Hoy, que es sábado, como es habitual, tan solo se propondrá una fotografía. La he tomado, sin permiso, del inevitable blog, para aquellos que gustan saber de la actualidad de nuestra católica Roma, denominado Orbis Catholicvs Secvundvs.La instantánea muestra una fuente que se adorna con diferentes motivos artísticos, si bien el más sobresaliente es un capelo arzobispal del que penden sus correspondientes borlas. La fuente embellece una calle de la ciudad de las siete colinas.Se trata, sin lugar a dudas, de un digno monumento inspirado en la heráldica, toda vez que el galero es prenda en franco desuso por parte de nuestros eclesiásticos.Conviene aquí recordar el ingenioso sistema de determinación de categorías que gasta la heráldica de la Iglesia y que se expuso en una antigua entrada: Ésta.
sábado, 24 de julio de 2010
viernes, 23 de julio de 2010
XXI SEMANA DE ESTUDIOS MEDIEVALES DE NÁJERA
Desde hace casi veinte años, el barón de Sórvigo visita durante una semana la ciudad de Nájera con el ánimo de acudir a una serie de conferencias que se agrupan en torno a la temática medieval, siempre tan interesante para cualquier heraldista que se precie.
Este año se celebrará la veintiuna edición de dichas jornadas y se ha interesado por la posibilidad de dar la publicidad debida a través de este tedioso blog. Como no podría ser de otra forma, se propone el enlace animándole, improbable lector, a sopesar la posibilidad de acudir.
La información sobre el asunto se aloja en esta dirección: http://www.amigosdelahistorianajerillense.com/images/stories/Semanas/XXI/tripticoxxisemana.pdf
Este año se celebrará la veintiuna edición de dichas jornadas y se ha interesado por la posibilidad de dar la publicidad debida a través de este tedioso blog. Como no podría ser de otra forma, se propone el enlace animándole, improbable lector, a sopesar la posibilidad de acudir.
La información sobre el asunto se aloja en esta dirección: http://www.amigosdelahistorianajerillense.com/images/stories/Semanas/XXI/tripticoxxisemana.pdf
jueves, 22 de julio de 2010
LOS TUDOR, DE TVE
Envía mensaje don J. Alberto Abarquero Zorrilla tomando razón de la serie Los Tudor, que se emite los jueves en la primera de televisión española. Estas son sus palabras:
Don José Juan:
El motivo de este correo electrónico es hacerle notar lo que considero imprecisiones heráldicas de la serie "Los Tudor" que ha venido promocionando TVE a bombo y platillo los últimos días y que se estrenó la noche del jueves 17 de julio con un capítulo doble.
El caso es que de heráldica e historia del Reino Unido no estoy muy versado, pero de heráldica española (en especial en lo que se refiere a las armas de SS.MM. los Reyes que de estos lares han sido) e Historia de España sí he tenido ocasión de leer algo.
En los dos capítulos de esta serie que nos ofreció TVE, el protagonista (un joven Enrique VIII de Inglaterra) montando a caballo, sorprendentemente, exhibe, en la manta que hay bajo la silla de montar, las armas de Castilla y las de Aragón. Pero no concluyó ahí mi sorpresa: Los heraldos del rey, algunos guardias ¡incluso los remeros! llevan unos vistosos tabardos con las armas de los Reyes Católicos.
Es cierto que Enrique VIII se casó con Catalina de Aragón, hija de Isabel y Fernando, pero de ahí a que acabara usando las armas de los Reyes Católicos, va un abismo.
En fin, no he encontrado fotos en internet que me sirvan para que se vea claramente lo que estoy diciendo, pero le invito a ver el próximo jueves la nueva entrega de la serie donde, seguro, seguiremos igual.
Reciba un afectuoso saludo:
Don José Juan:
El motivo de este correo electrónico es hacerle notar lo que considero imprecisiones heráldicas de la serie "Los Tudor" que ha venido promocionando TVE a bombo y platillo los últimos días y que se estrenó la noche del jueves 17 de julio con un capítulo doble.
