Hoy, que es sábado treinta de enero, el XXXV príncipe de Asturias celebra el cuadragésimo segundo aniversario de su nacimiento.En consecuencia, además de felicitar a tan egregio Señor y exponer sus armas se propone la visita a una página de wikipedia que recoge algunos de los escudos que ostentaron anteriores príncipes de Asturias.Además, se vuelve a traer el enlace para apreciar el rigor legislativo del Real Decreto de creación del estandarte del príncipe.Para conocer más sobre la numeración de los príncipes de Asturias se recomienda la lectura del artículo del maestro don José Luis Sampedro Escolar, enmarcado en la página de la real academia de heráldica: http://www.insde.es/ramhg/admin/data/Ppes_Asturias.pdf
sábado, 30 de enero de 2010
viernes, 29 de enero de 2010
REAL SEÑERA
Remite unas líneas don Francisco Domingo Larrosa Gil, cuyas armas son las que siguen, ahondando en lo expuesto en una reciente entrada, relativo a la bandera de la comunidad de Valencia, al que añade posteriormente un documentado texto sobre el particular. Las que siguen son sus palabras y el texto adjunto.Apreciado don José Juan:
Me gustaría manifestarle que estoy totalmente de acuerdo con lo expuesto por un heraldista que aparece en su comentario de hoy 14-01-2010, a excepción de parte de la frase en la que creo él entiende que la bandera coronada de la ciudad de Valencia es la de la Comunidad Valenciana.Para un profano en la materia, un servidor, me parece que existen ciertas diferencias entre ambas expresiones vexilológicas, las cuales detallo en documento anexo, siendo las más evidentes que la bandera de la ciudad de Valencia data del siglo XIV y su ceñidor es de oro y la de la Comunidad Valenciana (conseguida por la modificación-adaptación de la anterior) es del pasado siglo XX y la zona por donde se ciñe de gules (rojo).
(El mensaje de referencia decía:)
Yo creo que es la primera vez que lo veo. Pase que la bandera coronada de la ciudad de Valencia (sólo de la ciudad de Valencia) haya pasado a representar a toda la Comunidad valenciana, pero de ninguna manera se puede tergiversar la historia. Todos sabemos que sólo los cuatro palos de Aragón-Cataluña, son el escudo de armas del antiguo reino de Valencia, así como de la actual Comunidad valenciana (ahora muy bien timbrados por el yelmo y cimera del rey Pedro).
Un saludo.
Francisco Domingo Larrosa Gil
Me gustaría manifestarle que estoy totalmente de acuerdo con lo expuesto por un heraldista que aparece en su comentario de hoy 14-01-2010, a excepción de parte de la frase en la que creo él entiende que la bandera coronada de la ciudad de Valencia es la de la Comunidad Valenciana.Para un profano en la materia, un servidor, me parece que existen ciertas diferencias entre ambas expresiones vexilológicas, las cuales detallo en documento anexo, siendo las más evidentes que la bandera de la ciudad de Valencia data del siglo XIV y su ceñidor es de oro y la de la Comunidad Valenciana (conseguida por la modificación-adaptación de la anterior) es del pasado siglo XX y la zona por donde se ciñe de gules (rojo).
(El mensaje de referencia decía:)
Yo creo que es la primera vez que lo veo. Pase que la bandera coronada de la ciudad de Valencia (sólo de la ciudad de Valencia) haya pasado a representar a toda la Comunidad valenciana, pero de ninguna manera se puede tergiversar la historia. Todos sabemos que sólo los cuatro palos de Aragón-Cataluña, son el escudo de armas del antiguo reino de Valencia, así como de la actual Comunidad valenciana (ahora muy bien timbrados por el yelmo y cimera del rey Pedro).
Un saludo.
