La baronía de Albi fue creada por el rey don Alfonso II de Aragón y conde de Barcelona en, atención improbable lector, el año 1166. Cuatrocientos años antes de ser creado, por ejemplo, el ducado de Alba. Esta baronía trae por armas un partido: Primero en oro un árbol de sinople, y segundo, en campo cosido de oro, dos palos de gules.El actual poseedor es el XXXII barón de Albi, don Carlos de Montoliú. Posee domicilio en la mejor calle de la ciudad condal y, como representante de tan esclarecida familia, en el castillo de su familia en el municipio de Foradada, provincia de Lérida, en el principado de Cataluña: El castillo de Montsonís. Este castillo ostenta adecuadamente las armas familiares adornando sus estancias. Las fotografías que acompañan estas líneas pertenecen a aquel lugar.
En todas ellas se advierte la presencia de, al menos, un escudo.
sábado, 6 de septiembre de 2008
viernes, 5 de septiembre de 2008
ESCUSÓN EN JEFE
En este espacio virtual dedicado a la heráldica se ha hablado mucho de las armas de España. Y en particular sobre el escusón. (http://blogdeheraldica.blogspot.com/2007/12/escusn.html).
Sobre la materia existen auténticos expertos: don Faustino Menéndez-Pidal, don Andoni Esparza Leibar, don José Antonio Vivar del Riego y más.
En esta dirección,
http://www.dpz.es/ifc2/libros/revistas/emblemata/emblemata_12/ebook2682_07.pdf,
el citado don Andoni Esparza hace una disertación muy sabia sobre el escudo de España, sobre la evolución de su escusón y sobre las razones que llevaron a la configuración actual del escudo nacional. Acompaña su exposición de una serie de reflexiones que merece la pena considerar.Nos ha llamado poderosamente la atención de su artículo lo reseñado como una anécdota histórica que desconocíamos. Se trata del hecho ocurrido el 3 de junio de 1932. En esta fecha, el pretendiente carlista don Alfonso Carlos de Borbón y de Austria-Este, don Alfonso Carlos I para los carlistas, dispuso por escrito los siguientes extremos:
Yo de mi libre voluntad, en este día en que la iglesia celebra la fiesta del Deífico Corazón, Prometo Solemnemente que, si la Divina Providencia dispone que sea yo llamado a regir los destinos de España, será entronizado el Sagrado Corazón de Jesús, en el escudo nacional, siendo colocado sobre las flores de lis de la casa de Anjou y entre los cuarteles de Castilla y de León, bajo la corona real.En más de una ocasión habíamos, efectivamente, observado algún escudo nacional que incluía un escudete ovalado en jefe cargado con un sagrado corazón. Pensábamos que se trataba de un bienintencionado dibujo que no iba más allá de la voluntad de reflejar algún elemento religioso en la heráldica nacional. Resulta del todo esclarecedor que se tratara de la voluntad de un intitulado rey en el exilio.
Sobre la materia existen auténticos expertos: don Faustino Menéndez-Pidal, don Andoni Esparza Leibar, don José Antonio Vivar del Riego y más.
En esta dirección,
http://www.dpz.es/ifc2/libros/revistas/emblemata/emblemata_12/ebook2682_07.pdf,
el citado don Andoni Esparza hace una disertación muy sabia sobre el escudo de España, sobre la evolución de su escusón y sobre las razones que llevaron a la configuración actual del escudo nacional. Acompaña su exposición de una serie de reflexiones que merece la pena considerar.Nos ha llamado poderosamente la atención de su artículo lo reseñado como una anécdota histórica que desconocíamos. Se trata del hecho ocurrido el 3 de junio de 1932. En esta fecha, el pretendiente carlista don Alfonso Carlos de Borbón y de Austria-Este, don Alfonso Carlos I para los carlistas, dispuso por escrito los siguientes extremos:
Yo de mi libre voluntad, en este día en que la iglesia celebra la fiesta del Deífico Corazón, Prometo Solemnemente que, si la Divina Providencia dispone que sea yo llamado a regir los destinos de España, será entronizado el Sagrado Corazón de Jesús, en el escudo nacional, siendo colocado sobre las flores de lis de la casa de Anjou y entre los cuarteles de Castilla y de León, bajo la corona real.En más de una ocasión habíamos, efectivamente, observado algún escudo nacional que incluía un escudete ovalado en jefe cargado con un sagrado corazón. Pensábamos que se trataba de un bienintencionado dibujo que no iba más allá de la voluntad de reflejar algún elemento religioso en la heráldica nacional. Resulta del todo esclarecedor que se tratara de la voluntad de un intitulado rey en el exilio.
