas de base personal que concluyeron representando el territorio sobre el que el rey reinaba.Pero el cuartel entado en punta, el que representa al último reino incorporado a la nación española carece de ese sustento personal. La Granada heráldica no fue portada por rey alguno como armas propias. Antes de ser añadido este emblema a las recién creadas armas, que hoy consideraríamos nacionales, por Isabel I, la católica, ya se había ostentado sobre un escudo con un simbolísmo de empresa, es decir como deseo materializado en un motivo heráldico, un deseo de conquista de un teriritorio que culminaría la epopeya de la reconquista.

Fue en tiempos del rey Enrique IV, el impotente, Trastámara.

Este buen rey, hoy tenido por pelele solamente por aquellos que incurren en ignorancia culpable, trajo por armas, además del obligado por herencia, cuartelado real, un sembrado de ocho granadas de oro, rajadas de gules, en campo de sinople. No hay que olvidar que es este un tiempo de virulenta moda heráldica. La sociedad toda, merced a un cambio climático favorable, ahora tan de moda, y a un incipientemente desarrollo industrial, gozó de horas de ocio, antes imposibles, que se llenaron en buena medida, con el abaratamiento del papel, con la lectura de, sobre todo, novelas de caballerías que concedían mucha importancia, la debida, a la heráldica de los personajes.

Esto hizo que hasta el rey tomara conciencia de que podía tener armas diferentes de las recibidas en herencia, bajo el subterfugio, hoy tan real, de considerar que más representaban al reino que al propio rey.

Y las armas que por empresa, por deseo no cumplido, tomó el rey don Enrique fueron las que representaban la granada heráldica.Su hermana y heredera, Isabel, tras conquistar el reino moro del sur añadió el entado en punta como representación del fin, de la conclusión de la tan deseada reconquista. Pero ese emblema era el único y aun hoy lo es, que no tenía sustrato, soporte, base personal. Los reyes moros de Granada, al igual que los de los reinos cristianos, portaban armas desde el siglo XI. Pero sus armas no se cargaban de la granada, sino que eran estas:Se desconoce exactamente el significado del texto que expresa, en letras moras de gules, la banda de oro, pero recordamos haber leído en algún lugar que se trata de una cita del Corán de tono, lógicamente, religioso.

En consecuencia, se concluye que de los seis cuarteles de nuestro escudo nacional, cuatro de ellos, los principales, representan territorios cuyos reyes privativos embrazaron, portaron esas armas. Armas que en un momento determinado pasaron a ser consideradas de carater territorial. Por el contrario, el cuartel de la Granada carece absolutamente de base personal. Posee únicamente un carácter territorial y de empresa lograda, de meta alcanzada.No se ha propuesto en esta entrada nada del sexto cuartel de nuestro escudo nacional, que sí posee una base personal, el rey de Francia.

jueves, 20 de noviembre de 2008

DINASTÍAS DE TRAICIÓN


Acabamos de concluir el recientemente publicado libro de don José Luis Sampedro Escolar, DINASTÍAS DE TRAICIÓN, de la editorial Esfera de los Libros, cuya lectura se recomienda vivamente, por su amenidad y por su rigor.El hilo argumental, resumido por el propio autor, podría ser este: "La oscura historia de las coronas europeas: la realidades dinásticas detrás de Pedro I el Cruel, Enrique IV de Francia, Fernando VII el deseado, Isabel II de Inglaterra, Luis Alfonso de Borbón…" temas del todo atractivos para todos los que gustamos de estas ciencias.Don José Luis Sampedro, quien nos honra con su amistad, está especializado en dinastías europeas. En esta obra estudia la idea de legitimidad de la que todas las actuales casas reales presumen, pero de la que no gozan todos los pretendientes a ocupar los tronos de nuestro viejo continente.El libro oferta argumentos para un buen número de entradas a este tedioso blog pero no se desea atentar contra la ley de propiedad intelectual. En consecuencia se propone solo una reflexión, como muestra del rigor y amenidad del libro, acerca de la actual casa real de Francia, tomando como base el capítulo dedicado a los conflictos dinásticos en la sucesión a aquella real casa. Se trata de una curiosidad heráldica notable.Como sabe, improbable lector, de acuerdo con el autor, el actual primogénito de los Capeto, descendiente del rey Luis XIV de Francia, don Luis Alfonso de Borbón, que es bisnieto del general Franco, ve hoy discutidos sus derechos a la jefatura de la dinastía de Francia por sus primos lejanos, los Orleáns, que son descendientes: De Luis XIII, del regicida Felipe Igualdad y de Luis Felipe I.El personaje histórico de Felipe Igualdad, que siendo duque de Orleáns renunció a su título durante la Revolución francesa, sería digno de otra novela. De personalidad discutida, la realidad es que votó a favor de guillotinar a su primo, el rey Luis XVI. Su hijo por el contrario, aceptó sustituir al rey Carlos X, accediendo al trono como Luis Felipe I, rey de los franceses.Pero volviendo al tema de esta entrada: En la actualidad, como jefe de la dinastía real de Francia, Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú, usa el título de espera de duque de Anjou, uno de los muchos que usaban los reyes franceses y que ostentó su antepasado directo, el que después sería el monarca don Felipe V de Borbón, antes de ser llamado a reinar en España.Pero, y este es el lugar al que queremos llegar, aunque aquel duque de Anjou, Felipe V de España después, traía las armas de Francia brisadas con bordura de gules, según se disponen desde entonces en nuestro escudo nacional, el actual duque de Anjou, el pretendiente Luis Alfonso de Borbón, usa el escudo de armas que corresponde a su pretensión: El propio de los reyes de Francia, las lises de oro sobre fondo azur sin brisura alguna:Para concluir, se insiste en el rigor y máximo entretenimiento de esta obra de fácil y amena lectura.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