El caso es que de heráldica e historia del Reino Unido no estoy muy versado, pero de heráldica española (en especial en lo que se refiere a las armas de SS.MM. los Reyes que de estos lares han sido) e Historia de España sí he tenido ocasión de leer algo.
En los dos capítulos de esta serie que nos ofreció TVE, el protagonista (un joven Enrique VIII de Inglaterra) montando a caballo, sorprendentemente, exhibe, en la manta que hay bajo la silla de montar, las armas de Castilla y las de Aragón. Pero no concluyó ahí mi sorpresa: Los heraldos del rey, algunos guardias ¡incluso los remeros! llevan unos vistosos tabardos con las armas de los Reyes Católicos.
Es cierto que Enrique VIII se casó con Catalina de Aragón, hija de Isabel y Fernando, pero de ahí a que acabara usando las armas de los Reyes Católicos, va un abismo.
En fin, no he encontrado fotos en internet que me sirvan para que se vea claramente lo que estoy diciendo, pero le invito a ver el próximo jueves la nueva entrega de la serie donde, seguro, seguiremos igual.
Reciba un afectuoso saludo:
J. Alberto Abarquero Zorrilla
miércoles, 21 de julio de 2010
BEARN
Escribe unas líneas el rector de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Barcelona, mosén Gabriel Carrió i Amat, a quien ya conocíamos en este blog, proponiendo una curiosidad. Éste es su mensaje:
Estimado José Juan Carrión Rangel,
Le envío adjunto dos fotografías correspondientes al escudo de Andorra en las que se aprecia una posición diferente de las vacas (símbolo de Bearn) debido, según me contó un eclesiástico andorrano, a que no parecía de buen gusto que las reses estuvieran posicionadas orientando sus posaderas a la mitra.No sé si será cierto o no, pero como curiosidad a Vd. se la remito.
Mossèn Gabriel Carrió i Amat
Rector de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Barcelona
Estimado José Juan Carrión Rangel,
Le envío adjunto dos fotografías correspondientes al escudo de Andorra en las que se aprecia una posición diferente de las vacas (símbolo de Bearn) debido, según me contó un eclesiástico andorrano, a que no parecía de buen gusto que las reses estuvieran posicionadas orientando sus posaderas a la mitra.No sé si será cierto o no, pero como curiosidad a Vd. se la remito.
Mossèn Gabriel Carrió i Amat
Rector de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Barcelona
martes, 20 de julio de 2010
LA LAUREADA DE FRANCO
Conmemorándose antesdeayer, día dieciocho de julio, la sublevación de las tropas africanas del general Franco, que supuso el inicio de la guerra civil española, hoy se expone una primicia.
Se trata de un muy interesante artículo de investigación que me tenía prometido uno de los más insignes representantes de nuestras ciencias, el numerario de la real academia matritense de heráldica don José Luis Sampedro Escolar.
Las que siguen son sus palabras:
La Gran Cruz Laureada de la Orden de San Fernando fue concedida a Franco por un Decreto de 19 de mayo de 1939, firmado por el Vicepresidente del Gobierno Gómez Jordana, y el Ministro de Defensa, Fidel Dávila, a petición de todos los miembros de la Orden y en aplicación del artículo 35 del reglamento aprobado por R.D. de 5 de julio de 1920. Acerca de la concesión a Franco de la Laureada resulta ilustrativa la lectura de lo dicho por José Semprún en las pp. 163 y ss. de su obra El genio militar de Franco (Madrid, 2000).
El mismo día de la concesión, repetimos la fecha, 19 de mayo de 1939, se celebró en Madrid el Desfile de la Victoria, antes de cuyo comienzo, en la tribuna presidencial levantada en el Paseo de la Castellana, se procedió a dar lectura al Decreto antes mencionado y a imponer las insignias de la condecoración al Caudillo, honor que recayó en el general Varela, como es bien sabido, por ostentar esta misma recompensa por duplicado. La insignia que se impuso a Franco en aquella ocasión había pertenecido al general Marina (uno de los más ilustres militares de la Historia de España, injustamente olvidado) de la cual ya se ocupó quien estas líneas firma hace una década.
Aquel acto de 1939 quedó perpetuado en numerosas fotografías difundidas ampliamente.