jueves, 4 de septiembre de 2008
BIBLIOGRAFÍA HERÁLDICA III
Continuando las entradas anteriores relativas a la bibliografía heráldica, hoy se propone una de las obras que más nos ha permitido disfrutar de la materia. Se trata de HERÁLDICA MEDIEVAL ESPAÑOLA. Volumen I. LA CASA REAL DE LEÓN Y CASTILLA. Editorial Hidalguía. Madrid 1982. Del ínclito heraldista, ejemplo vivo de científico dedicado a nuestra ciencia, don Faustino Menéndez-Pidal de Navascués.
No se ha encontrado en la red fotografía de la portada. Nuestro ejemplar, como la mayoría de las obras que poseemos sobre heráldica, lo mandamos encuadernar hace años y la portada original se perdió.Esta excelente obra recorre individualmente las armas de cada uno de los reyes de ambos reinos, a partir del siglo XII y hasta nuestros días. Además se detiene en las diferencias heráldicas de los vástagos de los reyes.
La lectura resulta científica. Detallista. Con un continuo recurso a las fuentes, que la convierten en referencia y ejemplo de buena escritura para los que gustamos de estudiar heráldica.Se trata en suma de una obra de lectura inexcusable para todo heraldista. Un ejemplo de estudio científico. Un modelo de transmisión de conocimiento heráldico.
No se ha encontrado en la red fotografía de la portada. Nuestro ejemplar, como la mayoría de las obras que poseemos sobre heráldica, lo mandamos encuadernar hace años y la portada original se perdió.Esta excelente obra recorre individualmente las armas de cada uno de los reyes de ambos reinos, a partir del siglo XII y hasta nuestros días. Además se detiene en las diferencias heráldicas de los vástagos de los reyes.
La lectura resulta científica. Detallista. Con un continuo recurso a las fuentes, que la convierten en referencia y ejemplo de buena escritura para los que gustamos de estudiar heráldica.Se trata en suma de una obra de lectura inexcusable para todo heraldista. Un ejemplo de estudio científico. Un modelo de transmisión de conocimiento heráldico.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
LUXEMBURGO
Las armas que acaba de observar, improbable lector, son las del gran ducado soberano de Luxemburgo. No es habitual encontrar la partición que conforma el campo de aquel ducado soberano. El burelado. El escudo de Luxemburgo se blasona como un burelado de diez, de plata y azur, cargado de un león de gules, coronado de oro, con doble cola horquillada en sotuer.
A principios del siglo XIII, el condado de Luxemburgo era un territorio más de los que constituían el ducado soberano de Limburgo. El soberano de este ducado de Limburgo, Waleran III, traía por armas un león rampante de gules, coronado de oro, con doble cola puesta en sotuer, en un campo de plata:
La historia evolutiva de estas armas es más o menos así: Fue uno de sus hijos de Waleran III, Enrique V, conde de Luxemburgo, el primero que ostentó unas armas casi idénticas a las del actual gran ducado. Relatan los expertos que lo que en realidad pretendía era diferenciar sus armas de las de su medio hermano, Enrique IV, mayor y heredero, del más importante ducado soberano de Limburgo. Para ello, sin alterar excesivamente las armas recibidas por herencia, añadió al escudo original cinco fajas de azur, convirtiendo el campo en un burelado. Además, dibujó una sola cola en el león de gules.
Posteriormente, ya en 1288, Enrique VI, duque de Luxemburgo, volvió a disponer la cola partida en sotuer. Con el paso de los años, el que fuera estado menor se convirtió en soberano y el burelado adquirió entidad de armas de estado.
martes, 2 de septiembre de 2008
BECERRO
La heráldica, nuestra ciencia, mantiene un lenguaje propio. Este lenguaje permite que con pocas palabras, se puedan representar todos los elementos de un escudo en su correcta posición y con su esmalte adecuado. A buen seguro, improbable lector, si se atreve con este tedioso blog, conoce ese lenguaje. Pero hay palabras que sorprenden incluso a los que están familiarizados con él. La que hoy se propone es la palabra becerro.