Francisco Domingo Larrosa Gil
DOCUMENTO ANEXO
BANDERA CORONADA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA
(con modificaciones –ceñidor- a fin de no replicar el Pendón de la Conquista entregado por Jaime I a la Ciudad de Valencia)
BANDERA CORONADA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA
(con modificaciones –ceñidor- a fin de no replicar el Pendón de la Conquista entregado por Jaime I a la Ciudad de Valencia)
Está descrita en el artículo 5º del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana y en el artículo 2º de la ley 8/1984 de la Generalidad Valenciana de 4 de diciembre, por la que se regulan los símbolos de la Comunidad Valenciana y su utilización (DOGV núm. 211, de 13 de diciembre).
La Señera valenciana o Senyera coronada, queda establecida de la siguiente manera: «La Bandera de la Comunidad Valenciana es la tradicional "Señera" compuesta por cuatro barras rojas sobre fondo amarillo, coronadas sobre franja azul junto al asta.»Pedro el Ceremonioso, en reconocimiento a la resistencia opuesta por Valencia a Pedro el Cruel de Castilla durante la Guerra de los dos Pedros (1356-1365), le concede a la Ciudad de Valencia el derecho a utilizar sobre sus armas la corona real.
Se hace referencia a este privilegio en un documento con la siguiente cita:
«E es cert quel senyal per los molts alts Reys darago atorgat e confermat a la dita Ciutat era e es lur propri senyal Reyal de bastons o barres grogues e vermelles. [...] [L]o molt alt senyor Rey ara Regnant per son propri motiu e sa mera liberalitat tenint se aixi com fon sa merce per molt servit de la dita Ciutat senyaladament en la guerra de Castella prop passada specialment en los dos Setges e pus principalment en lo segon e derrer daquells tenguts sobre aquella per el Rey de Castella enadi la dita corona al dit senyal»
Manual de Consells de 1377 (Archivo Histórico Municipal de Valencia, años 1375-1383, n. 17, sig. A)«Y es cierto que la señal por los muy altos Reyes de Aragón otorgada y confirmada a la dicha Ciudad era y es su propia señal Real de bastones o barras amarillas y rojas. [...] El muy alto señor Rey ahora reinante por su propia iniciativa y su mera generosidad considerándo así Su Merced como fue bien servido por la dicha ciudad señaladamente en la reciente guerra de Castilla, especialmente en los dos asedios y más principalmente en el segundo y último de aquellos realizados sobre ella (Valencia) por el Rey de Castilla añadió la dicha corona a la dicha señal».
Se trata de una enseña heráldica que fue evolucionando hasta adoptar la forma de una bandera, con una corona sobre las barras de los reyes de la Corona de Aragón.
Versión simplificada de la actual bandera de la Comunidad Valenciana.-
La versión simplificada de la Señera valenciana surge al eliminar de ésta los elementos heráldicos añadidos, en este caso, la corona real abierta valenciana –Corona de Aragón-. Su uso es común en formularios, carteles, indicadores, y demás representaciones visuales que hagan complicado mostrar la señera en toda su complejidad lineal. Se representa sin franja roja vertical, debido a que ésta forma parte también de la corona.(la zona por donde se ciñe la corona viene en color rojo –gules en heráldica- con el fin de sintonizar con las barras y para no replicar el formato con la bandera de la ciudad de Valencia (ceñidor de oror), la cual es la misma que usa la Generalidad a excepción de lo referido sobre la zona por donde se ciñe la corona, entre otros pequeños detalles)
La Señera valenciana o Senyera coronada, queda establecida de la siguiente manera: «La Bandera de la Comunidad Valenciana es la tradicional "Señera" compuesta por cuatro barras rojas sobre fondo amarillo, coronadas sobre franja azul junto al asta.»Pedro el Ceremonioso, en reconocimiento a la resistencia opuesta por Valencia a Pedro el Cruel de Castilla durante la Guerra de los dos Pedros (1356-1365), le concede a la Ciudad de Valencia el derecho a utilizar sobre sus armas la corona real.
