Los ministros se relevan entregando la cartera ministerial.
Los militares cediéndonos el bastón de mando.
Y desde hace quince días, los arzobispos de Los Ángeles, cambiando el escudo que adorna su cátedra episcopal.
El arzobispo saliente, el cardenal Mahoney, partía sus armas con las de la diócesis que ha abandonado, según antigua costumbre sajona.
El nuevo arzobispo, monseñor Gómez, sacerdote numerario del Opus Dei, sigue igual costumbre al partir con las de la archidiócesis sus, convendrá conmigo improbable lector, poco acertadas armas.
Efectivamente, el veintisiete de febrero pasado se celebró la ceremonia de transmisión de mando en la catedral con el cambio de escudo.
Un elegante y significativo rito que muy bien se podría adoptar en el resto de las diócesis de la Iglesia universal.
Concluye esta breve entrada con la explicación, tomada de la página institucional, de las armas de monseñor Gómez.
Las armas del nuevo arzobispo de Los Ángeles
El diseño está basado en las armas de su hogar, la ciudad de Monterrey, en México. Está compuesto de un campo de plata, el cual representa las montañas fuera de la ciudad con picos que asemejan una “silla” de montar. Como en las armas de la ciudad, detrás de las montañas aparece el reflejo de los rayos del sol.
A diferencia de las armas de la ciudad de Monterrey, el Arzobispo Gómez ha incorporado dos símbolos de gran significado para él. En la esquina izquierda de arriba hay una rosa roja con tallo verde y hojas. La rosa es el símbolo tradicional de Nuestra Señora de Guadalupe, quien dio rosas a San Juan Diego, como un signo de su aparición. La rosa también está asociada con eventos de la vida de San José María Escrivá, fundador del Opus Dei. El Padre Gómez ejerció su ministerio sacerdotal para el Opus Dei en Texas, cuando fue nombrado Obispo Auxiliar de Denver, en 2001.
La estrella azul, opuesta a la rosa, es usada para significar que la Santísima Virgen María ha sido designada como Estrella de la Nueva Evangelización al comienzo del tercer milenio. La estrella también se emplea para representar al estado de Texas, que fue el hogar del Arzobispo por 14 años, antes de su nombramiento a Denver, después cinco años como Arzobispo de San Antonio y ahora como arzobispo de Los Ángeles.
Para su lema, el Arzobispo Gómez adoptó la frase “Adeamus cum fiducia ad thronum gratiae.” Esta frase de Hebreos 4:16 que se traduce como “Vayamos adelante con confianza al trono de la gracia”, expresa la creencia cristiana de que todo ser humano es llamado a la salvación en Cristo Jesús. A través de la salvación obtenida por Cristo, el compasivo sacerdote e intercesor, el trono de Dios ha llegado a ser el asiento del juicio desde el cual fluye la misericordia.
Los ornamentos externos incluyen una cruz de oro procesional colocada detrás del escudo, la cual se extiende arriba y abajo, y un sombrero pontifical, el “galero” con sus diez borlas, en cuatro líneas, a cada lado del escudo, todo en verde. Esa es la insignia heráldica de un prelado del rango de arzobispo, por instrucciones de la Santa Sede de marzo 31, 1969.