ESCUDO REAL ESCUDO NACIONAL

Se hablaba recientemente de las verdaderas órdenes militares hoy existentes en España, san Fernando y san Hermenegildo. En la entrada reseñada se exponían los collares de gran maestre de ambas órdenes. En ellos se aprecia con cierta nitidez que los eslabones se componen, entre otros elementos, del escudo nacional-real.Y es que como recordará, improbable lector, tanto el rey como el reino, España, poseen las mismas armas si no se acompañan de los adornos exteriores a los escudos.

martes, 18 de noviembre de 2008

CUARTELES TERRITORIALES DE BASE PERSONAL

Al hilo de las recientes entradas relativas a las diferentes armas que conforman la bordura componada del escudo de la ciudad de Almería, se desea llamar su atención, improbable lector, sobre un hecho cierto que quizá conozca, pero sobre el que existen a menudo confusiones que se desean aclarar.

Se trata de la base personal de los cuarteles de nuestro escudo nacional.

Los escudos que originaron los cuarteles que hoy consideramos sin objeción como propios y representativos de los territorios de Castilla, León, Aragón y Navarra, no lo fueron en origen.Los escudos que se resumen en esos cuatro cuarteles no representaron en su origen territorios. No. Representaron y fueron realmente embrazados, por los individuos que regían esos territorios, por sus reyes. Es decir, desde su nacimiento y durante siglos, esos cuatro escudos no eran otra cosa que las armas de los reyes de Castilla, de León, de Aragón y de Navarra.No representaban territorio alguno, eran las armas solamente del rey de cada uno de ellos. Esto es, los cuatro cuarteles principales de nuestro escudo nacional, representan hoy territorios, consecuencia de un mecanismo intelectual que ha dado en suponer que las armas del rey, representan al reino.Se insiste, los cuatro cuarteles principales de nuestro escudo nacional fueron originalmente armas portadas verdaderamente por los reyes de esos territorios. Es decir, son armas de base personal que concluyeron, al cabo de los siglos, representando los territorios sobre los que los reyes ejercían su soberanía.

Y esa y no otra, es la razón por la que otros territorios de nuestra geografía patria, como Asturias, Galicia o Murcia, no incluyan sus armas en el escudo nacional, la falta de sustento personal en la época en la que se portaban escudos.

lunes, 17 de noviembre de 2008

¿NAVARRA?

Al hilo de la entrada de ayer, en que se hablaba y exponía a su buen criterio, improbable lector, el escudo de la ciudad de Almería, se desea llamar su atención sobre un aspecto de dichas armas:

Resulta extraño, a nuestro parecer, el diseño de las que, se pretende, sean las armas de Navarra en el reinado de García Ramírez IV, disponiendo un águila de sable en campo de oro.Los reyes de Navarra, como ya se explicó, portaron tradicionalmente un escudo de gules pleno. A menudo blocado como refuerzo, de ahí las llamadas cadenas de la actual Navarra, que no son tales cadenas, son una simple bloca, un refuerzo no heráldico. La fábula de la ruptura de las cadenas en las Navas, como recordará improbable lector, no es más que un poético cuento, muy gráfico y didáctico pero fabulación absoluta.

Es verdad que el rey don Sancho VII, desoyendo su estricta herencia armera, añadió al escudo recibido como legado, al escudo de gules pleno, un águila de sable, según la costumbre, hasta hace bien poco vigente, que consideraba el sable, al igual que el púrpura, tanto metal como color. Recuerde las armas del cardenal Wojtyla:Todos estos detalles se explicaron ya en este tedioso blog, en febrero y en junio.

Pero las armas que aparecen en la bordura de las armas de Almería, que representan un águila de sable en campo de oro,no son, en ningún caso, las armas de rey alguno de Navarra. Más podrían identificarse en estos reinos que hoy son España, bien con el águila del Sacro Imperio, bien con las armas que trajo a la casa real de León y Castilla la reina doña Beatriz de Suabia, esposa de san Fernando III.