Es saber común que una importante y linajuda familia del norte de Castilla, donde mantiene casa solar, se apellida Becerra. Esta distinguida familia trae por armas, parlantes, en campo de oro, dos becerras de gules, puestas en palo. El término becerra, en consecuencia, no presenta inconveniente. Por el contrario, su masculino, becerro, sí que da lugar a la confusión. Y es que al blasonar, la palabra becerro no hace referencia al toro de corta edad. El término becerro en un blasonamiento, se refiere a un libro abierto con una perspectiva frontal.
Las armas que siguen se blasonan en consecuencia como: En campo de gules, sembrado de becerros de oro. El escudo de los becerros se ha extraído de esta página: http://flickr.com/photos/25313817@N04/with/2393744057/.
El escudo de las becerras se ha extraído de esta otra página:
http://heraldicahispana.com/.
Es saber común que una importante y linajuda familia del norte de Castilla, donde mantiene casa solar, se apellida Becerra. Esta distinguida familia trae por armas, parlantes, en campo de oro, dos becerras de gules, puestas en palo. El término becerra, en consecuencia, no presenta inconveniente. Por el contrario, su masculino, becerro, sí que da lugar a la confusión. Y es que al blasonar, la palabra becerro no hace referencia al toro de corta edad. El término becerro en un blasonamiento, se refiere a un libro abierto con una perspectiva frontal.
Las armas que siguen se blasonan en consecuencia como: En campo de gules, sembrado de becerros de oro. El escudo de los becerros se ha extraído de esta página: http://flickr.com/photos/25313817@N04/with/2393744057/.
El escudo de las becerras se ha extraído de esta otra página:
http://heraldicahispana.com/.
lunes, 1 de septiembre de 2008
HERÁLDICA VEXILOLÓGICA
Este pendón, de evidentes resonancias heráldicas, se puede contemplar en la Iglesia de rito anglicano Llanfair Waterdine church en Shropshire. Fue donado en 1998 por la familia de Lord Hunt, de nombre John Hunt, barón Hunt, que fuera caballero de la Jarretera. Fallecido en noviembre de 1998.
Este paño estuvo expuesto sobre el asiento que ocupó en la capilla de san Jorge, del castillo de Windsor. Como sabe, improbable lector, en esta capilla del castillo de Windsor, se acostumbran a disponer en cada sitial las armas, la cimera y el pendón de cada individuo agraciado con la pertenencia a la orden de la Jarretera.
domingo, 31 de agosto de 2008
DÓNDE REGISTRAR ARMAS
La entrada de hoy surge como continuación de la expuesta el pasado Martes, día 26, en la que se abordó el tema de los escudos asociados a apellidos. Pregunta que se repite con relativa insistencia en el correo de este blog. Como ya se expuso solo aquellos individuos que sean descendientes directos, de varón a varón, de personas que certificaron armas, pueden considerar como suyas aquellas. Dado que no es del todo habitual contar con una certificación armera que asegure que se puede usar un determinado escudo, será necesario considerar la posibilidad de crear armas nuevas para uno mismo. Armas a perpetuar en el propio linaje. Una vez decidido el diseño armero surge el problema del registro. El hecho de registrar armas pretende evitar la usurpación de las propias armas por otro individuo. Hasta la reciente muerte de don Vicente de Cadenas, en 2005, podía recurrirse a su autoridad como rey de armas del reino, para solicitar una certificación de armas de nueva creación. Pero con su desaparición se han abierto caminos dispares.
Hay quien ha recurrido al cronista de armas de Castilla y León, don Alfonso de Ceballos-Escalera Gila, marqués de la Floresta. Este cronista ha certificado armas gentilicias. Es verdad que, como se expuso hace tiempo, a petición del propio cronista, el Consejo de Estado estudió su caso y no le habilitó para la tarea que venía realizando de certificar armas gentilicias, es decir, armas para individuos particulares. También hay quien se ha decidido a abrir un registro de armas gentilicias, a modo de archivo de rey de armas. Es el caso del ya referido en este espacio virtual, don Ignacio Koblischek. Este distinguido caballero sevillano, ante la situación de la no existencia de un rey de armas en el reino, que pueda certificar armas gentilicias se ha decidido a crear él mismo un registro público. Registro que exige gastos. En esta dirección: http://www.riag.es/. Hay quien ha optado por acudir a un notario, más caro que la anterior opción, para que certifique que se vienen usando unas determinadas armas. Y para terminar, hay quienes han tomado la decisión de acudir a una oficina de patentes y marcas para registrar sus armas como si de un logo se tratara.
Acompañan a estas líneas las armas de don Alfonso de Ceballos-Escalera y del registro creado por don Ignacio Koblischek.