Prácticamente hasta el fin de la conflagración que se denominó gran guerra, Europa se recorría de norte a sur y de este a oeste, viajando de reino en reino. Todas las naciones de nuestro continente, excepción hecha de Suiza y San Marino, ostentaban orgullosamente la monarquía como forma de jefatura del Estado.
Hoy, al contrario, cualquier convocatoria de la realeza europea, festiva o luctuosa, se puebla de monarcas luciendo atuendo civil. Hace cien años, los reyes se congregaban vistiendo el uniforme de sus ejércitos, en tanto que efectivamente eran sus jefes.
Veinte de mayo de 1910. Nueve reyes se dieron cita en el palacio de Buckingham de Londres para asistir al funeral del rey Eduardo VII.
La fotografía que sigue, con la que concluye esta brevísima entrada, muestra de pie, de izquierda a derecha, a los siguientes monarcas: