Esta entrada hace la novecientas treinta y tantas de las que han ido apareciendo a lo largo de la efímera vida de este blog de heráldica. Y con esta entrada el blog concluye.Termino con una nota de humor significándole, improbable lector, que los corregentes del Maestrazgo soberano se han ofrecido amablemente a otorgarme el título de mester de heraldía y, naturalmente, he aceptado. Me he apresurado a añadir a mis armas, la corona que denotará mi empleo heráldico.
José Juan Carrión Rangel