Se hace referencia a este privilegio en un documento con la siguiente cita:
«E es cert quel senyal per los molts alts Reys darago atorgat e confermat a la dita Ciutat era e es lur propri senyal Reyal de bastons o barres grogues e vermelles. [...] [L]o molt alt senyor Rey ara Regnant per son propri motiu e sa mera liberalitat tenint se aixi com fon sa merce per molt servit de la dita Ciutat senyaladament en la guerra de Castella prop passada specialment en los dos Setges e pus principalment en lo segon e derrer daquells tenguts sobre aquella per el Rey de Castella enadi la dita corona al dit senyal»
Manual de Consells de 1377 (Archivo Histórico Municipal de Valencia, años 1375-1383, n. 17, sig. A)«Y es cierto que la señal por los muy altos Reyes de Aragón otorgada y confirmada a la dicha Ciudad era y es su propia señal Real de bastones o barras amarillas y rojas. [...] El muy alto señor Rey ahora reinante por su propia iniciativa y su mera generosidad considerándo así Su Merced como fue bien servido por la dicha ciudad señaladamente en la reciente guerra de Castilla, especialmente en los dos asedios y más principalmente en el segundo y último de aquellos realizados sobre ella (Valencia) por el Rey de Castilla añadió la dicha corona a la dicha señal».
Se trata de una enseña heráldica que fue evolucionando hasta adoptar la forma de una bandera, con una corona sobre las barras de los reyes de la Corona de Aragón.
Versión simplificada de la actual bandera de la Comunidad Valenciana.-
La versión simplificada de la Señera valenciana surge al eliminar de ésta los elementos heráldicos añadidos, en este caso, la corona real abierta valenciana –Corona de Aragón-. Su uso es común en formularios, carteles, indicadores, y demás representaciones visuales que hagan complicado mostrar la señera en toda su complejidad lineal. Se representa sin franja roja vertical, debido a que ésta forma parte también de la corona.(la zona por donde se ciñe la corona viene en color rojo –gules en heráldica- con el fin de sintonizar con las barras y para no replicar el formato con la bandera de la ciudad de Valencia (ceñidor de oror), la cual es la misma que usa la Generalidad a excepción de lo referido sobre la zona por donde se ciñe la corona, entre otros pequeños detalles)
Real Senyera del Reino de Valencia de 1545,conservada en el Archivo-Museo del Ayuntamiento de Valencia
(el Rey Jaime I ciñendo corona real abierta de Aragón –real valenciana-)
(el Rey Jaime I ciñendo corona real abierta de Aragón –real valenciana-)
jueves, 28 de enero de 2010
EL ALMIRANTE DON JUAN Y LA ORDEN DE CARLOS III
Hoy se propone un mensaje remitido por don José Luis Sampedro Escolar alabando y contestando la reciente entrada relativa a los excelentes diseños armeros de don Fernando Martínez y Larrañaga.Mi distinguido amigo:
Sólo unas líneas para felicitar al Sr. Martínez y Larrañaga por sus diseños heráldicos, aunque no puedo resistir la tentación de hacer una puntualización que puede ser igualmente una pregunta.
En las armas de Don Juan de Borbón y Battenberg observo que aparece acolado el collar de la Orden de Carlos III, lo cual me sorprende por dos motivos.De una parte, aparece dispuesto en un lugar de mayor preferencia que el Toisón de Oro si seguimos los dictados tradicionales de la Heráldica, siendo comúnmente admitido que la Orden borgoñona es más preciada que la que fundara Carlos III bajo el patronazgo de la Inmaculada.Por otra parte, si bien es cierto que Don Juan lució en muy numerosas ocasiones las insignias de esta orden de Carlos III, no nos consta cuándo ni por quién le fuera conferida.
La única solución que se me ocurre al respecto es que él mismo se considerase Soberano de la Orden al asumir la titularidad de la Dinastía tras la abdicación de su padre, Don Alfonso XIII, el 15 de enero de 1941 El Decreto de 24 de julio de 1931, extinguió esta dignidad premial en el ordenamiento vigente español, por lo que con lógica evidente podría considerarse una orden dinástica propia de los borbones exiliados desde ese momento hasta la promulgación del decreto de 10 de mayo de 1942 (BOE nº. 219, de 7 de agosto de ese año), norma por la que la Administración española volvía a poner en vigencia esta ilustre figura corporativa.Saludos cordiales de su siempre amigo
José Luis Sampedro Escolar
Sólo unas líneas para felicitar al Sr. Martínez y Larrañaga por sus diseños heráldicos, aunque no puedo resistir la tentación de hacer una puntualización que puede ser igualmente una pregunta.
