RESPUESTA
Por don José María de Montells y Galán
Juez de Armas del Gran Priorato de España de la Oden de San Lázaro
Mi querido amigo José Juan:
Solamente unas líneas para contestar al Sr. Carmona, por la cortesía que debo a su escrito del pasado 18 de Octubre. Que conste que a estas alturas no aspiro a convencerle de nada y como no padezco de incontinencia postal, procuraré ser breve. Intuyo que el Sr. Carmona es de natural bondadoso, lo demuestra iluminándome el camino por los inescrutables senderos de Google. ¡¡¡Ahí es donde el Sr. Carmona se documenta sobre el Marqués de la Floresta y sus cuitas!!!!. Una fuente rigurosa sin duda. Ya dije que la amistad es sentimiento que me resulta admirable, aunque sea con Sampedro. Me conmueve que trate de defender lo indefendible en una vieja disputa que se remonta a la noche de los tiempos. Pero le faltan datos y el intento no cuela. Me temo que J. L. Sampedro quiso matar al padre con su atrabiliaria denuncia de las armas del marqués de la Floresta. Le debe ser académico de la Matritense y no se lo perdona. Como esto no viene en Google, el Sr. Carmona debe desconocerlo, así que se lo digo yo.
Yo soy de los que creen que Floresta no merece, tan sólo por su trayectoria en favor de la Heráldica española, una cacería tan burda. Si a esto añadimos que le tengo por amigo, el Sr. Carmona comprenderá algo de mi indignación.
Una vez más, inasequible al desaliento, el Sr. Carmona me recomienda moderación en mis calificativos para lo que juzgo una conducta reprobable. Y argumenta que expresar opiniones no es una conducta reprobable. Estamos de acuerdo. Pero cuando las opiniones son veladas acusaciones infundadas, cuando desde las opiniones se atacan a unos y otros instalado en el Olimpo de una supuesta sabiduría, se abusa del victimismo y se manipula descaradamente cualquier cosa, con tal de arrimar el ascua a su sardina, convendrá conmigo que todo junto se convierte en una conducta reprobable. Como resulta que el Sr. Carmona es un virtuoso de la búsqueda en Google, le recomiendo leer el nº 25 de la revista Atavis et Armis (en http://www.fundacionsanlazaro.es/, picando Gran Priorato de España) que desvela otra conducta más que reprobable de J. L. Sampedro.
Con respecto a todo lo demás, por no ser reiterativo, me reafirmo en mis opiniones, tan respetables, al menos, como las del Sr. Carmona.
Afectuosamente
José María Montells