Se trata de un muy interesante artículo de investigación que me tenía prometido uno de los más insignes representantes de nuestras ciencias, el numerario de la real academia matritense de heráldica don José Luis Sampedro Escolar.
Las que siguen son sus palabras:
LA LAUREADA DE FRANCO
Por José Luis Sampedro Escolar
Numerario de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía
El emblema heráldico de la Casa Civil y Militar del Generalísimo Franco: De púrpura (representada, a veces, de gules), una banda de oro, engolada en dragantes de lo mismo, linguados de gules, y acompañada de columnas de Hércules, la inferior superada de corona imperial y cartela con la leyenda "Plus", y la superior, de corona nacional y cartela con la leyenda "Ultra"; al timbre, corona militar de caudillaje y, acolada, la Cruz Laureada de San Fernando
Por José Luis Sampedro Escolar
Numerario de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía
El emblema heráldico de la Casa Civil y Militar del Generalísimo Franco: De púrpura (representada, a veces, de gules), una banda de oro, engolada en dragantes de lo mismo, linguados de gules, y acompañada de columnas de Hércules, la inferior superada de corona imperial y cartela con la leyenda "Plus", y la superior, de corona nacional y cartela con la leyenda "Ultra"; al timbre, corona militar de caudillaje y, acolada, la Cruz Laureada de San Fernando
La Gran Cruz Laureada de la Orden de San Fernando fue concedida a Franco por un Decreto de 19 de mayo de 1939, firmado por el Vicepresidente del Gobierno Gómez Jordana, y el Ministro de Defensa, Fidel Dávila, a petición de todos los miembros de la Orden y en aplicación del artículo 35 del reglamento aprobado por R.D. de 5 de julio de 1920. Acerca de la concesión a Franco de la Laureada resulta ilustrativa la lectura de lo dicho por José Semprún en las pp. 163 y ss. de su obra El genio militar de Franco (Madrid, 2000).
El mismo día de la concesión, repetimos la fecha, 19 de mayo de 1939, se celebró en Madrid el Desfile de la Victoria, antes de cuyo comienzo, en la tribuna presidencial levantada en el Paseo de la Castellana, se procedió a dar lectura al Decreto antes mencionado y a imponer las insignias de la condecoración al Caudillo, honor que recayó en el general Varela, como es bien sabido, por ostentar esta misma recompensa por duplicado. La insignia que se impuso a Franco en aquella ocasión había pertenecido al general Marina (uno de los más ilustres militares de la Historia de España, injustamente olvidado) de la cual ya se ocupó quien estas líneas firma hace una década.
Aquel acto de 1939 quedó perpetuado en numerosas fotografías difundidas ampliamente.
El general Varela impone a Franco la placa de la Gran Cruz Laureada de la Orden de San Fernando en la tribuna del Paseo de la Castellana, antes de dar comienzo el Desfile de la Victoria, el 19 de mayo de 1939
Posteriormente, le coloca la banda
Ya condecorado con la Gran Cruz, Franco preside el desfile del 19 de mayo de 1939
Posteriormente, le coloca la banda
Ya condecorado con la Gran Cruz, Franco preside el desfile del 19 de mayo de 1939
Por ello, mueve a confusión el encontrar otras imágenes parecidas en las que el mismo general Varela condecora al Caudillo en diferente escenario. La explicación es que algo más de un año después, el 17 de julio de 1940 (se cumplen ahora 70 años, efeméride por la que traemos a este blog estos datos) durante un acto conmemorativo del IV aniversario del Alzamiento, celebrado en el Palacio Real de Madrid, los generales compañeros de Franco le hicieron entrega de un juego de insignias de excepcional calidad, ejecutadas en los reputados talleres de la Casa Cejalvo, de Madrid, cuyo importe fue costeado por dichos generales como regalo a su compañero de armas, disipando frente a la opinión pública así, en la medida de lo posible, los rumores acerca de disensiones en el seno de la cúpula militar y cualquier discusión de la autoridad suprema del Jefe del Estado.