En las armas de Don Juan de Borbón y Battenberg observo que aparece acolado el collar de la Orden de Carlos III, lo cual me sorprende por dos motivos.De una parte, aparece dispuesto en un lugar de mayor preferencia que el Toisón de Oro si seguimos los dictados tradicionales de la Heráldica, siendo comúnmente admitido que la Orden borgoñona es más preciada que la que fundara Carlos III bajo el patronazgo de la Inmaculada.Por otra parte, si bien es cierto que Don Juan lució en muy numerosas ocasiones las insignias de esta orden de Carlos III, no nos consta cuándo ni por quién le fuera conferida.
La única solución que se me ocurre al respecto es que él mismo se considerase Soberano de la Orden al asumir la titularidad de la Dinastía tras la abdicación de su padre, Don Alfonso XIII, el 15 de enero de 1941 El Decreto de 24 de julio de 1931, extinguió esta dignidad premial en el ordenamiento vigente español, por lo que con lógica evidente podría considerarse una orden dinástica propia de los borbones exiliados desde ese momento hasta la promulgación del decreto de 10 de mayo de 1942 (BOE nº. 219, de 7 de agosto de ese año), norma por la que la Administración española volvía a poner en vigencia esta ilustre figura corporativa.Saludos cordiales de su siempre amigo
José Luis Sampedro Escolar
miércoles, 27 de enero de 2010
CORRECTA DISPOSICIÓN DE LOS DISTINTIVOS DE LAS ÓRDENES
Escribe unas líneas don Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, III marqués de la Floresta, cronista de armas de Castilla y León, de quien se habló recientemente en este espacio virtual al tratar de su desinteresado ofrecimiento para certificar armas gentilicias.
Su mensaje hace referencia a la reciente entrada en la que se expusieron algunas fotografías en las que se apreciaba la forma de disponer los distintivos de la orden de Carlos III.
Las que siguen son las palabras del marqués de la Floresta:Mi querido amigo y compañero: respecto de la referencia sabatina en su blog a la manera correcta de llevar sobre el uniforme militar las insignias de Comendador de la Real y Distinguida Orden de Carlos III –a la que mucho me honro en pertenecer por la munificencia de la Majestad reinante-, debo señalarle mi desacuerdo.El teniente coronel que ilustra el artículo –al que creo identificar, y por eso me sorprende aún más su proceder, porque es persona impuesta en el tema- no luce correctamente estas insignias, ya que mezcla la cruz de Caballero (sobre el pecho) con la venera de Comendador (al cuello). Y esto, en una verdadera Orden (y la de Carlos III lo es sin duda) es incorrecto, ya que o bien se es Caballero o bien se es Comendador, pero nunca ambas cosas simultáneamente.En realidad, es como si sobre el uniforme se hubiera puesto las estrellas de capitán y debajo las de teniente coronel, bien juntas.
En su descargo, diré que este es un defecto muy común en nuestras Fuerzas Armadas actuales, en las que habitualmente se confunden las insignias de una Orden, con las meras condecoraciones –como, por ejemplo, las Cruces del Mérito Militar, de las cuales se pueden lucir tantas como acciones meritorias hayan sido premiadas-. Así, es muy corriente ver a compañeros luciendo la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, junto a la Encomienda e incluso la Placa, lo que, sobre ser conceptualmente incorrecto –aunque sea legal-, desmerece mucho la consideración que debiera tener una Orden, reducida así a la mera condición de “chapa”, que cuantas más mejor, y perdóneme la crudeza.Pero en las Órdenes, sean civiles o militares solamente se posee un grado, y cuando se alcanza el superior se pierde el inferior, del mismo modo que cuando se asciende a comandante se deja de ser capitán. Otra cosa, naturalmente, es que en la hoja de servicios y demás documentación del interesado se hagan constar los dos grados, ya que son dos concesiones, y por ende dos méritos.
