Aquellos que gustan de estudiar heráldica no deben olvidar que los escudos originales, los que los caballeros usaron para combatir, fueron de madera.De madera, reforzada con lamas de hierro, teñida y barnizada, pero madera. La imagen que nos ha transmitido el cine de un caballero embrazando un escudo de acero es absurda. El hierro y el acero fueron durante la edad media elementos de un valor muy elevado. Los escudos medievales que aun hoy se conservan son de madera. En la real armería de Madrid, en la propia plaza de oriente del palacio real de la calle Bailén, se pueden observar dos de ellos. Muestran una heráldica primigenia, dibujada sobre cuero que recubre el escudo.
Se proponen hoy diferentes fotografías. Se trata de fotos tomadas de diferentes escudos de madera coloreados, decorados con armas, contemporaneos. Es una tradicional costumbre española que no se debería perder, adornar las paredes con escudos como los que se exponen en esta entrada.