Palacio Real de Madrid, 17 de julio de 1940. El general Varela impone al Caudillo la Gran Cruz Laureada de San Fernando. Detrás de franco se reconoce a Esteban Bilbao y al Jefe de la Casa Militar del Generalísimo, general Moscardó. A la derecha, Jesús Suevos
Diferentes imágenes del estuche regalado al Generalísimo en 1940 por sus compañeros de armas
(archivo de la Casa Cejalvo, de Madrid)
Diferentes imágenes del estuche regalado al Generalísimo en 1940 por sus compañeros de armas
(archivo de la Casa Cejalvo, de Madrid)
Parece que la casi totalidad del conjunto de las piezas de Cejalvo se conservan por la familia Franco, salvo, posiblemente, la insignia de solapa de la Gran Cruz la cual, según parece, se añadió a la base del relicario de la mano de Santa Teresa que el Generalísimo conservó junto a sí durante cuatro décadas y que Doña Carmen Polo reintegró a las carmelitas a través del Cardenal Primado.
La miniatura de la Laureada de Franco en el relicario de la mano de Santa Teresa
lunes, 19 de julio de 2010
OS@ Y MADROÑ@
Don José Antonio Padilla Solano, cuyas armas son estas, propone una curiosa noticia publicada hace años. El asunto de la osa y el lodónEste es el enlace:http://www.elmundo.es/elmundo/2007/06/13/madrid/1181748070.html
domingo, 18 de julio de 2010
LO NUNCA VISTO. DE DON JOSÉ MARÍA DE MONTELLS
Remite don José María de Montells y Galán noticia de un nuevo libro escrito por él mismo. Se titula: Lo nunca visto.Sigue a estas líneas un extracto del prólogo de don Juan Van Halen que bien puede servir de orientación para intuir el buen rato que tributará su lectura. Algún otro día se incluirá un capítulo que abundará en lo expuesto.
Montells es tal cual, afortunadamente. Confieso que si saliese a puja en una subasta, como si se tratase del rico pato mecánico de Fabergé que Alfonso XIII le regaló a la Bella Otero como muestra de gratitud por sus artes entre sábanas, yo me arruinaría y arruinaría a varias generaciones futuras de la familia (si no lo hubiese hecho ya cumplidamente el presidente del Gobierno que gozamos) para tenerlo a mi lado toda la vida.
Pero descarto que la originalidad innegable de Montells le lleve a Christie, a Sotheby’s y ni siquiera, por patriotismo, a Subastas Durán, y el pato de su nieto Guillermo se quedará entre sus manitas y el pato de la Bella Otero (q.e.p.d.) en sabe Dios dónde, acaso en un remoto palacio de Su Majestad Kigali V, rey exiliado de Ruanda, del que nuestro autor es noble deudor, como relata en uno de los capítulos más deliciosos de Lo nunca visto no ya por su contenido sino también por el destinatario de la dedicatoria, en uno de esos guiños de humor oxfordiano (en su acepción de relativo a Oxford y no al periodo más remoto del Jurásico superior) de Montells.
Montells es tal cual, afortunadamente. Confieso que si saliese a puja en una subasta, como si se tratase del rico pato mecánico de Fabergé que Alfonso XIII le regaló a la Bella Otero como muestra de gratitud por sus artes entre sábanas, yo me arruinaría y arruinaría a varias generaciones futuras de la familia (si no lo hubiese hecho ya cumplidamente el presidente del Gobierno que gozamos) para tenerlo a mi lado toda la vida.
Pero descarto que la originalidad innegable de Montells le lleve a Christie, a Sotheby’s y ni siquiera, por patriotismo, a Subastas Durán, y el pato de su nieto Guillermo se quedará entre sus manitas y el pato de la Bella Otero (q.e.p.d.) en sabe Dios dónde, acaso en un remoto palacio de Su Majestad Kigali V, rey exiliado de Ruanda, del que nuestro autor es noble deudor, como relata en uno de los capítulos más deliciosos de Lo nunca visto no ya por su contenido sino también por el destinatario de la dedicatoria, en uno de esos guiños de humor oxfordiano (en su acepción de relativo a Oxford y no al periodo más remoto del Jurásico superior) de Montells.
Juan Van Halen
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