En realidad, vista la escasa consideración que las Órdenes y Condecoraciones tienen hoy en nuestra Patria, todo esto es simplemente anecdótico, y solo llama la atención de cuatro ciudadanos, entre los que todavía me cuento.
Reciba un afectuoso saludo de su constante amigo ALFONSO DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, MARQUÉS DE LA FLORESTA
Su mensaje hace referencia a la reciente entrada en la que se expusieron algunas fotografías en las que se apreciaba la forma de disponer los distintivos de la orden de Carlos III.
Las que siguen son las palabras del marqués de la Floresta:Mi querido amigo y compañero: respecto de la referencia sabatina en su blog a la manera correcta de llevar sobre el uniforme militar las insignias de Comendador de la Real y Distinguida Orden de Carlos III –a la que mucho me honro en pertenecer por la munificencia de la Majestad reinante-, debo señalarle mi desacuerdo.El teniente coronel que ilustra el artículo –al que creo identificar, y por eso me sorprende aún más su proceder, porque es persona impuesta en el tema- no luce correctamente estas insignias, ya que mezcla la cruz de Caballero (sobre el pecho) con la venera de Comendador (al cuello). Y esto, en una verdadera Orden (y la de Carlos III lo es sin duda) es incorrecto, ya que o bien se es Caballero o bien se es Comendador, pero nunca ambas cosas simultáneamente.En realidad, es como si sobre el uniforme se hubiera puesto las estrellas de capitán y debajo las de teniente coronel, bien juntas.
En su descargo, diré que este es un defecto muy común en nuestras Fuerzas Armadas actuales, en las que habitualmente se confunden las insignias de una Orden, con las meras condecoraciones –como, por ejemplo, las Cruces del Mérito Militar, de las cuales se pueden lucir tantas como acciones meritorias hayan sido premiadas-. Así, es muy corriente ver a compañeros luciendo la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, junto a la Encomienda e incluso la Placa, lo que, sobre ser conceptualmente incorrecto –aunque sea legal-, desmerece mucho la consideración que debiera tener una Orden, reducida así a la mera condición de “chapa”, que cuantas más mejor, y perdóneme la crudeza.Pero en las Órdenes, sean civiles o militares solamente se posee un grado, y cuando se alcanza el superior se pierde el inferior, del mismo modo que cuando se asciende a comandante se deja de ser capitán. Otra cosa, naturalmente, es que en la hoja de servicios y demás documentación del interesado se hagan constar los dos grados, ya que son dos concesiones, y por ende dos méritos.
En realidad, vista la escasa consideración que las Órdenes y Condecoraciones tienen hoy en nuestra Patria, todo esto es simplemente anecdótico, y solo llama la atención de cuatro ciudadanos, entre los que todavía me cuento.
Reciba un afectuoso saludo de su constante amigo ALFONSO DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, MARQUÉS DE LA FLORESTA
martes, 26 de enero de 2010
EXPOSICIÓN
Envía mensaje el barón de Sórvigo reenviando a su vez información del ministerio de cultura.
Hola José Juan:
Me mandan aviso de una exposición sobre encuadernación artística en el Archivo de la Nobleza. Escudos, muchos, de los buenos.
Por si quieres dar el aviso en tu blog, of course.
Un abrazo:
El barón de Sórvigo
Hola José Juan:
Me mandan aviso de una exposición sobre encuadernación artística en el Archivo de la Nobleza. Escudos, muchos, de los buenos.
Por si quieres dar el aviso en tu blog, of course.
Un abrazo:
El barón de Sórvigo
Ministerio de Cultura
Asunto: Información sobre suscripción Novedades de Archivos Estatales
Asunto: Información sobre suscripción Novedades de Archivos Estatales
Estimados usuarios/as, el día 21 de enero tuvo lugar la inauguración de la exposición "Encuadernaciones Artísticas en el Archivo de la Nobleza" en la sede de la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional, en el Hospital Tavera de Toledo.
Puede acceder a toda la información a través del siguiente enlace: http://www.mcu.es/novedades/2010/novedades_NHN_Encuadernaciones_Artisticas.html
Un cordial saludo
Subdirección General de los Archivos Estatales
Puede acceder a toda la información a través del siguiente enlace: http://www.mcu.es/novedades/2010/novedades_NHN_Encuadernaciones_Artisticas.html
Un cordial saludo
Subdirección General de los Archivos Estatales
DERECHO DE VETO EN LA ELECCIÓN PAPAL
No es este blog prolijo en otorgar los tratamientos protocolarios debidos a las autoridades. No se trata de una especial inquina hacia este antiguo uso, sino de economía de la escritura. Así, el romano pontífice es nombrado habitualmente como papa, evitándose el engorroso santidad, al igual que se evitan las expresiones majestad, alteza, excelencia y demás. Hoy sin embargo le propongo, improbable lector, la consideración de los correctos tratamientos a dispensar a determinadas majestades.
El rey de España, posee el título de católica majestad desde que el papa Alejandro VI, de la no muy ejemplar familia valenciana de los Borja, o Borgia en italiano, lo concediera a los reyes doña Isabel de Castilla y don Fernando de Aragón en el año 1496. Tratamiento regio que fue confirmado en la persona del nieto de los anteriores, el emperador Carlos I, en 1517 y que jamás se ha derogado.Al igual que el rey de España es, en consecuencia con lo anterior, su católica majestad, el rey de Francia ostenta el tratamiento de cristianísima majestad, igualmente concedido y confirmado por la Iglesia desde inmemorial.Por fin, el emperador de Austria-Hungría posee el tratamiento de apostólica majestad, título concedido por el papa Silvestre II al rey san Esteban I de Hungría.Lo expuesto da pie a tratar el asunto del veto papal, correctamente denominado Ius exclusivae, o derecho de exclusión. Derecho que poseían sus majestades católica, cristianísima y apostólica.Como sabrá, improbable lector, hasta entrado el siglo veinte, los tres monarcas reseñados, los reyes de España y Francia, junto con el emperador de Austria-Hungría, poseían derecho de veto en la elección de los papas. Derecho que se manifestaba en el propio cónclave a través de tres cardenales que representaban los derechos de sus respectivos soberanos. Así, ante una posible elección que no conviniera a los intereses de su reino de origen debía anunciar el veto contra el cardenal elegible.
Este derecho de veto o derecho de exclusión se utilizó, en contra de lo que se ha expuesto repetidamente, con regular profusión por los tres Estados con derecho a su uso. El último caso sucedió durante el conclave de 1903 contra el cardenal Rampolla, por parte de su apostólica majestad el emperador Francisco José I. Los propios reyes de España, sus católicas majestades, vetaron a lo largo de la historia a cardenales papables con relativa asiduidad.
El derecho de exclusión o veto fue finalmente suprimido por el papa san Pío X en 1904, sin abolir, no obstante, los títulos con que sus majestades católica, cristianísima y apostólica continúan adornándose.
El rey de España, posee el título de católica majestad desde que el papa Alejandro VI, de la no muy ejemplar familia valenciana de los Borja, o Borgia en italiano, lo concediera a los reyes doña Isabel de Castilla y don Fernando de Aragón en el año 1496. Tratamiento regio que fue confirmado en la persona del nieto de los anteriores, el emperador Carlos I, en 1517 y que jamás se ha derogado.Al igual que el rey de España es, en consecuencia con lo anterior, su católica majestad, el rey de Francia ostenta el tratamiento de cristianísima majestad, igualmente concedido y confirmado por la Iglesia desde inmemorial.Por fin, el emperador de Austria-Hungría posee el tratamiento de apostólica majestad, título concedido por el papa Silvestre II al rey san Esteban I de Hungría.Lo expuesto da pie a tratar el asunto del veto papal, correctamente denominado Ius exclusivae, o derecho de exclusión. Derecho que poseían sus majestades católica, cristianísima y apostólica.Como sabrá, improbable lector, hasta entrado el siglo veinte, los tres monarcas reseñados, los reyes de España y Francia, junto con el emperador de Austria-Hungría, poseían derecho de veto en la elección de los papas. Derecho que se manifestaba en el propio cónclave a través de tres cardenales que representaban los derechos de sus respectivos soberanos. Así, ante una posible elección que no conviniera a los intereses de su reino de origen debía anunciar el veto contra el cardenal elegible.
Este derecho de veto o derecho de exclusión se utilizó, en contra de lo que se ha expuesto repetidamente, con regular profusión por los tres Estados con derecho a su uso. El último caso sucedió durante el conclave de 1903 contra el cardenal Rampolla, por parte de su apostólica majestad el emperador Francisco José I. Los propios reyes de España, sus católicas majestades, vetaron a lo largo de la historia a cardenales papables con relativa asiduidad.
El derecho de exclusión o veto fue finalmente suprimido por el papa san Pío X en 1904, sin abolir, no obstante, los títulos con que sus majestades católica, cristianísima y apostólica continúan adornándose.
lunes, 25 de enero de 2010
ARTISTA HERÁLDICO: DON FERNANDO MARTÍNEZ Y LARRAÑAGA
Recientemente se ha hablado en este espacio virtual de don Fernando Martínez y Larrañaga, al exponer su ofrecimiento gratuito a dibujar las armas de quien lo solicitara.
Don Fernando ha estrenado un blog en el que se irán exponiendo los excelentes diseños que ha venido realizando, gratuitamente, a quienes se lo han demandado. Esta es la dirección, cuya periódica visita es obligada: http://www.heraldistas.blogspot.com/.
Hoy se exponen un buen número de ejemplos de su cuidado trabajo.
Las armas del propio artista heráldico, don Fernando Martínez y Larrañaga:Las armas de nuestro rey, don Juan Carlos:Las armas del almirante don Juan, el padre de nuestro monarca:Las armas que viene usando mi propio padre, don Juan José Carrión Úbeda, en un triple diseño:Las armas de mi madre, doña Natividad Rangel Marín:Las armas de nuestro correspondiente en Cartagena, don José Antonio Padilla Solano, en un triple diseño: Las armas de los marqueses de Urquijo, de quien don Fernando es familiar:Un blasón que representa las armas de los dieciséis abuelos de don Fernando:Las armas del actual pontífice máximo, Benedicto XVI, con su tiara correspondiente:Un escudo que representa las armas de los cuatro costados del propio autor de todos estos diseños:Las armas de don Francisco José Sánchez Sánchez:Las armas de don David San Román:Las armas de don Fernando Blanco:Las armas de don José Millán:Las armas del sacerdote don Juan Enrique Sánchez Moreno:Y mis propias armas, que don Fernando tuvo la gentileza de dibujar hace ya algún tiempo:
Don Fernando ha estrenado un blog en el que se irán exponiendo los excelentes diseños que ha venido realizando, gratuitamente, a quienes se lo han demandado. Esta es la dirección, cuya periódica visita es obligada: http://www.heraldistas.blogspot.com/.
Hoy se exponen un buen número de ejemplos de su cuidado trabajo.
Las armas del propio artista heráldico, don Fernando Martínez y Larrañaga:Las armas de nuestro rey, don Juan Carlos:Las armas del almirante don Juan, el padre de nuestro monarca:Las armas que viene usando mi propio padre, don Juan José Carrión Úbeda, en un triple diseño:Las armas de mi madre, doña Natividad Rangel Marín:Las armas de nuestro correspondiente en Cartagena, don José Antonio Padilla Solano, en un triple diseño: Las armas de los marqueses de Urquijo, de quien don Fernando es familiar:Un blasón que representa las armas de los dieciséis abuelos de don Fernando:Las armas del actual pontífice máximo, Benedicto XVI, con su tiara correspondiente:Un escudo que representa las armas de los cuatro costados del propio autor de todos estos diseños:Las armas de don Francisco José Sánchez Sánchez:Las armas de don David San Román:Las armas de don Fernando Blanco:Las armas de don José Millán:Las armas del sacerdote don Juan Enrique Sánchez Moreno:Y mis propias armas, que don Fernando tuvo la gentileza de dibujar hace ya algún tiempo: